Muchas veces damos por supuesto que los conciertos a los que asistimos son conocidos por todo el mundo. Pero en ocasiones llega ese fatídico momento en el que alguien, con una sonrisa en cara, te dice «¿eres consciente que no conocemos a la mitad de la gente que mencionas o vas a ver?». En ese momento un gélido escalofrío recorre tu espalda y ahora es tu cara la que dibuja una sonrisa de circunstancias. Así que he decidido que antes de comenzar con la crónica de lo que fue el concierto de Motorama en La Fábrica de Chocolate comenzaré presentando al grupo.
Motorama llegan desde Rostov-on-Don, una población del suroeste de la Rusia europea con una temperaturas extremas que van desde los 16 grados negativos en el duro invierno a los 37 grados, positivos esta vez, de su verano, y que actualmente se encuentra de gira por la Península presentando su último trabajo «Dialogues«, un álbum que les acerca a los sonidos Manchester liderados por formaciones como New Order o Joy Division, temas hipnóticos que nos atrapan, nos agarran y nos obligan a olvidarnos del mundo y únicamente bailar.
Al llegar a La Fábrica de Chocolate lo primero que nos sorprende es la gran afluencia de público teniendo en cuenta que el concierto de estos rusos se celebraba un miércoles en el que caían rayos y centellas. La siguiente sorpresa llegaba de la mano de Motorama, quienes se presentaban en formato trío en esta gira peninsular. Una alineación formada por Vladislav Parshin a la guitarra y voz, Maxim Polivanov ocupándose de los sintetizadores y el bajo y por último Oleg Chernov a la batería.
Se apagan las luces, aplausos y el trío toma posiciones sobre el escenario mientras suenan los compases de ‘Primavera‘ de Vivaldi en ese momento fuera graniza. Una celebración de la nueva estación que se ve interrumpida cuando y sin mediar palabra atacan el primero de los temas de la noche ‘By Your Side‘. Tras su interpretación un escueto «gracias» en agradecimiento a los aplausos de los allí presentes. Y hasta ahí la interacción de Motorama con el público hasta su despedida cuando apenas faltaban cuatro minutos para la medianoche. Una interacción que si bien no fue necesaria en ningún momento sí se echó en falta.
Canción tras canción fuimos desgranando «Dialogues» y fue en su cuatro tema, ‘Wind in the Hair‘, cuando regresamos al pasado de la banda. Pequeñas vueltas al oscuro pasado de la banda intercaladas en entre los temas de su último trabajo. Temas que sin descanso se enlazaban unos con los otros sin apenas tiempo para echar un ojo en las pequeñas libretas que contenía el set-list de la noche.
Durante el tramo final del concierto navegamos por buena parte de la discografía de estos rusos al sonar ‘To the South‘ (de «Calendar«), ‘Lottery‘ (de «Poverty«) y por último ‘Deep‘ (de «Dialogues«) que ponía el punto y final al concierto. Por primera vez en mucho tiempo «el postureo musical» no se cumplía y a pesar de los aplausos y vítores la banda no regresaba al escenario. Como si aterrizásemos de golpe en Rostov nos quedábamos fríos.
Está claro que con este último trabajo, «Dialogues«, se alejan gradualmente del post-punk para adentrarse en terrenos más pop dejando a un lado la oscuridad que reflejaba su música en anteriores trabajos. Temas como ‘By Your Side‘, ‘Tell Me‘, ‘Sign‘ o ‘I See You‘ son sin duda una buena representación de lo que estamos hablando. Temas que alejan a Motorama de aquel excepcional «Poverty«.
Es injusto criticar o quejarse de cosas que no tienen porqué suceder pero me hubiese encantado escuchar ‘Ghost‘ o ‘Young River‘. Pero es que no existe mayor mácula en un concierto que sonó de manera excelente con una músicos entregados y profesionales que demuestran que el pop no conoce de fronteras aunque parece que sí, un poco, de temperaturas.