por Declarada de Interés Turístico Nacional la Festa do Albariño llena cada año la pequeña localidad de Cambados de visitantes en busca de los mejores vinos, el mejor ambiente veraniego y algún que otro interesante concierto.
Este último caso es el nuestro quienes nos acercamos a Cambados para disfrutar de la propuesta de los argentinos Miranda! tras descubrirlo en aquel PortAmerica 2018. La noche prometía hacer vibrar cada rincón de la plaza de Fefiñanes.
La música arrancó de la mano de Shego, compuesto por Maite, Raquel, Charlotte y Elena. Abrir la noche siempre es una tarea compleja, especialmente ante un público que no esperaba su actuación. Sin embargo, el grupo logró ir de menos a más, ganando gradualmente la atención de las casi 2000 personas presentes.
El set comenzó con temas más tranquilos pero, poco a poco, el sonido fue evolucionando y las guitarras tomaron el protagonismo, adentrándose en terrenos del punk. La banda, con su energía, consiguió finalmente romper la barrera inicial de indiferencia del público, preparando el terreno para el plato fuerte de la noche.
Pasadas las 23:15h Miranda! hizo su entrada triunfal. El dúo, formado por Alejandro Sergi y Juliana Gattas, golpeaba con el electropop melodramático, así definido por ellos, más importante de la escena hispanohablante en los últimos tiempos. Presentaron su más reciente trabajo, «Hotel Miranda!«, un álbum en el que reinterpretan sus propios éxitos junto a diversos invitados, un trabajo que se ha consolidado como uno de los discos más importantes de su carrera.
Chaquetas negras, volados rojos y gafas de sol, acompañados por su banda vestida con chaquetas negras adornadas con corazones blancos, encendieron la noche con ‘Ya lo sabía‘, marcando el inicio de una auténtica fiesta. Siguieron con temas emblemáticos como ‘Nadie como tú’, ‘Lo que siento por ti’ y ‘Luna de papel’, cada canción encendiendo más al público.
La euforia alcanzó su punto álgido con hits como ‘Mentía‘ y ‘Perfecta‘, donde la plaza de Fefiñanes se transformó en una discoteca al aire libre. La energía y los sintetizadores de Miranda! consiguieron que los presentes bailasen y cantasen sin importar el qué dirán, las horas o el exceso de albariño.
El broche de oro llegó cuando la banda regresó al escenario para interpretar ‘Romix‘, agradeciendo al público por una noche inolvidable y al ayuntamiento su incorporación en el cartel. Un concierto es una especie de clase de zumba colectiva, con la multitud moviéndose al ritmo frenético de la música, sin un momento para recuperar el aliento. Más de una hora y cuarto de música sin interrupciones, sin presentaciones o charla. Base tras base, tema tras tema, los argentinos recorren buena parte de su carrera como un coche que viaja por una autopista con el pedal pisado a fondo.
Aunque el público no fue excesivamente numeroso, la energía y el entusiasmo de sus fans no tuvieron nada que envidiar a cualquier multitudinario concierto de la banda en América.
