Así podríamos definir un festival en el que pudimos ver a grupos como Florence + The Machine, Noel Gallagher o Blur sin agobios ni esperas, con el espacio que cada uno quería tener y, lo mejor de todo, con un público entregado en cada una de las actuaciones, generando un ambiente difícil de olvidar, un gran FIB 2015.
21 años avalan el FIB, con una organización digna de admirar. Un festival impecable en tiempos, con un sonido muy trabajado y con personal suficiente para velar por nuestra seguridad y bienestar (equipos de seguridad, accesos generales y para minusválidos, casetas de información, zonas de descanso, técnicos, acreditaciones, limpieza, sanitarios, camareros, etc). Podemos arriesgarnos a decir, dejando a un lado el cartel, que estamos ante el mejor festival de nuestro país con unas infraestructuras creadas específicamente para este tipo de eventos.
El único gran ausente de la fiesta fue nuestro gran amigo Jägermeister. La mayoría del público se preguntaba por qué en esta edición no se disponía de la bebida de moda entre los más jóvenes.
El festival comenzó con una fiesta de bienvenida el miércoles, de la que mejor no hablar. Los artistas que subieron al Red Bull Tour Bus pasaron sin pena ni gloria por el recinto de Costa Azahar, igual que ocurrió con la iniciativa Trenchtown en los aledaños del camping, una especie de poblado jamaicano a modo de rave con sonidos de reggae, ska, dub y dancehall.
El Jueves pudimos disfrutar en el escenario Las Palmas (escenario principal) de los mallorquines L.A., los cuales sorprendieron al público inglés que allí se encontraba a base de letras que por una vez fueron entendidas por la mayor parte de ellos. Ademas acompañado de Lourdes (Russian Red) como guitarra de refuerzo.
Tras el cambio, toco el turno de Clean Bandit, ya con un público más numeroso desplegaron una gran actuación donde principalmente triunfó su famoso tema “Rather Be”.
Con el público entregado, los siguientes en subir al escenario serian Crystal Figthers. Los londinenses con raíces vascas hicieron bailar a todos los fibers de derecha a izquierda y de alante a atrás. Sebastian Pringle, cantante de la banda, nos sorprendió con su nuevo look con la cabeza rapada, ya que estamos acostumbrados a verle con el pelo largo.
Florence + The Machine fue el plato más fuerte de la primera jornada del festival y, sinceramente, nos dejó a todos boquiabiertos. Su enérgica voz inundó todo Benicassim con un directo instrumental impresionante, por no hablar de la vitalidad que desprendía en el escenario, vitalidad, que no energía. Los movimientos fluyeron por el escenario en total armonía, paz y amor, un poco a lo chute de tranquilizantes pero bien llevado.
El punto negativo del primer día, muy a nuestro pesar, fue Elyella djs en el cierre. El mono y su amada pincharon sin arriesgar, utilizando hit tras hit para contentar a todo el público, y seguro que lo consiguieron con gran parte de ellos, pero nosotros esperábamos algo menos diferente a los que nos tienen acostumbrados, algo parecido a lo que pudimos escuchar en otras ocasiones. Entendemos perfectamente el punto de vista del artista, pero a nosotros de forma subjetiva pues no nos animó demasiado la cosa.
La jornada del viernes estuvo marcada por la actuación de Noel y Prodigy, pero también pudimos ver artistas de la talla de Jamie T, que se metió el publico en el bolsillo antes de la actuación de Noel Gallagher´s High Flying Birds con temas que rebosaban buen rollo por todos lados como “Zombie” o “Sticks ´n´Stones”.
Con la gente en el punto óptimo le toco el turno al ex de Oasis. El aforo se doblo en cuestión de minutos y, Noel Gallagher, no defraudo. Llenazo para dar la bienvenida a su segundo disco junto a temas de Oasis que dejaron a todo el mundo sin palabras. «Champagne Supernova», «Digsy’s Dinner», «Half the World Away», «The Masterplan» o un brutalisimo cierre con «Don’t Look Back in Anger» nos hicieron vibrar como ningún otro. Un concierto muy completo, con una armonía impresionante con el público.
Era el turno de The Prodigy, los prodigios como muchos les llamaban por el festival. Salieron al escenario para demostrar por qué llevan 20 años en lo más alto, comenzando con la canción de “Breathe” y presentando su último disco “The day is my enemy”. Quien no sudo con ellos es porque no quiso. La gente enloqueció con “Smack my bitch up” y la única canción ausente entre todos sus éxitos fue para “Out of space”.
El cierre de Las Palmas fue para Brodinski, que decepciono un poco, ya que la gente esperaba algo más duro después de escuchar a unos Prodigy impecables. Algo repetitivo quizás y de hecho nos mandó al camping, pero sin embargo tenemos que decir que muy buenas las visuales que le acompañaban, de 10.
En el escenario Fiberfib y en el Fibclub destacaron Palma Violets y Ley dj respectivamente. La embajadora de Rock Nights demostró que está a la altura de los mejores djs nacionales en cuanto a creatividad y feeling con el público para un cierre muy bailable y donde todos acabamos antes de irnos, una gran forma de acabar la noche.
La jornada del sábado se caracterizó por la actuación de los esperados Blur, de los cuales se esperaba más. Una gran apertura de concierto y temas conocidos como “Song 2” o “Girls and boys” fue el resumen de una actuación marcada por el morbo de ver a unos mitos de la música Pop. Morbo vacio de miga para muchos que nos aburrimos en el concierto, y ahí vimos el mundo que separa a Oasis de Blur.
Kaiser Chiefs estuvieron, una vez más, impecables. Los de Leeds movieron al publico a su antojo con un gran espectáculo lleno de vitalidad y energía por parte de Ricky Wilson, inquieto, bajando al foso, saltando por el escenario e incluso subiéndose encima de la batería para cantar algún que otro estribillo. Un o de esos grupos que nos tienen acostumbrados a un show enérgico y donde no podemos para los pies ni un segundo.
El toque español de la noche lo pusieron Los Planetas. El festival se vio dividido por la coincidencia de Mark Ronson en el escenario Fiberfib Radio3, escenario que se le quedaba muy pequeño, dejando a Los Planetas frente a un público cien por cien español en el escenario principal. El punto curioso lo protagonizo el ex jugador de fútbol Gaizka Mendieta cuando salió al escenario a interpretar a la guitarra “Un buen día”.
Tiga robó mucho protagonismo a Blur. La gente quedo enganchada al ver a este virtuoso de los platos de camino al escenario principal. El canadiense realizó uno de los mejores sets de todo el festival, sonando temazos como “You Gonna Want Me”, haciendo sonar cuatro platos a la vez en muchas partes de la sesion.
Llegó el turno para los esperados Zombie Kids, patrocinados por Desperados, continuaron la línea de Tiga de manera elegante, sin salirse del guion que el momento exigía, haciendo una música a lo no nos tienen acostumbrados. Buena nota para los que revolucionaron la noche madrileña hace apenas cinco años en la antigua Sala Heineken. Llego el momento del cierre y el del jueves fue para Edu Imbernon. El de Valencia lo tenía complicado después del nivel de los anteriores djs, pero aprobó con nota apostando por una electrónica de calidad, variando ritmos y efectos, brindando el mejor amanecer a esperas del último día del festival.
El domingo la resaca del último día se hizo más pesada que de costumbre dentro de la tienda de campaña. Sabíamos que se acababa el día y habría que aprovechar como se merecía. La primera gran sorpresa del día llego con Augustines, que hicieron que el listón se pusiera por las nubes con un cierre de esos de vieja escuela. En los que acabas despidiéndote de un pie de micro que ni siquiera conserva ya el soporte para el micrófono.
La siguiente parada del día marcada con sangre en nuestro horario era Public Enemy, toda la crew sobre el escenario ya nos adelantaba lo que nos esperaba. Desde el primer tema la masa de público se transformó en un gran metrónomo, miles de cuerpos humanos que se balanceaban adelante y atrás y flexionaban las rodillas al ritmo de cada base. Un grupo que hubiese molado mucho más un par de horas más tarde, cuando el sol nos permitiera aguantar el ritmo de un concierto que nos mantuvo en todo lo alto y compitió con los patrios Vetusta Morla. Por su parte, no tenemos nada negativo que decir, quizás que si tienes tan poco tiempo acortar más las transiciones y meter más temas se hubiese agradecido, un repaso bastante variado a sus discos dentro de lo que la escasa hora y diez les permitía.
Ahora llegaba la traca, lo mejor de todo el festival y sin competencia alguna dejando fuera lo que a gustos refiere. FFS se marcaron el directo del festival, sin un segundo para tomar aliento, temazo tras temazo, en lo más alto y al 110% durante una hora y terminando con «Take me Out» y «Piss Off». También temazos como «Do you want to» o «Achoo» y muchos más que no conocíamos y poco a poco vamos reconociendo en las nuevas escuchas del gran descubrimiento personal del FIB.
Tras este subidón nos vimos en un momento tenso, todos los presentes sabíamos que Portishead nos aburría, ya los vimos en el Low de hace unos años y temíamos este momento desde que subimos al coche. El público se dividió, lo que para algunos era el mejor concierto de el festival para otros no tenia el más mínimo sentido. Nosotros simplemente no opinamos, si tienes oportunidad de verles en un festival hazlo, son como los tríos, hay que probarlos una vez en la vida pero no te aseguramos que salga como esperas.
El momento fue raro para todos aquellos que no sabíamos que hacer sin nada más sonando como alternativa, y vimos a muchos hermanos caer en esa hora y media muerta. El soplo de aire fresco llegó al fin con The Cribs, que consiguieron reanimar a un público en el que despegamos en un último estirón hasta Bastille, quienes se metieron el público en el bolsillo con hits al nivel de «Pompeii». Mientras el escenario principal se venia abajo nosotros nos marcamos otra de nuestras bombas de humo y aparecimos en el Red Bull Bus para uno de los conciertos donde mejor lo pasamos.
Novedades Carminha, ese grupo que es capaz de hacerte bailar hasta si te los encuentras en el parking a las 10 de la mañana. Hay que reconocer que oir a los «guiris» decir algunas frases no tiene precio, pero cuando cantan los temas de Novedades Carminha la cosa es inmejorable. Mucho ruido y aun más ritmo para bailar y saltar con la ráfaga de temazos que estos chicos tienen en el cargador.
Ahora la cosa empieza a nublarse, Madeon metió bastante caña pero no terminó de rematar un festival que como cada año Aldo Linares cerró con el buen rollo que lo caracteriza y transmite a un público que se despide bailando, tanto del festival como entre ellos, esto se acaba.