Ay diciembre, ese mes frío y navideño en el que lo que a uno más le apetece es quedarse en casa armado con una mantita y una buena sesión de series. Parece que es la única manera de entrar en calor y pasar un buen rato, ¿verdad? Pues qué mejor que un concierto de un grupo cuya música es festivalera para evadirnos por un momento del mes hogareño por excelencia y transportarnos a épocas más cálidas.
Desde Hipsterian Circus tuvimos la gran suerte de poder asistir al concierto de los ingleses Crystal Fighters, quienes llenaron el BarclayCard Center de Madrid (antiguo Palacio de los Deportes) logrando que gran cantidad de seguidores abandonasen sus sofás un domingo de diciembre para ver un espectáculo en el que bailar es el primero de los objetivos.
Pizzas, cervezas, palomitas… Pero ¿esto no era un concierto? Quizás el concepto de show musical se esté degradando, pero lo que está claro es que la gente está preparándose para la cantidad de calorías que va a quemar cuando comience el espectáculo.
A las 21.45 se apagan las luces y salen dos de los componentes al escenario entre vítores y ovaciones del público, (aproximadamente 8.000 personas), en el que se nota un nerviosismo propio de ese niño que está a punto de abrir un regalo navideño. En un espectáculo de percusión de tintes étnicos con una tabla de madera y otra metálica, los músicos preparan a sus fans para lo que se viene encima.
Primera gran ovación para la banda una vez terminan y comienzan sin descanso con ‘Follow’, uno de sus grandes éxitos. Con los primeros segundos de canción noto una acústica muy pobre, con unos graves excesivamente acusados, voces desequilibradas y con una reverb muy abusiva, guitarra eléctrica con demasiada distorsión serruchera y absolutamente nada que llene las frecuencias medias. Apelar a la morfología del BarclayCard Center no tiene sentido: he estado en otros conciertos y la diferencia de calidad de sonido es abismal. Una banda de éxito internacional como Crystal Fighters debería cuidar mucho más su sonido. A pesar del elegante y atractivo espectáculo de luces, el sonido no mejora en todo el concierto: parece que se quiere hacer bailar a la gente a base de graves sacrificándose toda calidad en la escucha.
Esto no importa a la gente, que baila desenfrenadamente con todos los temas que interpretan la banda del Reino Unido, entre los cuales no faltan ‘LA Calling’, ‘Love Is All I Got’, una versión percursiva y extendida de ‘I Love London’, ‘Bridge Of Bones’, su último éxito ‘Good Girls’, ‘Love Natural’ y ‘You & I’, bañada esta última por una cantidad ingente de confeti de colores.
La fiesta termina con una montón de globos y pelotas de playa gigantes que bailan al son de ‘Plage’ y ‘Xtatic Truth’, con los que los ingleses terminan el show.
En definitiva, si bien Crystal Fighters supieron cómo hacer bailar con locura a sus seguidores, no han tenido un sonido de calidad que ofrecer, quizás culpa del técnico de sonido, quién sabe, aunque el aquí firmante apuesta por esto último.