Dardem es el nombre del grupo sevillano afincado en Madrid liderado por Pepe Rodríguez que destila en su nuevo álbum, “La Brecha”, un rock que ataca directo, con letras que hablan por sí mismas y no quedan en el recuerdo de lo baladí, sino que buscan el trasfondo. Con la ayuda de Manuel Colmenero y Javibu Carretero, productores de Sonobox que ya participaron en los elepés de Vetusta Morla, consiguen que los sevillanos saquen su verdadera esencia, trabajando la canción desde el núcleo. Aquí dejamos la conversación que tuvimos con Pepe, en la que hablamos del proceso creativo de este álbum y de cómo Dardem ha evolucionado como banda en el lapso entre su segundo y tercer álbum de estudio.
Pregunta: Me gusta ir de fuera a dentro en los discos, así que quiero preguntarte por la portada, que me parece fantástica: tiene un rollo Tron, futurista por las rallas, la figura del mar… Varias cosas: ¿cómo fue la elección para unos sevillanos que ahora están en Madrid del mar para representarlos en portada? ¿La aparición de “La Brecha” en braille a que se debe? ¿Cómo se decidió todo el arte del disco?
Respuesta: El diseñador gráfico es malagueño, entonces el mar es un referente que le es cercano. Yo en concreto nací en San Fernando, Cádiz, así que para mí el mar también era algo muy accesible. Se trataba de “la brecha”, y queríamos buscar los conceptos que dan lugar a rupturas y límites, que es lo que más puede casar abstractamente en el álbum, y el mar es una de ellas. En cuanto al braille, lo que más nos tiró fue el rollo estético, es minimalista y futurista.
P: Abrís el disco con ‘Eclipse’, con una línea de sintetizador que en seguida se transforma en el rock que lleva todo este disco. ¿La aparición del sinte era un intento de innovar que no se terminó de hacer por miedo? Sin embargo, luego vuelve a aparecer sutilmente en ‘La Raíz’ para romper o la base de ‘El Reloj’…
R: Pues de hecho en este disco nos hemos cortado bastante en el tema sintes porque era algo que veníamos utilizando antes. Si escuchas los discos anteriores puedes ver que en este tercer disco están más comedidos. La marca distintiva de Dardem siempre ha sido mezclar el rock con la electrónica. Nunca fue algo pretencioso de “vamos a innovar”, todo lo contrario.
P: Este se trata de vuestro tercer álbum después de “Nada” en 2010 e “Inerte” en 2011. He estado investigando y no los he encontrado para escuchar, pero lo que sí me he podido fijar es que han pasado 5 años desde ese segundo álbum: ¿cómo se ha notado ese reposo y maduración en “La Brecha”?
R: Creo que has dado con la clave, y es la madurez. El no tener prisa, el tiempo siempre va a jugar en contra. El primer disco, “Nada”, fue un disco necesario, de descarga. Después con “Inerte” pudimos trabajar con Manuel Colmenero y Javibu Carretero y trabajamos con medios más potentes de estudio. En este tercer disco no queríamos repetirnos; hemos repetido en el equipo humano -el diseñador, los productores- pero el resultado ha sido diferente, porque ha sido un disco muy perseguido por los productores. Nos dijeron que las maquetas que enviásemos fueran solo guitarra y voz, y hemos trabajado de una manera muy concienzuda. Las maquetas de “Inerte” tenían perfectamente 20 pistas. Entonces claro, aquí la idea era hacer temas de una manera muy nuclear, más visceral, no tan racional. Aquí hemos hecho un viraje hacia el rock por la manera en la que hemos estado trabajando las canciones.
P: Aprovechando que hablas que habéis estado trabajando con Manuel Colmenero y Javibu Carretero, los de Sonobox en este álbum, y que han producido a artistas como Vetusta Morla, con los que recibieron un premio de la música independiente. ¿Impone estar ante gente así? ¿Cómo fue trabajar con ellos y el proceso de grabación?
R: Te puede imponer en un principio, pero al final, tanto ellos como nosotros estamos al mismo nivel. Ellos lo hacen muy bien, te dejan hacer tu trabajo y después te aprietan las tuercas para sacar esa esencia que están buscando. Desde primera hora supieron a dónde íbamos nosotros con este disco; el resultado final lo teníamos en la cabeza. Como banda nos dejaron solos en el local, y ellos pasaron mucho tiempo en ensayos con nosotros, todo como a la antigua usanza. No son productores que te ponen en contacto con otra gente y tal. Era muy del estilo de George Martin de los Beatles.
P: Siendo un disco con un proceso de gestación tan largo, ¿cómo fue su proceso compositivo? ¿Cuándo se dijo “aquí empezamos una nueva era”?
R: Más o menos fue allá por el 2013, cuando ya “Inerte” dio todo lo que podía dar. Nos llamaron un día los productores y nos dijeron que tenían ganas de seguir trabajando con nosotros. Estuvimos en un bar, en un sótano de Madrid, como buenos amigos hablando. Desde esa reunión informal hasta que nos metimos en el estudio se hicieron 37 temas a guitarra y voz. Nos costó mucho trabajo soltar el lastre tecnológico de la composición. Se hicieron una criba de esos temas, nos quedamos con 15 en el local y en el estudio acabaron quedándose por los 11 que forman el disco.
P: ¿Me puedes hablar un poco de ‘Últimas Estrellas‘? Me parece una de las mejores canciones del álbum, me gusta la producción “oculta”, los efectos electrónicos de la parte final y la letra.
R: Normalmente en cada LP de Dardem, la última canción es la que se sale más de la línea general, pero también es algo para descansar y que nivela la energía del disco. Entonces este tema es uno que compuso Raúl, el guitarrista, y que llevamos casi sin arreglar al estudio. Tanto Javibu como yo, que somos la parte más electrónica, nos hicimos un mano a mano con esta canción. Se cambiaron melodías de voz, recontextualizaron guitarras… Fue un trabajo al que le dedicamos mucho tiempo. A lo mejor recuerda más al Dardem anterior, atmosférico, mucha textura electrónica, una amalgama de líneas de voces que al final dan una textura única. Es una conciliación de esa energía tan brillante y vibrante que reina en el resto de “La Brecha”. Es un fin de ciclo.
P: ¿Trabajáis el álbum a nivel global o cada tema como algo individual? Me explico, ¿hay un hilo conductor a lo largo del álbum?
R: Compositivamente, el reto más complicado es no repetirse. Porque si no acabas haciendo una canción por entregas. Los encargados de darle unidad al disco han sido los productores, porque ellos también, desde una visión más exterior, han tenido esa distancia para elegir unos temas autoreferentes, que tengan una personalidad cada uno por ellos mismos pero que a la vez puedan ser integrados en el conjunto brecha.
P: ¿Cuáles han sido las influencias en este disco? ¿Os ibais fijando en el sonido de alguien para intentar adaptarlo?
R: En la composición somos habitualmente Javi o yo los que aportamos las ideas. Cuando nos pusimos fuerte en la creación del álbum, al menos yo, no escuché nada. Porque siempre acabas sacando cosas del resto, si escuchas a Depeche Mode o Kraftwerk acabarás adaptando una melodía o algo. Ahí cada uno se las compondrá como pueda, en mi caso me pasé dos años y medio sin escuchar música a menos de que fuera algo fortuito por la calle.
Lo que dices me hace pensar que sacáis más de vosotros al no tener con referentes más directo, visto de algo modo.
Algo que intentamos, y no es por ser egoísta ni nada, es no ser nadie más que tú. Hacer un ejercicio de honestidad. Si te gusta mucho una idea pero al resto de la banda no, tendrás que desecharla. A lo mejor hay líneas de bajo que se convierten en líneas de voz, riff de guitarra que pasan a ser líneas de bajo… Hay un movimiento sin prejuicio ninguno. Para llenarte de ti te tienes que vaciar un poco, quedarte seco..
P: Ahora estáis de promoción del disco de gira, ahora vais al festival de Isla Cristina y al Sonorama. ¿Cómo estáis enfocando los directos?¿Cómo se está recibiendo este disco?
R: Hasta ahora sólo hemos hecho un concierto y ha sido a puerta cerrada, no hemos hecho nada al gran público. Nada oficialmente, solo oficiosamente. Entonces ahora mismo lo que te puedo dar es el feedback de la escucha del público, las redes sociales, cómo palpita el mundo de la comunicación. La gente está conmovida, que es lo que queríamos. Esta vez era una música más visceral que conmueve y nos llena mucho que te escriban personas de forma privada diciendo que se han enamorado con un tema. Es curioso que canciones que nacen de una vida particular acaban siendo algo universal. Es una pasada. Ahora mismo estamos haciendo músculo de banda y trabajando la sofisticación, el ornamento y la delicadeza del estudio y de la grabación. Hay caña sin misericordia ninguna. Va a ser un set muy energético. Estamos contentos porque una de las premisas de las que hablamos en aquella reunión en el sótano es luchar contra eso de que las gente nos ve en directo muy cañeros y luego ven el disco que, aunque está muy bien, no tiene esa energía. Ahora mismo está muy cerca el disco y el directo.
Escuchando “La Brecha” me di cuenta de lo que dices, de lo fácil que resulta verlo en el directo por toda la energía que desprende.
Un colega nuestro nos estuvo viendo y nos dijo que era abrumador. Que no había palabras. Que había que quedarse, escucharlo y conmoverse. Es muy vibrante, mucha energía y mucho sentimiento. No es una caña injustificada, porque además, con estas letras tan buscadas, tan dirigidas, hay un momento muy emotivo.
P: Hablando de las letras, quería comentarte que a lo largo del disco no hay letras baladíes, sino que hay una preocupación, hay una letra intencionada. ¿Cómo surge esta preocupación?
R: Donde más se ha avanzado ha sido en ese aspecto. No sé si hemos avanzado hacia adelante, atrás o a un lado (Risas). Ha habido un cambio grande en el lenguaje, en las palabras, en la estructura de la melodía… Esos movimientos han dado con que Dardem ha encontrado un lenguaje propio. Alguien decía que “todas las canciones son canciones de amor”, y queríamos hacer algo en ese sentido, algo que te conmueve, que te llena. Pero la manera en la que tú concretas eso, cómo te dejas llevar por las emociones. Creo que eso es lo que hace que un grupo se llame Dardem o Perico de los Palotes. Se ha trabajado para no caer en los tópicos que, aunque transmiten mucho, son cosas que están muy desgastados.
P: Sois un grupo relativamente joven que aún se está abriendo un hueco en el panorama, ¿me podrías contar vuestros orígenes? ¿Cómo surge Dardem?
R: Podemos empezar por el nombre, pero tanto eso como la banda surgen a la vez. Fue en el verano de 2006 o 2007, ya habíamos hecho algún escarceo los cuatro en otros grupos. Dardem surge de dos bandas, una de un rollo funk del estilo de Incubus o los Red Hot en el que el bajo y la batería están en Dardem; luego había otra banda con Raúl Pacheco y yo, Pepe Rodríguez. Vivíamos en la misma zona, teníamos amigos comunes pero no habíamos tocado antes juntos. Empezamos por compartir local para ahorrar y al final de vez en cuando tocaba los teclados en el otro grupo, a lo mejor en algunas maquetas tocaba Peter o Joe… Había un trasvase musical porque ls que mejor nos llevábamos de las bandas éramos nosotros cuatro. Cuando nos planteamos algo más serio, sin dejar las otras bandas, nos pusimos a investigar y buscar lugares comunes, entonces el nombre viene de eso, porque nos gusta mucho el cine. Un día quedamos para tocar y después al cine a ver El Club de la Lucha. Ahí si te das cuenta, Taylor Durden es el nombre del personaje que interpreta Brad Pitt, entonces nosotros españolizamos la pronunciación del apellido y salió “Dardem”. Nos gustó mucho el cómo salir de una escena underground y la percepción de toda la sociedad de consumo que ahora mismo sigue a la orden del día. Me gustó la óptica que generó esa película.
P: Por último, quería preguntarte algo. Leo que sois de Sevilla pero que os afincasteis en Madrid: ¿crees que hay lugares en los que no se tienen tantas posibilidades de éxito y eso motiva el cambiar de sitio? Ejemplo: el indie rock funciona en Granada o Madrid, la electrónica en Barcelona y Levante… Es más, ¿crees que hay que salir de España para triunfar en la música?
R: Nosotros nos consideramos inmigrantes dentro de nuestro propio país. Llevamos tiempo aquí en Madrid. Con respecto si hay sitios donde la música es más favorable te hago una pregunta que se contesta sola: ¿dónde se hace mejor fandango, en Bélgica o en Huelva? Está claro, donde hay una oferta y una demanda, ahí te vas a meter. Nosotros viendo la música que hacíamos y por inquietudes vitales nos fuimos. Estábamos también tocando con una compañía de danza, hicimos gira por Alemania… En fin, nos hemos movido bastante. Es verdad que para el estilo que hacemos es mejor estar en Madrid por la estructura de medios. No es que nos guste especialmente, que ojo, nos gusta bastante, pero nos resulta más fácil. Tenemos un público que es muy agradecido y seguimos teniendo vidas anónimas, que esperamos dure mucho tiempo y no se acabe. Es fundamental tener un entorno. No podrías hacer la música que hacemos o esta entrevista desde Burundi o Somalia, sería muy complicado.
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