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Cada vez somos más los que nos subimos al carro de los medios de comunicación y cada uno por un motivo diferente, pero tras este tiempo conociendo amigos y no tan amigos, lo mejor y lo peor, e incluso a alguno de nuestros referentes a seguir, por lo que decidimos hablar del tema. Desde luego este mundo no tiene desperdicio, ves de todo y cada cosa más rara que la anterior pero he decido destacar algunos roles que suelen ser más habituales en los nuevos medios, que cariñosamente bautizamos como locos medios de comunicación.
El fantasma
El postureo es su forma de vida y se cree que por tener una web y 5000 likes es un referente cultural, en casos graves se autodenominará “referente contracultural”. Suelen creer que tienen la verdad absoluta, subirá fotos con mil artistas y les comentará en todas las redes sociales como si de un hermano se tratase. Cada año suelen hacer un remember de todo lo que hicieron, recopilación de fotos con artistas, pulseras de festivales, etc. Se diferencian claramente de “El grupi” porque los grupos se la pelan mas allá del postureo y cambia de opinión cual veleta. Abunda entre los que estudian carreras de comunicación, especialmente en los primeros cursos.
Especialmente en el genero masculino (las féminas no suelen necesitar recurrir a esto) podemos encontrar a lo que cariñosamente llamo “El fantasma salido”. Un entrañable personaje que cumple todo lo anterior pero cuyo principal objetivo es el obvio.
El eterno acomplejado
Este perfil cada vez es más escaso pero en la “vieja escuela” se sigue viendo aún. Es el polo opuesto a “El Fantasma” y principalmente perdura en el mundo blogger, siempre se siente obligado a estar agradecido por todo y carente de derechos. Al igual que “El fantasma” tiene un complejo de inferioridad bastante serio, sólo que él no lo oculta o compensa de ninguna forma. Si no obtienen reconocimiento ni seguimiento en su trabajo acaban convirtiéndose en “El perrito fiel” y no suelen durar en este rol más que unos años.
El músico frustrado
Requisito indispensable tocar algún instrumento y llevarlo a cada festival, también tenemos la variante doméstica que sube sus propias grabaciones caseras y vídeos a sus redes sociales e incluso a su medio en casos extremos. Estos suelen tener un punto grupi con algunos músicos concretos con los que se identifica, huele a postureo por cada costado. Dentro de estos tenemos dos subroles:
El que yo llamo “El soñador y emprendedor” y para quien el mundo de los medios no es más que un trampolín para su propia carrera. Cree que con los contactos adecuados y exponiendo su material no es más que cuestión de tiempo el recibir una propuesta que lo catapulte a la fama. Suele jugar bien sus cartas y obtiene resultados, pero rara vez los que él esperaba.
El segundo es el denominado “El que vale, vale y el que no a prensa”, este no tiene pérdida, se cree el jodido Elvis y Lady Gaga aunque no comparta ni color de pelo. Posiblemente sea el único periodista que envía más mailing del que recibe y las redes sociales en sus manos son un arma de destrucción masiva. Con 13 años alguien quiso motivarle diciéndole que lo hacía bien y desde entonces nadie se atrevió a decirle la verdad.
El grupi
Sí, esos que cuando un artista escupe al cantar puedes ver en el foso casi con la boca abierta por si cae algo. Dan mucha grima y suelen ser algo monotema, al igual que “El fantasma” colapsará sus redes sociales de fotos con artistas pero en este caso mostrando auténtica devoción. Estos no buscan parecer colega de los artistas, les da igual que ellos los ignoren o que incluso puedan parecer perrillos falderos. Dentro de estos hay dos niveles:
Por un lado “El abierto”. Este eligió varios grupos y les ha sido fiel desde que dejo de cantar la canción de Calimero. De sus labios no saldrá una canción que no sea de sus grupos de cabecera o afines y al menos el 15% de su armario esta compuesto por camisetas de estos grupos. Por último, escuchará y alabará cualquier cosa de la que esos grupos hablen y tras cada colaboración de su grupo favorito escuchará toda la discografía del colaborador.
El otro lado es el lado mas oscuro “El enfermo no diagnosticado”, de estos hay y muchos. Dan muy mal rollo, son inflexibles, dictatoriales y por regla general mentalmente cortitos, borderliners en toda regla. Solo escuchan un par de grupos fetiches, no necesitan más y sus simples cerebros se sienten completos con un bucle incesante de temas. No hay que confundirlos con una “fase” sin más propia de la edad. Los mas jóvenes suelen caer en este rol en algún momento, a partir de los 20 años ya empieza a ser un poco preocupante, llegando a los 25 es carne de “Enfermo no diagnosticado” y a partir de los 25-30 ya sí, esos son. Tened en cuenta que los años 90 en España fue una epoca muy oscura para las fans locas como ya vimos con Take That.
https://www.youtube.com/watch?v=QYdLwE5lUjU&feature=youtu.be
El vocacional
Desde que tiene uso de razón le encanta la música y escribir de ella no era más que un paso lógíco, suele tener buena cabeza y está motivado. No quiere reconocimiento ni busca postureo, solo hacer lo que le gusta y disfrutar con ello. Suelen ser relativamente imparciales y objetivos. Además, sus redes sociales estarán plagadas de publicaciones de diversas tematicas y medios de comunicación, sin ningún complejo por compartir contenido de “la competencia” ya que para ellos no hay competencia como tal.
Son gente normal y mentalmente equilibrada, a simple vista no tienen ninguna tara notable y tienen una vida normal. Trabajan, tienen vida social fuera del mundo de la comunicación y tienen la comunicación como su hobby vocacional.
Son los más escasos con diferencia y los que habitualmente suelen llegar cuanto menos a ganarse el respeto del resto de compañeros.
El Encarta
Lo sabe todo de todos los artistas, ha estado en todos los conciertos (si no físicamente, ha visto el DVD) a la última en lanzamientos, discos, tendencias… el sector no tiene secretos para él. Sin embargo, su mayor rival es internet, desde que llego el 3G y la wikipedia su vida ha perdido el sentido, siendo cada vez más escasos. Hay quién echa de menos sus comentarios e interrupciones constantes pero la mayor parte del sector agradece la cercanía de su extinción.
El perrito fiel
Cuando un “Eterno acomplejado” lleva varios años estancado acaba arrimándose al árbol que más sombra da. Se siente valorado por determinados artistas, agencias y empresas del mundillo que le siguen el rollo con algún comentario puntual, RT, fav o like. Tras un tiempo, el 90% de su producción esta monopolizada por esas esas personas a las que defenderá a muerte en redes sociales sin dudar en entrar en polémicas.
Tienden a intentar encontrar trabajos relacionados con el mundillo, siempre al servicio de músicos o agencias en los niveles más bajos de la jerarquía por la que irán escalando con el tiempo, sudor y un sabor a culo crónico causado por tantos años de “duro trabajo”.
Para que esto pase, es necesario un mínimo de nivel para que por lo menos alguien esté interesado en que le dé bola. Si no llegan a ese nivel mínimo acabarán abandonando el mundillo.
El loco
Nadie sabe como llegó ahí ni por qué sigue, no sabe escribir bien, dice tópicos y hace crónicas como si no hubiese ido al concierto. Se cree que puede con todo y más y posiblemente antes de dominar la pluma se compre una cámara de fotos. Normalmente no son aceptados en ningún medio y acaban formando el suyo propio o compartido con sus iguales. Dependiendo de la edad hay dos grandes mundos muy alejados entre sí.
La versión joven es más habitual, es lo que tienen los 19 años y tus primeros festivales, beben, fuman y los conciertos son una fiesta non stop. Cualquier cosa negativa que se pueda decir de ellos no es más que fruto de la envidia de ya no poder hacerlo uno mismo, con menos de 25 años sé es mas joven sin más, que loco propiamente dicho.
El pureta sin embargo ya si preocupa más, pasa de largo los 25 y algunas veces los 30, algo ha fallado en su reloj biológico que se paró en los 19 y pese a lo mucho que le gustaría tenerlo no los tiene. Desfasan como si no hubiese mañana e intentan ocultar las resacas con buenas caras mañaneras en instagram o twitter antes de entrar a trabajar en un puesto en muchos casos también impropio de su edad.
Estos son junto a “El grupi enfermo no diagnosticado” los únicos con patologías psicológicas/psiquiátricas importantes, por lo que alejándoos de ambos no correréis peligros importantes.
El emprendedor
El más inocente de todos, corría el año 2008 cuando escuchó que internet estaba en alza y descubrió lo fácil de abrirse un blog. Desgraciadamente para él en el 99% de los casos de este mundillo no se come solo de esto y menos vas a tener empleados en tu vida. Tras varios años el “medio” se ha convertido en un grupo de colegas sin organización alguna y a los que ya les da todo igual.
El caradura
Todos conocemos a muchos así, no escriben por gusto, lo hacen por los pases y la barra libre. Tampoco creo que sea malo, dentro de estos los hay cumplidores y no cumplidores, pocas cosas más loables que escribir una crónica de la noche anterior mientras en tu cabeza los personajes de la película “Inside Out” de Pixar parecen salidos de una peli de Robert Rodríguez.
No pisará un concierto si no es de invitado y hasta cree que eso es una cuestión de principios o algo similar. Poco a poco irá perdiendo apoyos hasta quedar vetado de gran parte de medios.
