Me habré tomado decenas de cervezas y cientos de café con Juan antes de este momento pero ahora me encuentro al otro lado de la mesa con un arsenal de preguntas y la verdad es que no sé cómo se tomará alguna de ellas. Metemos la bala, hacemos girar el tambor y comienza el juego.
Pregunta – Le acabo de dar al rec, ¿preparado para lo que pueda suceder?
Respuesta – Siempre estoy preparado y si no me gusta te vas de casa y ya está, jajaja.
P. – Pues ahí va la primera bala. Llevas muchos años sumergido en el ambiente musical y sabes que dedicarse a la música es una empresa deficitaria. La pregunta es muy simple ¿Por qué hacerlo?
R. – Porque creo en estas canciones. Suena muy simple pero es así. Creo que si tenemos la oportunidad de llegar al «gran público» lo que hacemos le gustará. ¡Ojo, no quiero pecar de flipado! Pero es que creo en este proyecto como nunca he creído en ninguno antes.
Veo las caras de la gente cuando nos bajamos del escenario, nos llegan sus críticas, no siempre son buenas pero sí están hechas con cariño y eso significa que algo, sea lo que sea, hacemos bien.
P. – Lo entiendo pero también pienso que cada persona que se sube a un escenario, haga folk, reggae o country se sube a un escenario pensando que sus canciones van a gustar y a encajar.
R. – Te entiendo perfectamente. Pero además de creer en las canciones, que considero que es lo más importante, sé que lo que hacemos, ese pop con tintes country, puede llegar a mucha gente.
Lo más bonito que me han dicho ha sido “tío, cuando me di cuenta estaba cantando vuestro estribillo sin haberlo pensado”. Sabemos que llegan a las personas y por ello creemos.
P. – Juego con la ventaja o el hándicap de conocerte sobre el escenario y cuando te bajas de él. Ambos conocemos aquella máxima que dice un músico solo es él mismo sobre las tablas ¿Cuánto de Juan hay en Maldito Murphy y viceversa?
R. – ¡¡¡Uf!!! Nunca me había parado a pensarlo.
Yo creo que el Juan de arriba y el Juan de abajo es muy igual. Está claro que cuando me bajo de un escenario no soy la persona más extrovertida del mundo, de hecho, el resto de la banda considera que soy una persona tímida aunque a priori no lo parezca. Cuando subo a un escenario, viéndome con perspectiva, sí creo que he aprendido a perder esa timidez.
P. – Que sepas que a mí me llama mucho la atención. Tengo claro que te resulta más cómodo tocar para cuanta más gente mejor.
R. – Sí, pero supongo que será lo que llaman el ego del artista. Creo que a todos nos pone que nos miren.
P. – Pues a mí no. Ya sabes que me produce “pavor”.
R. – Porque aún eres más raro que yo, jajaja
P. – A finales del pasado año editáis «No Éramos Tan Ciegos 2.0», un vinilo dónde podíamos encontrar 5 temas del primigenio «No Éramos Tan Ciegos» y 4 nuevos temas ¿Por qué? ¿No hubiese sido mejor guardarlos y editar un segundo LP completamente nuevo?
R. – Sé que ha sido una decisión arriesgada pero pensamos que “No Éramos Tan Ciegos” tiene en su interior muy buenas canciones, como te decía en la primera pregunta creemos en ellas con todo nuestra alma. Así que necesitábamos y queríamos que llegase a mucha más gente. Creímos que nos habíamos quedado cortos de público.
P. – Entonces esas nuevas canciones completan el primero disco.
R. – No, en absoluto. Es aquí donde aparece la contradicción. Nosotros estamos orgullos del primer trabajo pero consideramos que esta segunda versión debía ofrecer a quienes compraron el primero algo más, agradecer que lo hayan hecho. Por eso también decidimos solo sacarlo en formato digital y en vinilo.
P. – Además de músico eres padre, incluso le has escrito un tema a tu niña (‘Noa’, la podéis encontrar en la cara A del vinilo) ¿Cómo se le explica a un hijo que su padre se tiene que ir los fines de semanas y no estará para verla, por ejemplo, jugar el partido del fin de semana?
R. – Tengo la suerte que ella se lo toma bien. No es porque sea mi hija pero es muy inteligente, ya conoces sus notas. Creo que ya lo he dicho alguna vez por ahí cuando ha salido el tema, un día me dijo “es que papá trabaja cuando todo el mundo descansa, los fines de semana” y a mí me pareció maravilloso.
Ahora que tenemos una gira bastante extensa por delante lo volvimos a hablar. Le explicaba que apenas me iba a ver los fines de semana y me decía que le daba igual porque después iba a buscarla cada día al colegio durante toda la semana y ningún padre más iba.
P. – Tú mismo lo acabas de comentar: tenéis una gira bastante extensa ¿dónde os podremos ver? Y ¿cómo la afrontas?
R. – Pues lo más cercano será el 8 de febrero en Costello (Madrid), al día siguiente hacemos Salamanca, después llegan Zaragoza, Bilbao, Santander, Barcelona… Poco a poco iremos sumando más fechas a la gira ¡Parecemos la caravana de la Vuelta a España!
La afrontamos con mucha ilusión. Sabemos que nuestro nombre aun no suena demasiado en la Península y justo ese es nuestro objetivo: darnos a conocer, compartir lo que hacemos con la gente que se acerque a nuestros conciertos. Conocer amigos, lugares, salas… somos felices como Jonnhy Cash en la carretera.
P. – Creo que para poner fin a esta entrevista lo más justo sería preguntarte ¿Me pones otro café que este se me ha terminado?
R. – ¿Con leche?