abril 26, 2024

«Alguien voló sobre el nido del cuco»: crítica y locura

El pasado 11 de octubre se estrenaba la obra y versión teatral «Alguien voló sobre el nido del cuco», de Dale Wasserman, que parte de la novela de Ken Kesey, y que estará disponible hasta el próximo 4 de noviembre en nuestro ya querido Teatro Fernán Gómez de Madrid.

Toda la obra se desarrollará en una aséptica escenografía en la que domina el color blanco (nos encontramos en las instalaciones de un hospital psiquiátrico), sencilla decoración de la mano de Laura Lostalé que bien contrasta con la proyección de vídeo sobre una de las paredes que va surgiendo de manera alterna durante la función.

Como adelantamos, nos encontramos en un psiquiátrico cuyos pacientes son: Dale Harding (Alejandro Tous), Billy Bibbit (Niko Verona), Martini (Fernando Tielve), Cheswick (Emilio Gómez), Scanlon (Manuel Teódulo), Ruckly (Ramón Valles) y el Jefe Bromden (Rodrigo Poisón). Todo ellos conviven entre las paredes del centro estando bajo las órdenes de la rígida y exigente enfermera Ratched (Mona Martínez), que cuenta con la ayuda de la enfermera Flinn (Carmen Ibeas) y los auxiliares Williams (Javier Sáez), Warren (Chechu Moltó) y Turkle (Sergio Pozo).

Todos ellos son compañeros en los que cada uno tiene su propio toc, y entre todos parece que llevan tiempo conviviendo, compartiendo sesiones de terapias -dirigidas por la indiscutible Ratched junto al Doctor Spivey (Manuel Tiedra)- para compartir sus miedos. Todo parece desarrollarse en una armonía y tranquilidad rutinaria, sin embargo, es con la llegada de McMurphy (Pablo Chiapella) cuando todo eso se derrumba.

Pablo Chiapella muestra su lado interpretativo más desafiante, descarado y positivo, y llega a esta institución mental huyendo de la cárcel, encontrándose con el grupo de enfermos que se sienten perplejos ante su llegada. Poco a poco McMurphy se irá ganando la confianza de todos (incluso de Scanlon) y sacará de todos ellos diferentes facetas para que toda esa armonía se rompa y saque de quicio a la enfermera Ratched.

Esta nueva adaptación de «Alguien voló sobre el nido del cuco» es una corrosiva metáfora de la sociedad que pretende aislar, transformar y, finalmente, aniquilar a las personas cuya imaginación y razón son tan poderosas que hacen ignorar a los sentidos cuando éstos se enfrentan a ellas.

Sin poder narrar mucho más para no desvelar detalles, «Alguien voló sobre el nido del cuco» son 180 minutos que la productora La Dalia Films ha sabido aprovechar cada uno de ellos para mostrarnos una crítica de la sociedad de este siglo XXI, esclava a cosas insignificantes y olvidadiza de otras cosas de mayor calibre.

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