Si la primera parte de «Goodbye to the Valley Low» nos introdujo al mundo íntimo y reflexivo de Hazlett, «Side B» consolida su posición como un cantautor folk con una voz única y una sensibilidad especial. Grabado en una remota cabaña escandinava, este EP completa un proyecto que se adentra en las profundidades del alma del artista australiano.
Las seis canciones de «Side B» continúan explorando los temas de identidad, conexión y búsqueda de significado que ya estaban presentes en la primera parte. Sin embargo, esta vez, Hazlett profundiza aún más, ofreciendo un retrato más íntimo y vulnerable de sí mismo. Las letras son poéticas y evocadoras, creando una atmósfera melancólica y contemplativa que invita a la introspección.
Musicalmente, «Side B» mantiene la esencia del indie-folk que caracteriza a Hazlett. Las guitarras acústicas, las melodías suaves y las armonías vocales crean un sonido cálido y acogedor. Sin embargo, en comparación con la primera parte, la producción es ligeramente más rica y compleja, con arreglos más elaborados que añaden profundidad y dimensión a las canciones.
Las influencias de Hazlett son diversas y abarcan desde el folk tradicional hasta el indie rock más contemporáneo. Su voz, suave y melódica, recuerda a artistas como Bon Iver y Sufjan Stevens. Sin embargo, logra crear un sonido propio y reconocible, gracias a su estilo de composición introspectivo y sus letras personales.
El entorno en el que se grabó el álbum, una remota cabaña en Escandinavia, ha dejado una profunda huella en la música de Hazlett. La naturaleza salvaje y la soledad de este lugar han inspirado letras introspectivas y melancólicas, creando una atmósfera íntima y personal.
«Goodbye to the Valley Low (Side B)» es un álbum hermoso y conmovedor que confirma el talento de Hazlett como cantautor. Su capacidad para crear atmósferas íntimas y sus letras introspectivas lo convierten en una voz única en el panorama musical actual. Si bien el álbum puede resultar demasiado introspectivo para algunos oyentes, aquellos que buscan una música conmovedora y reflexiva encontrarán en «Side B» un refugio perfecto.