Wanna Dee me parece un tipo auténtico. Una chupa de cuero sobre un peluche negro. Si se me permite la licencia de nombrar al bueno de Benito, al escuchar una de sus últimas canciones «Yo visto así«, se me vino la imagen de cuando nos encontramos con Wanna Dee justo antes de arrancar su 1%.
Wanna Dee. Un tipo auténtico
No es sencillo conocer a Wanna Dee, de hecho, parece ocultar algo bajo todo ese estilo, ese bigote, esos colores. Pero al contrario de lo que pasa normalmente, parece esconder lo bueno, una ternura que apenas se atisba cuando sonríe. Tiene algo de artista vintage, de que nunca sabes por dónde realmente le interesa ir. Un destello de diva, al no querer desvelar su edad. Un fogonazo de colega que se toma unas copas con un EPI.
Tiene gusto al cantar, con y sin autotune. Pero parece no llegarle nada. Hace poco lo veíamos en un directo por streaming. La música por la pantalla es una mierda, fuera caretas. Pero algo de la magia del escenario, de la voz, conseguía traspasar la pantalla, y llevarnos a 2019, aunque fuera por un instante.
Like a night Raven
A Wanna Dee la pandemia le vino mal, cómo a todos, pero a él pilló en plena salida del disco, y con lo puesto. Tiene ambición y esperamos mucho de él para el 2021. Para empezar ya ha hecho ese pequeño acústico para rematar el año. Y con el ebrio cantar de Chavela Vargas por bandera, no esperamos menos que lo que él piensa de la interpretación de Its Soul de La Llorona: Una putísima maravilla.