Gordo, el DJ y productor que ha conquistado las pistas de baile de todo el mundo, presenta su nuevo EP, «No Hay Verano Sin Gordo«. Un proyecto que, a primera vista, promete ser un viaje explosivo por los ritmos latinos y la electrónica más actual. Sin embargo, tras sumergirnos en sus seis tracks, la sensación es más bien la de estar ante un producto perfectamente diseñado para el consumo masivo, pero carente de alma y originalidad.
«No Hay Verano Sin Gordo» es un claro ejemplo de cómo la globalización ha homogenizado la música. Gordo ha reunido a un elenco de artistas de diferentes nacionalidades para crear un sonido que pretende ser universal, pero que en realidad suena a un collage de clichés y tendencias. El resultado es un cóctel musical que, si bien es efectivo para mover la pista de baile, carece de la profundidad y la complejidad que caracteriza a los grandes proyectos musicales.
El EP sigue la fórmula del éxito actual: ritmos pegadizos, colaboraciones de moda y una producción pulcra. Sin embargo, esta fórmula, tan repetida en los últimos años, resulta en un producto musical que carece de personalidad y que se diluye entre la multitud. Las letras, en su mayoría en inglés, son genéricas y vacías, y no aportan nada nuevo a la conversación.
Es evidente que «No Hay Verano Sin Gordo» ha sido concebido como un producto comercial. La elección de los colaboradores, la estética visual y la promoción del EP están pensadas para llegar al mayor número de oyentes posible. Sin embargo, esta búsqueda de la popularidad a toda costa ha sacrificado la autenticidad y la originalidad.
Gordo demuestra una gran habilidad técnica y un dominio de los sonidos actuales. Sin embargo, en este EP se echa en falta un mayor riesgo y experimentación. El productor se limita a repetir una fórmula que ya ha demostrado ser exitosa, pero que no lo llevará más allá de ser un simple creador de hits.
«No Hay Verano Sin Gordo» es un EP que funcionará a la perfección en las pistas de baile y que seguramente será un éxito comercial. Sin embargo, desde una perspectiva crítica, es un trabajo que carece de alma y originalidad. Gordo ha creado un producto diseñado para vender, pero que no dejará una huella duradera en la historia de la música.