enero 13, 2025

philine nos invita a adentrarnos en su mundo interior

philine nos invita a adentrarnos en su mundo interior con «the side-effects of living in a fantasy«, un EP que explora las difusas fronteras entre la fantasía y la realidad, la introspección y las complejidades de la conexión humana. Sin embargo, a pesar de la delicadeza de sus melodías y la honestidad de sus intenciones, el resultado se siente como un ensueño pulido, donde las interrogantes existenciales se diluyen en una atmósfera sonora predecible.

El EP se mueve en el territorio del indie-pop de dormitorio, con una producción cuidada que busca la intimidad y la calidez. La voz de philine, suave y etérea, recuerda a artistas como Clairo o beabadoobee, pero carece de la personalidad distintiva que las hace únicas. Las melodías son agradables y fáciles de digerir, pero se echa en falta un elemento que las haga memorables.

philine describe el EP como un reflejo de su proceso de autodescubrimiento, marcado por experiencias personales profundas, incluyendo la pérdida de sus dos abuelas y una experiencia psicodélica. El sencillo final, ‘matter‘, se centra en una crisis existencial sobre el sentido de la vida. Sin embargo, las letras, aunque sinceras, se quedan en la superficie de la angustia existencial, sin llegar a explorar las profundidades de estas experiencias. La pregunta central del focus track, «Si todo esto no tiene sentido, ¿cómo contribuyo a ello? ¿Y importa si no lo entiendo?«, se plantea de forma directa, pero no se desarrolla con la suficiente complejidad o matiz. Se percibe una intención de conectar con el oyente a través de la vulnerabilidad, pero la falta de imágenes vívidas o metáforas originales impide que la conexión sea realmente profunda.

Los arreglos, a cargo de Loek van der Grinten (con colaboraciones que van desde Duncan Laurence hasta Matt Simons), son competentes, pero no arriesgan ni experimentan con texturas sonoras que eleven la propuesta. La mezcla de Matt Wiggins (Adele, Florence + The Machine, Lorde) y la masterización de Robin Schmidt (The 1975, LANY, Sam Fender, Mumford & Sons) garantizan un sonido profesional, pero esta misma pulcritud acentúa la falta de una identidad sonora definida.

El título del EP, «the side-effects of living in a fantasy«, sugiere una exploración de la tensión entre el mundo imaginario y la realidad. Sin embargo, esta exploración se queda en un terreno superficial. La atmósfera onírica que se crea a través de la música no logra generar una verdadera sensación de inmersión en un mundo fantástico. Más bien, se siente como una capa superficial que recubre una realidad bastante predecible.

Es un EP agradable de escuchar, con una producción cuidada y una voz delicada. Sin embargo, la falta de originalidad en la propuesta musical y la superficialidad de las letras impiden que el proyecto alcance su potencial. philine demuestra tener talento, pero necesita arriesgar más y encontrar una voz propia que la distinga de la multitud de artistas similares que pueblan el panorama del indie-pop actual.

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