enero 19, 2025

Así suena «Girl Prometheus» de Flower Face

Flower Face, el proyecto de goth-folk de Montreal liderado por Ruby McKinnon, regresa con «Girl Prometheus«, un álbum que se presenta como una exploración cruda y agridulce del desamor. La analogía con Prometeo, robando el fuego para la humanidad y sufriendo un castigo eterno, sirve como marco conceptual para un disco que, si bien captura la angustia del duelo, se queda a medio camino en su intento de trascender la confesión personal.

«Girl Prometheus» se mueve en un territorio familiar para Flower Face: un folk-pop con toques de oscuridad, donde las melodías acústicas se entrelazan con arreglos más cinematográficos. Se perciben influencias de artistas como Phoebe Bridgers, Soccer Mommy o incluso una versión más contenida de Chelsea Wolfe, pero la propuesta carece de la intensidad emocional o la experimentación sonora que caracterizan a estas figuras. Los momentos susurrados y acústicos, que buscan la intimidad, a menudo se ven eclipsados por una producción que, aunque cuidada, se siente un tanto predecible. La grabación en una casa de campo junto a un lago, que se menciona en la promoción, no se traduce en una atmósfera particularmente evocadora.

El álbum se centra en las etapas del duelo tras una ruptura, explorando el dolor, la rabia, la negación y, finalmente, la aceptación. Sin embargo, las letras, aunque sinceras, a menudo se pierden en la autocompasión y la reiteración de clichés sobre el desamor. La analogía con Prometeo, aunque interesante conceptualmente, no se desarrolla de manera efectiva en las canciones. La idea de ser «torturada eternamente por el amor» se siente más como una hipérbole adolescente que como una reflexión profunda sobre la naturaleza del sufrimiento. Si bien McKinnon menciona que escribir el disco fue una forma de «sobrevivir» y una «herramienta fundamental», esta necesidad catártica no siempre se traduce en una experiencia conmovedora para el oyente.

La producción de Marcus Paquin, grabada en parte en Studio PM en Montreal, es correcta y profesional. El sonido es limpio y equilibrado, pero carece de la audacia o la experimentación que se espera de un proyecto que busca explorar emociones tan intensas. Los arreglos, aunque bien ejecutados, se sienten un tanto convencionales, sin aportar una dimensión adicional a las canciones. La falta de texturas sonoras más arriesgadas o de momentos de verdadera tensión dramática impide que el álbum alcance su máximo potencial.

«Girl Prometheus» se presenta como un fuego robado a los dioses, una llama que ilumina la oscuridad del desamor. Sin embargo, en su ejecución, este fuego arde con tibieza, sin llegar a incendiar el alma del oyente. Flower Face demuestra tener talento para la composición y una voz expresiva, pero necesita arriesgar más en su propuesta para trascender la confesión personal y conectar con una verdad más universal.

Tenemos claro que «Girl Prometheus» es un álbum no decepcionará a los fans de Flower Face y a aquellos que buscan una escucha reconfortante en momentos de desamor. Sin embargo, para aquellos que buscan una propuesta más arriesgada o una exploración más profunda de las emociones, este disco se quedará corto.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *