abril 23, 2024

Alfred Larios sentencia: «Hay que ir menos de discoteca y más de conciertos»

Una de las labores que considero indispensables a la hora de escribir en medios así es la de dar a conocer a grupos que se están forjando un nombre, y es lo que vengo a hacer hoy aquí. El otro día estuve hablando con Adri Borja, vocalista/guitarra y bajista de Alfred Larios, grupo malagueño de «rock post-traumático», algo que podríamos definir en cuanto a estilo a una mezcla de rock con la creación de atmósferas y trasfondos del post-rock. Pero mejor os dejo la conversación que tuve con ellos donde explican este aspecto mucho mejor que yo ahora en estas líneas.

(Pregunta) – La primera etiqueta que leí sobre vosotros y usáis es la de “rock post-traumático”, quería saber sobre esa definición que dais a vuestra música.

(Adrián) – La etiqueta del rock post-traumático es algo complicado porque lo pusimos de forma muy alegre y ahora cada vez que nos preguntan lo tenemos que explicar (Risas). Creemos que todo el arte que hacemos viene de experiencias fuertes que has tenido en la vida.

(P.) – Entonces, ¿podríamos decir que es más una cuestión de contenido y no de forma?

(A.) – Sí, es algo conceptual más bien.

Alfred-Larios_2

(P.) –  Estuve escuchando vuestro EP “Relatos de Ficción” y noté mucha abstracción en las letras. ¿Querías centraros en alguna temática lírica a lo largo de las canciones?

(A.) – Todo lo que estamos trabajando de un tiempo hasta ahora habla de la crisis de identidad, de no sentirte perteneciente a ningún lugar en concreto, estar en todos sitios y en ninguno a la vez. Siempre intento no ponerme de protagonista para que todo el mundo se pueda identificar en las letras.

(P.) – ¿Cómo es el proceso de composición que seguís?

(Borja) – Adri trabaja en su casa los temas y trae cosas al grupo y ya lo alfredizamos. En muchas ocasiones Carlos y él que son los dos guitarras quedan y se ponen a componer. En muchas ocasiones también improvisamos y sobre eso se sacan más cosas. Siempre cuando se presenta algo nuevo lo adaptamos a algo donde estemos cómodos los cuatro.

(A.) – Esto es libre y no obligamos a nadie a hacer nada, cada uno adapta el sonido a donde se encuentra más cómodo. Los cuatro completamos la idea al final.

(B.) – Cada uno es sinergia del grupo y aporta lo que sabe y lo que puede.

(P.) – Hablamos de “alfredizar” una canción, pero en rock post-traumático nos centramos más en el contenido, ¿cómo es la forma?

(A.) – Yo diría que sonamos como un revival de los 90 mezclado con los 70, pero sin la parte psicodélica.

(B.) – Lo que intentamos crear son atmósferas. Sonidos que te envuelvan más que música de saltar y bailar. Envolver al público con nuestra música.

(P.) – Con respecto saltar y bailar, aunque no del todo, la línea de guitarra de ‘El Cuento de los Intrépidos’ tiene muy buen ritmo.

(A.) – Pero si te fijas yo hago una guitarra más envolvente, y siempre intentamos que haya esa cosa que es más nuestra en las canciones.

(B.) – Lo bueno es que tenemos muchas influencias. Tenemos una amalgama de música de los 90, 70, 60 que acaba por aparecer.

(P.) – Declaráis como influencias a Radiohead, Pink Floyd, que a nivel de atmósferas y demás pasajes se nota; pero también nombráis a Vetusta Morla, ¿cómo casan estos sonidos?

(A.) – Eso lo puso Carlos [guitarra] que es un listo (Risas).

(B.) – Piensa que Vetusta Morla es muy Radiohead y también, por lo menos para mí, es un grupo referente en España.

(A.) – Para mí es más referente a nivel de cómo se han comercializado ellos mismos.

(P.) – Quería preguntaros por vuestros inicios, porque un grupo de rock con estas influencias que surgiera de la tuna me llama la atención. 

(B.) – Yo siempre se lo he dicho a Adri: no puedo con los tunos (Risas).

(A.) – A ver, no es cosa de la tuna, porque hay gilipollas en todos lados y más fuera de la tuna (Risas) A mí me gustan muchos estilos de música, y me gusta mucho la música sudamericana que se toca mucho en la tuna. Me llama la atención porque tiene una acústica que no tiene la música que viene de Inglaterra y Estados Unidos.

(P.) – ¿Confirmamos que un día veremos a Alfred Larios con las medias y el traje de tuno?

(A.) – Un día lo pensé…

(B.) – Ni de coña (Risas).

(P.) – Volviendo al tema de orígenes, ¿cómo surgió Alfred Larios?

(A.) – Carlos y yo estábamos en la tuna y realmente no teníamos contacto porque no vivíamos cerca. Un día estaba en mi casa y le invité porque le gustaba el mismo rollo que a mí. Echamos un rato en mi casa, unas cervezas… Nos pasamos con ellas, dijimos de hacer un grupo y aquí estamos (Risas).

(B.) – Carlos tocaba conmigo en un grupo de versiones de los 90. Les faltaba bajista y dije de hacer el apaño mientras buscaban a otro. Me moló el rollo y ya me quedé. Era algo muy Pink Floyd y Radiohead, y ese sonido me tira mucho. La primera canción que hicimos en condiciones llevaba un rollo muy post-rock. Creíamos que íbamos a hacer algo así con letra, y recuerdo que hace 12 años me dio muy fuerte por ese estilo, Explosions in the Sky…

(A.) – La primera canción que grabamos fue después de estar tocando unos cinco-seis meses juntos.

(B.) – Fue una práctica de Adri, que es técnico de sonido. Necesitaban grabar a un grupo y fuimos nosotros.

(P.) – ¿De dónde sale el nombre de Alfred Larios?

(A.) – ¿Qué te imaginas tú?

En versión inocente me imaginaría la calle, pero partiendo que el grupo sale de la tuna y de cervezas, me tiro más hacia la ginebra.

(A.) – En un principio nos quisimos llamar “Larios”, sin más, por la calle. Queríamos hacer algo puramente malagueño que no fueran unos verdiales. Pero nos dimos cuenta que nos podían caer demandas de muchos sitios a la vez.

(B.) – Ahora tenemos la coña para ver quién se inventa la leyenda más alocada para explicar todo esto.

(A.) – Y luego añadimos a Alfred, que fue un personaje que nos inventamos, un concepto que es el protagonista de todo lo que tú quisieras.

(P.) – A lo largo de vuestra trayectoria que comenzó en 2013 os habéis llevado premios como el Málaga Crea o el accésit a mejor Banda Malagueña del Ojeando. ¿Cómo fue pasar de esa primera maqueta a empezar a ganar galardones?

(B.) – Eso fue a base de trabajo y esfuerzo. La concepción que teníamos del grupo no era la de echar un rato, sino la de trabajar. Queríamos formar una dinámica de grupo profesional aunque no lo seamos todavía.

(A.) – Es como una empresa que empieza desde cero. Es verdad que lo hacemos también por diversión porque nos gusta la música y nos gusta tocar, pero queremos que el grupo suene bien porque es una satisfacción trabajar en algo que suena bien. Lamentablemente no nos dedicamos a la música a tiempo completo todavía.

(P.) – He estado hablando con otros grupos que actúan en el Ojeando, ¿cómo es compartir con ellos el escenario de ese festival por donde han pasado grupos como Fangoria, Triángulo de Amor Bizarro o Xoel López?

(A.) – Surgió a partir de ganar el accésit del concurso de bandas de este año.

(B.) – Este es el primer festival importante en el que actuamos. Estuvimos en el Monkey Week y nos lo pasamos muy bien, pero ese era diferente. El Ojeando tiene escenarios grandes y es una oportunidad única.

(A.) – Estamos flipando y tenemos muchas ganas. Me resulta maravilloso ver el nombre de nuestro grupo al lado de otros nombres más grandes.

(P.) – Por último quería preguntaros sobre la forma en la que afectan las etiquetas a la música. Hay muchas y cada vez salen más como la vuestra. ¿Creéis que era necesario incluir una más?

(A.) – Sí, siempre es necesario. Salen nuevas músicas y tienes que etiquetarlas.

(B.) – Piensa también que si eres el primero en hacer algo vas a ser el referente. ¿Quiénes fueron los primeros? Alfred Larios, aunque no suene como te gustaría pero ya vas a estar ahí.

(A.) – Es como el punk al principio, que era algo feo y disonante, pero está ahí. Queríamos hacer algo nuevo.

(B.) – Es como Green Day que definieron su estilo como power-punk y desde entonces se asocian.

(P.) – ¿Creéis que la etiqueta del “indie” está sobre y mal usada?

(A.) – Es un tema muy escabroso. Por una parte hablar de indie como género musical es un error. Hablar del indie como una escena sí me parece correcto, porque es lo que es en realidad.

(B.) – Pero ya no es independiente como tal, porque ya se ha convertido en un mercado. Indie con lo que se está haciendo ahora no tiene sentido, es como que se ha globalizado, no sabría explicártelo.

(A.) – El problema son los grupos que empezaron con la etiqueta de indie y ya se la han quedado aún fichando por una multinacional. La industria tiene que seguir funcionando y es algo que no se puede parar.

(P.) – Algo que me dijeron en otra entrevista fue que el indie te da muchas más restricciones que el pop. Si estamos hablando al final de que el indie es una escena y no un estilo, ¿cómo se explica esto?

(A.) – Lo que se asocia a la escena del indie es el pop. Un ejemplo son Toundra, un grupo de Madrid que hacen pop-rock instrumental y son indie, pero no tienen nada que ver con otros grupos. La primera vez que escuché hablar del indie me hablaban de Los Planetas, de Lori Meyers, Vetusta Morla, Love Of Lesbian…

(B.) – Para mí es la escena sumergida, la que está por debajo de lo comercial.

(A.) – Lo que se conoce del indie es la punta del iceberg en definitiva.

(P.) – ¿Cómo veis la escena musical aquí en Málaga?

(A.) – En Málaga hay muchísimo metal. Ahora tenemos una especie de “barrio indie” en sitios como la Velvet y demás donde se hacen conciertos.

(B.) – Pero está el problema de que es difícil tocar sin pagar. Pero bueno, siempre al principio los grupos tienen pérdidas y es necesario para que se vayan haciendo un nombre.

(A.) – Realmente, el problema es de la educación, la gente no está preparada para esto. No hay público para esto. Para ciudades con más trayectoria como Granada, Madrid, Barcelona hay más público y mercado, pero aquí en Málaga nada.

(B.) – Aquí la gente ve anunciado en la puerta de una sala un concierto y pasa de largo, pero eso en otras ciudades no ocurre, entras porque tienes esa cultura.

(A.) – La gente lo que tiene que hacer es irse menos de discoteca y más de concierto, que eso hay ciudades donde se hace como en Inglaterra. Pero como decimos, aún falta esa concienciación en España.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *