julio 10, 2025

Descubrimos las «Versións Acústicas» de Hugo Guezeta

Hugo Guezeta nunca ha sido de los que se quedan quietos. El rapero gallego, otrora pilar fundamental de los venerados SonDaRúa, ha pasado la última década abriendo un espacio donde la urgencia cruda del hip-hop se encuentra con la elasticidad soul del reggae y el rock, todo ello blandiendo el idioma gallego como una hoja afilada contra la podredumbre sistémica. Su última entrega, «Versións Acústicas«, un EP de tres canciones grabado en directo con, la banda de Ponteareas, Errantes, desnuda su sonido hasta los huesos, revelando una vulnerabilidad que resulta tan inesperada como inevitable. Con versiones acústicas de dos de sus éxitos en solitario, ‘Quixera Ser‘ y ‘Claridade‘, junto al inédito ‘Presión”, este EP no es solo un desvío; es una reconfiguración de su esencia, una rebelión silenciosa contra el pulido de la producción moderna que se atreve a dejar las grietas a la vista.

El EP arranca con ‘Quixera Ser‘, un tema que, en su forma original, latía con una melancolía inquieta impulsada por el hip-hop. Aquí renace como una confesión tierna guiada por la guitarra, del tipo que parece cantada desde el otro lado de una habitación con luz tenue. El acompañamiento acústico de Errantes (una red de rasgueos suaves y percusión contenida) le aporta una intimidad que magnifica el anhelo de las letras de Guezeta. Su voz, normalmente un arma de precisión y tensión, se suaviza en algo más permeable, invitando al oyente a detenerse en versos como «Quixera ser o aire que respiras«. Es un giro sorprendente, que recuerda cómo José González convierte el minimalismo folk en un recipiente para el peso existencial, aunque la entrega de Guezeta conserva el ADN rítmico de un rapero: un guiño sutil a sus raíces incluso al salir de ellas.

Claridade‘, segunda versión del EP, sigue una curva similar, cambiando su bravuconería original de hip-hop por un arreglo ligero, casi pastoral. La interacción entre Guezeta y Errantes alcanza su cénit aquí, con las líneas de guitarra flotantes de la banda entrelazándose con sus versos como enredaderas en un enrejado. Líricamente, es una meditación sobre la claridad mental tras la oscuridad, «Vexo todo con claridade, moita claridade«, y este nuevo formato subraya esa sensación de paz ganada a pulso. Posiblemente muchos estarñeis en contra de este comentario pero para mí ha sido inevitable recordar los primeros trabajos de Damien Rice en cómo la instrumentación acuna la voz, aunque la propuesta social de Guezeta y sus versos sociales lo mantienen anclado en su propia órbita cultural. Es el punto emocional más alto del EP, un momento en que la sinergia entre rapero y banda parece menos una colaboración y más un organismo único que respira.

El comodín, sin embargo, es ‘Presión‘, la joya inédita que encierra este trabajo. Mientras las otras canciones reimaginan lo conocido, esta llega cruda y sin probar, un instante de Guezeta en su faceta más introspectiva. Las letras lidian con el peso de las expectativas (personales, artísticas, sociales) sobre un fondo escaso y evocador de acordes acústicos y leves roces de platillos. «A presión que me afoga non me deixa voar» corta hondo, y la grabación en vivo captura cada temblor en su voz, cada roce de cuerda. No está tan pulida como sus compañeras, y ahí radica su fuerza: parece una maqueta susurrada a altas horas de la noche, cercana a la honestidad sin filtros de los primeros cortes de Bon Iver, pero filtrada por la lente urbana de Guezeta.

En términos de producción, «Versións Acústicas» brilla por su inmediatez. Grabado en directo, renuncia al lustre estratificado de los trabajos con banda completa de Guezeta, como el expansivo «O Noso Tempo» del año pasado, por un sonido deliberadamente despojado. La mezcla es nítida pero discreta, dejando que la interacción entre la voz de Guezeta y la instrumentación de Errantes ocupe el protagonismo. Hay una calidez en ello, una sensación de estar en la sala mientras todo sucede, aunque la falta de rango dinámico puede hacer que el EP se sienta monocromático en su breve duración. Es una pequeña pega, pero deja la duda de cómo un toque más de variedad sonora, quizá un floreo percusivo más audaz o una armonía perdida, podría haber elevado la experiencia.

Temáticamente, este EP encaja perfectamente en el arco más amplio de Hugo Guezeta: la búsqueda incansable de autenticidad en medio del caos. Donde los himnos de SonDaRúa rugían con furia colectiva y «O Noso Tempo» equilibraba introspección con desafío outward, «Versións Acústicas» mira hacia dentro, despojando la bravuconería para revelar al hombre debajo. No es una reinvención sino una recalibración, una oportunidad para que Guezeta flexione su versatilidad mientras honra el espíritu DIY del underground gallego. Los fans de su rap más duro podrían encontrarlo demasiado tenue, pero esa es la intención: no se trata de volumen, sino de resonancia.

Comparado con sus contemporáneos, el giro acústico de Hugo Guezeta se sitúa entre la crudeza desenchufada de las sesiones de Lowkey y la hibridación folk-rap de los primeros trabajos de Portugal. The Man. Sin embargo, su compromiso con su identidad gallega (lingüística y cultural) lo distingue, alineándolo más con pioneros regionales como el catalán Valtonyc, aunque con menos veneno y más corazón. La fortaleza del EP reside en su sinceridad, en su disposición a dejar que la voz de Guezeta soporte el peso sin el apoyo de ritmos atronadores. Su debilidad, si se puede llamar así, es su brevedad: tres canciones parecen un aperitivo cuando la química entre Guezeta y Errantes pide a gritos una exploración más profunda.

«Versións Acústicas» no va a sacudir los cimientos del hip-hop, ni lo intenta. Lo que ofrece es un vistazo a Hugo Guezeta desenchufado, no solo de su sonido habitual, sino del ruido de las expectativas. Es una dosis pequeña pero potente de un artista en transición, uno que no teme ralentizarse y dejar que el silencio hable. Para quienes estén dispuestos a aceptarlo en sus propios términos, es un triunfo callado, un recordatorio de que incluso las voces más feroces pueden encontrar poder en la quietud.

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