por Vayamos por partes. Un circo es un lugar maravilloso para descubrir y contemplar artes escénicas inverosímiles e increíbles que te dejan fascinado y boquiabierto, eso dicen… De otro lado, tenemos a Izal, el grupo madrileño que con su tercer disco recién salido del horno «Copacabana», fijó un concierto en la capital para presentarlo y que, debido a la gran afluencia de fans ansiosos de verlos, se agotó una fecha, dos y hasta tres consecutivas.
En la primera del triplete, estuve invitada. Se presentaba una noche majestuosa, en la que el Teatro Circo Price estaba lleno y expectante. Los cinco chicos ocuparon sus puestos y antes de desenfundar sus instrumentos, colocaron sus manos en la espalda, barbilla al frente y espalda erguida para dar la bienvenida a los espectadores con el prólogo que inicia su disco «Copacabana» seguido del tema con el mismo título.
No fue necesario invitar al público a ponerse de pie, ya que desde la primera sintonía y con las siguientes ‘Asuntos Delicados’ y ‘Hambre’, el circo estaba bailando y cantando los temas al unísono con Mikel. Fue en ese momento, cuando se apreció la grandeza de este grupo que fue estableciendo un equilibrio perfecto al escoger los 24 temas de su show e hilarlos cuidadosamente para rematar un concierto perfecto. «¿Estáis agusto? Nos alegramos. La vida es siempre cuestión de Prueba y Error».
Es la comodidad con el público, lo que constituye una de las bazas mas fuertes de Izal. Bebiendo en copa de vino y relajado, Mikel nos contó ‘Historia de vida y placer’ que pasaron por relatarnos que habían descubierto a Martín y su vibráfono entre su equipo y, le subieron al escenario para tocar con ellos algunos temas. También supimos que la sobrina de 
Mikel es su ‘Pequeña Gran Revolución’ y de que en México siempre había alguien que les pedía que cantasen ‘Los seres que me llenan‘.
«Este está siendo uno de los conciertos más acojonantes de nuestras vidas…». Permíteme que discrepe Mikel, pero siendo honestos, el concierto más grandioso en vuestra casa, Madrid, fue aquel 11 de Abril en el BarclayCard Center. Otra cosa bien distinta es que la banda disfrute más en salas pequeñas y reivindique que el público acuda a ellas y descubra grupos que nunca antes ha escuchado con mucho talento; pero la realidad es la realidad.
Como bien quiso Mikel, ‘Pánico Práctico’ se debió de oír hasta en la Gran Vía y es que, la tanda de los bises compuesta además por ‘Qué bien’ y ‘El baile’ fue la mejor despedida para unos fans que cantaron enfurecidos de felicidad durante todo el concierto.
Desde esa noche, me sigo quitando el sombrero con Izal; pero los circos, siguen sin convencerme…
«Y cuéntame que significa para ti esta forma de tirarte por el suelo, de mover los pies, de soportar un espectáculo al revés».
