Resulta muy llamativo comenzar un concierto con un tema que no es tuyo. Supongo que como artista eres capaz de hacer eso cuando sabes que lo que vendrá después estará por lo menos a la altura del autor versionado y por supuesto del tema, y en este aspecto creo que Julián Maeso sabe que lo hace realmente bien. Así, con ‘A Song for You‘, tema del álbum debut de Leon Russell, comenzaban Maeso y su banda su concierto del pasado sábado en Radar Estudios.
Situado tras su órgano y escudado por un viejo piano a la izquierda y un teclado Rhodes a la derecha y rodeado por tres intachables músicos, Julián Maeso se hacía con una sala deseosa de escuchar los temas en directo de su último trabajo, «Somewhere, Somehow«. Pero no fue hasta el tercer tema, ‘Long Winter Drama‘, cuando nos sumergimos en este nuevo álbum, y es que como ya hemos dicho, comenzamos a lomos de ‘A Song for You‘ para proseguir con ‘Leave It in Time‘, perteneciente a «One Way Ticket to Saturn«, anterior álbum del toledano. Increíble como tras solo tres temas Julián Maeso se había metido a la sala en el bolsillo. Sonrisas, miradas, guiños de complicidad y alguna confesión de un hombre que hacía volar sus dedos sobre las teclas con un virtuosismo al alcance de muy pocos músicos.
Pero a los pocos minutos de comenzar el concierto es cuando Julián Maeso asesta el golpe definitivo. Se levanta, deja a un lado su chaqueta de flecos y hace suya la guitarra eléctrica que descansaba tras la columna desde que accedimos a la sala. Maeso demuestra en ese momento su polivalencia y buen hacer como músico. No hay dudas, Maeso no tiene intención de hacer prisioneros y ha llegado a Radar Estudios para arrasarnos con su música.
Con Julián Maeso a la guitarra, ‘No Earthly Paradise‘ y ‘The Road Less Traveled‘ nos muestran la vena más funk de la banda. Y de nuevo al piano fue el momento de ‘Back to Me, Back to You‘ y la exquisita ‘Before They Leave‘, una manera de despedirse y agradecer las pequeñas cosas antes de un adiós definitivo, una canción que Maeso escribió para su padre pero que considera aplicable en muchos momentos de la vida.
Colocarse ante Julián Maeso y su banda es asistir a un festival musical. Es colocarse ante unos músicos encajan y se complementan a la perfección sobre el escenario. Paco Bastante y Mario Carrión ocupan en lugar posterior y casi sin ser vistos llevan el ritmo del concierto mientras Paco da la réplica a Maeso con su guitarra.
Poco a poco el concierto se encaminaba a su fin y ‘I Must Been Dreaming‘ se unía a ‘Keep on Striving‘ para completar un gran espectáculo que concluía con aplausos y gritos de «otra, otra» que propiciaron la vuelta de la banda a escena.
Este retorno al escenario de Radar Estudios nos trajo tres nuevos temas. Comenzamos con ‘It Can’t Be True‘ para proseguir con ‘Hanging on a Wire‘. Bailes, saltos, movimientos de cabeza al son de la música nos condujeron al fin de fiesta que llegaba con ‘You Gotta‘ tras casi dos años de rock, folk, blues e incluso algún que otro guiño al country y a Dylan pero sobre todo con muchas sonrisas: de complicidad, de satisfacción y de felicidad.
Sin duda el concierto de Julián Maeso dejará en nosotros el poso de haber asistido a un espectáculo técnicamente sublime de principio a fin; a un concierto en el que una banda de acompañamiento se convierte en mucho más que eso sin necesidad de abandonar las sombras del escenario para reclamar su protagonismo. Y es que Julián Maeso no solo es bueno, sino que se rodea de grandes músicos dejando clara su clase como artista.