por El Caudal Fest ha conseguido dejar una huella indiscutible en el panorama cultural gallego. El entorno del río Miño fue testigo el pasado fin de semana de un cartel constituído por artistas nacionales de primer nivel que lograron congregar en las inmediaciones del Pazo de Feiras y Congresos de Lugo a más de 22.000 asistentes procedentes de todos los rincones de la geografía gallega.
Durante la primera jornada, viernes 21 de septiembre, se subieron a las tablas nombres de la talla de Andrés Suárez, Rulo y la Contrabanda o Viva Suecia. Sin embargo, a pesar de su carácter gratuito, el recinto no se abarrotó hasta el sábado, siendo este 22 de septiembre el plato fuerte del evento.
La apertura de puertas tuvo lugar a las 15:00 de la tarde, media hora antes del inicio del concierto de los lucenses Berta Franklin. A pesar de tratarse de una hora muy temprana, teniendo en cuenta las altísimas temperaturas, la banda defendió con garbo temas pertenecientes a su último EP como ‘Alento’ o ‘A Fuxida’. Mientras el público continuaba atestando todos los espacios de sombra que ofrecía el recinto, salió a escena el también artista local David Prado, que en formato acústico interpretó entre otros ‘La rubia del 89’, ‘Volvió a ser abril’ o ‘La chica de ayer’, versionando al eterno Antonio Vega.
Fue a las 17:40 cuando los seguidores de Depedro, ajenos al calor abrasador, se desplazaron hacia el escenario para dejarse llevar por las variadas y suculentas influencias musicales recogidas por Jairo Zavala a lo largo de su extensa carrera. Tras interpretar temas como ‘Déjalo ir’ o ‘¿Hay alguién ahí?’ el artista, aprovechando que se encontraba en tierras gallegas, no quiso perder la oportunidad de invitar al escenario al reconocido músico Budiño para tocar a dúo ‘Nubes de papel’, BSO del corto cinematográfico «La pureza», cuya temática es el tratamiento de la transexualidad de la mano de cinco niños y niñas. Llorona, single del próximo disco del artista, puso el broche de oro a un concierto marcado por la emoción y euforia a partes iguales.
Caracterizada por su ritmos frenéticos y guitarras distorsionadas salió a escena la banda indie Triángulo de amor bizarro, rodeada de un público que, al igual que manifestó su vocalista, estaba pletórico de escucharlos tocar en casa. Lo mismo sucedía hora y media después cuando fue otro gallego, Iván Ferreiro, quien se subió a las tablas precisamente con el tema ‘Casa, ahora vivo aquí’. Tras hacer un repaso por su discografía, el momento álgido del concierto llegó con ‘Años 80’, coreado efusivamente por los presentes, que no dejaron un momento de tregua hasta el final del recital, que llegó de la mano de ‘Turnedo’, considerado himno por muchos de sus fans.
A las 22:15 llegó el turno de Mala Rodríguez, irrumpiendo en Lugo con su particular estilo perfilado entre el rap y el flamenco. A pesar de que en el recinto coexistían opiniones muy diversas, derivadas sobre todo por la calidad del sonido y el alto volumen de la música, la respuesta del público fue excepcional. Tanto que La Mala incluso dejó caer sobre los asistentes la invitación de subir al escenario para cantar a dúo con ella o bailar junto a sus bailarinas.
El plato estrella del festival llegó de la mano de Vetusta Morla, una vuelta a los escenarios tras más de un mes de parón que, como afirmaba Pucho, no podía haberles dejado mejor sabor de boca. Y a nosotros tampoco. Temas como ‘Deséame suerte’, ‘Golpe maestro’ o ‘Maldita dulzura’ daban paso a la emoción del vocalista al recordar el primer concierto que habían dado en la ciudad. Fue hace más de diez años, en la sala Clavicémbalo, ante aproximadamente unas cinco personas. El sábado regresaron al mismo sitio, pero a distinto lugar.
El fin de fiesta no podría haber sido de otra forma. Novedades Carminha se subió al escenario alrededor de las 2:00h para teletransportar a los todavía presentes a una fiesta tropical al ritmo de ‘Caprichito de Santiago’, ‘Cariñito’ o ‘Quiero verte bailar’. La encargada de cerrar la primera edición del Caudal Fest fue Eme DJ, que mantuvo el ritmo hasta pasadas las tres y media de la madrugada.
