enero 16, 2025

Los Planetas y Atlantic Fest, el idilio continúa (I)

La verdad es que cuando vi la confirmación de la banda granadina en la edición de 2022 del festival durante un segundo pensé «siempre lo mismo«, lo cual no es del todo cierto. Es cierto que para Atlantic Fest Los Planetas son su grupo fetiche, cada par de años los podemos encontrar sobre el escenario si bien es cierto que no son una banda que se suele prodigar en festivales en Galicia. Un cartel bastante ecléctico que combinaba sin sonrojarse a las Nancys Rubias con Quique González o a Rojuu con Calamaro, crisol de estilos, crisol de edades y una alta posibilidad de generarnos una resaca musical difícil de gestionar.

Podríamos dividir esta crónica por jornadas pero hemos decidido que lo mejor será disparar el mejor gancho en el primer asalto y el mejor gancho han sido sin duda, contra todo pronóstico, Los Planetas.

Los granadinos están en un estado de forma como pocas veces. Un set list maridado por contraste capaz de alternar la densidad de ‘Seguiriya de los 107 faunos‘ ó ‘Reunión en la Cumbre‘ con temas mucho más pop como ‘Pesadilla en el Parque de Atracciones‘ ó ‘David y Claudia‘. Un concierto en el que ira de Eric marcaba el latido de una banda que suena como nunca ha sonado (sí, coño, sí, incluso a Jota se le entiende). Sin duda este concierto es uno de esos que consiguen que aquellos que los miran de soslayo se conviertan en fieles gracias a sus lisérgicas melodías y al temperamento de la banda, un concierto que más que música parecía religión. 

[Tengo un conocido que se niega a ver a Los Planetas en directo, decidió que a principios de los 2000, tras muchos aciagos conciertos de la banda, había vivido una experiencia irrepetible y que jamás jamás viviría otra así. Óscar a este podrías haber venido]

Otro de los grandes triunfadores de Atlantic Fest fue sin duda Andrés Calamaro. El argentino sabe como hacer las cosas cuando abandona ese personaje que oscila entre la señora trasnochada y el crooner de poca monta.

Un artista capaz de poner los pelo como escarpias a un cuarenta añero al ritmo de ‘Crímenes Perfectos‘, capaz de invocar a la ‘Alta Suciedad‘, sumergirse en su pasado y nadar en contra de la corriente para siempre, siempre, acordarse del Diego. Un artista que ha creado una escuela de la que sigue siendo el maestro y en la que nadie, por mucho que lo hayan intentado (e imitado), ha logrado superarle.

Como siempre el personaje decidió hacer gala a su fama y al final de su slot sacó un capote para torear al aire, al final, con lo único que lidió fue con multitud de peinetas que le dedicó el respetable.

¿Y las Nancys Rubias qué?

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