por Sexo. No, no es sólo para llamarte la atención: hablemos de él, hablemos de sexo, sin tapujos, sin tabúes, de sus mil significados. ¿Que te pillamos en frío? Bueno, entonces hablemos de cómo 10 artistas como la copa de un pino interpretan el sexo.
El pasado lunes 18 se presentó en L’Antiga Fàbrica d’Estrella Damm de Barcelona el nuevo libro de la editorial Lunwerg, de Planeta. Se trata de “Cuando el negro se hace rosa”, un magnífico libro-objeto en formato acordeón con 10 ilustraciones exclusivas acompañadas por sus respectivos textos creadas por 10 jóvenes referentes en la escena artística nacional. Ellas y ellos son Mariadiamantes, Amaia Arrazola, Conrad Roset, David de las Heras, Chamo San, Ricardo Cavolo, Maria Herreros, Paula Bonet, Sergio Mora y Lyona.
Cada una y cada uno dedica su obra a una vertiente de la sexualidad y el erotismo, entendiendo que éstas son infinitas y no las agotan. Durante la presentación explicaron su ilustración y lo que les había movido a ejecutarla, siempre presididos por un prólogo dedicado a cada uno por parte del editor.
A modo de ejemplo os mostramos algunas de las obras:
Amaia Arrazola nos propone un viaje mental en «Los amantes imaginarios«, ese que haces con la persona con la que no puedes estar, sea por cosa del destino, sea por cosa de kilómetros. A través del sexo imaginario, ese “polvo en el aire” que diría Quique, quiere buscar algo más allá de lo puramente físico. «Se pensaban cada pliegue, cada doblez, cada escondite, intentando adivinar lo que no conocían».
A David de las Heras le sirvió de inspiración el cuento “El mundo” de Eduardo Galeano, aquél en que nos cuenta que “el mundo es eso: un montón de gente, un mar de fueguitos”. Pensó en una persona concreta, en un sitio concreto, prendiéndolo todo con ese fuego, con los pájaros expectantes.
Maria Herreros nos representa es parte del sexo que trasciende y que te hace pensarlo, escribirlo, prepararlo, siempre disfrutándolo en su antes, durante y después. Su inspiración ha sido una carta de James Joyce a su esposa, Nora Barnacle, donde le pide que escriba cosas sucias, y que las más obscenas las subraye y las bese y las pase por su sexo. Una carta ardiente como la ilustración de la artista.
La sugerencia de la ilustración de Paula Bonet, ese estar sin estar, con mucha sutileza, queda contrastado con la crudeza del texto que la acompaña, que empieza así: “La humedad y el calor te retendrán conmigo, entra muy adentro y tiembla…”.
Lyona nos representa la gran fantasía: una orgía. Pero no una cualquiera, sino una en la que los cuerpos encajan y forman un animal mayor, como una serpiente, y se pierde el control. También encontramos un toque naif, más habitual en sus obras, con ese inocente gatito que mira sin tapujos lo que está ocurriendo en el salón.
Además, Mariadiamantes nos habla del amor propio que significa la masturbación, Conrad Roset nos muestra el sexo como un sketch, Chamo San nos ofrece una secuencia y un fluir en el tiempo, Ricardo Cavolo un amor selvático y Sergio Mora una sex machine, literalmente.
El libro, como explica el editor, está concebido como un objeto, un catálogo a exponer en tu casa, que puedes cambiar, que quieres mostrar. Un acordeón lleno de arte y talento, con un título de lo más sugerente. Todo negro. Todo rosa. Todo sexo.
