Hace un par de meses os presentábamos ‘Anfibia‘, antesala de «Salvaje» el primer LP del dúo malagueño. Pero es ahora cuando Mel y Cris, o lo que es lo mismo Dreyma, nos presentan su ópera prima.
Un trabajo cargado de matices, luces, sombras y un aura de misterio que se transmite vía auditiva. Bases electrónicas, guitarras detallistas y voces que van desde lo sutil a lo extremo crean las atmósferas y ambientes que envuelven «Salvaje«. Este disco es en esencia el regreso a lo primitivo, una aproximación pura a la belleza y el dolor, el contacto material con la vida, la confrontación con la naturaleza, lo animal y lo sexual.
«Salvaje» es una obra completa y que pertenece al universo exclusivo de Dreyma, un mundo en el que no importa el principio ni el final, sino cómo recorrer el camino que invitan a transitar. Si bien este se divide en ocho temas, escucharlo a saltos supondría lo mismo que recortar un mapa en mil pedazos o que alterar el orden de las páginas de una novela sin instrucciones previas.
Las canciones implican también un abandono de estructuras pop, prefiriendo servirse de texturas, una amplia paleta de sonidos y matices que adentran al oyente en túneles y bosques y le hacen reaparecer en otros lugares, acompañado de un sentimiento expresivo y un sentido dramático de la interpretación mejor encajado que nunca antes en sus referencias anteriores.
Una prueba de que «Salvaje» avanza sobre el camino que empezaron a desbrozar desde su primer EP es que repitan con el productor de su último trabajo, Marcos Muñiz, quien no sólo captura la esencia de la nueva referencia, sino que comprende las sensibilidades que supone adentrarse en el mundo de Dreyma.
Otra evidencia sería el trabajo sobre sonidos que ya han podido intuirse anteriormente, como las músicas que lejos quedan del acomodo de los oídos occidentales, aquí mediados a través de la influencia de Ibeyi, Dengue Dengue Dengue y diversos folclores.
Un trabajo que es en esencia el regreso a lo primitivo, una aproximación pura a la belleza y el dolor, el contacto material con la vida, la confrontación con la naturaleza, lo animal y lo sexual; «Salvaje» es la intensidad de ser radicalmente consciente de la existencia de uno mismo.