diciembre 12, 2024

Ángel Stanich nos lleva de paseo

DSC_0033Parece que el camino ácido de Ángel Stanich es interminable, a veces Ángel camina solo como en los compases iniciales del concierto, cuando el santanderino irrumpe en el escenario tan solo con su guitarra y comienzo a rasgarla mientras las luces comienzan a brillar con su ‘Amanecer Canibal‘… pero la soledad en este camino ácido es puntual ya que medida la canción el que antes era uno ahora son cuatro ya que además del propio Ángel encontramos su derecha a Víctor L. Pescador a la guitarra eléctrica, el flanco izquierdo es de Alex Izquierdo y es Lete G. Moreno el que cubre las espaldas al resto de la banda con su batería. Con la alineación titular al completo comienza un espectáculo que inundará de rock & roll durante casi dos hora al Teatro Municipal de Pontevedra y a quienes allí estábamos.

DSC_0850Pero no todo en el mundo de Ángel Stanich es ácido por eso la banda baila, además de sobre el escenario, entre los discos que componen su discografía, así en el segundo tema saltábamos al EP «Cuatro Rayos Cayeron» que  veía la luz hace ya más de un año con ‘Mojo‘. Con ‘Miss Trueno’89‘ ya no existía ninguna duda: el combate estaba decantado a favor del cántabro y a los allí presentes tan solo nos queda disfrutar, y si las butacas lo permitían saltar y bailar al ritmo de los temas que con total aplomo sonaba en la noche pontevedresa, porque no hay ningún tipo de duda: Ángel Stanich y su banda son realmente solventes sobre el escenario.

Capaces de conducirnos al desierto con temas como ‘Mezcalito‘ o de abrazar una vertiente más clásica con ‘El Rock & Roll nunca morirá‘, versión del increíble ‘Hey, Hey, My, My‘ de Neil Young (que sonaba de la mano de ‘El Menor‘), arrastrándonos a delta del Missisippi con ‘El Cruce‘ o llevándonos a recorrer paisajes más folk como los de ‘El Río‘, Stanich es el claro ganador: maneja los tiempos de una manera tan clásica como efectiva sabiendo en todo momento lo que hará con su presa, es decir, con nosotros a los que solo nos queda disfrutar y dejarnos llevar.

Pero Stanich no es sádico, da a aquel que se coloca ante él lo que desea, buena muestra son los momentos de comunión que trae ‘El Outsider‘ o ‘Carbura‘ y en increíble momento de explosión que produce ‘Metralleta Joe‘ que hace olvidar que aquello es la platea de un teatro, un lugar destinado a lucir joyas y no a saltar y bailar a ritmo de un barbudo y sus compañeros de velada.

Ahora que Ángel Stanich domina los tiempos, el escenario y el camino (ácido) es el momento de dar un paso más, una apuesta mayor con la que consolidarse. Vamos Ángel llévanos por nuevos caminos.

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