Cantaba Carlos Gardel aquello de «que 20 años no es nada» en el glorioso ‘Volver‘ pero ¿30 años que son? Para responder a esta pregunta decidimos acercarnos al Teatro Principal de Pontevedra para descubrir que implican 30 años para una de las bandas referencia dentro del power pop de los noventa que se han mantenido hasta hoy: The Posies.
Lo primero que nos llamó la atención fue la hora y es que los de Seattle hacían doblete el pasado sábado: por la mañana descargarían todo su arsenal en Pontevedra para esa misma noche hacer lo propio en Lugo. Una sesión doble que nos obligaba a disfrutar de los riffs de Stringfellow y Auer a una hora poca habitual (las 12.00) en un entorno no demasiado usual como un teatro ¿serían capaces de trasladarnos a las noches de sudor y música a las que nos tienen acostumbrados?
The Posies se presentaban en Pontevedra con la formación que se grabó aquel «Frosting on the Beater«, es decir además de los ya mencionados Jon Auer y Ken Stringfellow, podíamos encontrar sobre el escenario a Dave Fox al bajo y Mike Musburger a la batería una alineación titular que nos dejaba muy claro que The Posies no venían a pasear por Europa en esta gira 30 aniversario sino que su idea es demostrar que siguen muy presentes. Una idea que se refrendaba al primer acorde del concierto: sonaba ‘Dream All Day‘ y los estadounidenses prendían fuego al Principal desde el primer tema, enganchandonos así para no soltarnos hasta la última nota.
Durante hora y media recorrimos buena parte de la discografia de la banda, desde los temas de los 90 como el ya mencionado ‘Dream All Day‘ o ‘Solar Sister‘ hasta temas más recientes como ‘So Caroline‘ u ‘Ontario‘, canción que marcaba el final del show. Un set-list totalmente estudiado para celebrar tres décadas sobre los escenarios y mostrarse como uno supervivientes de una escena que poco a poco se ha ido apagando.
Me preguntaba una compañera que no había podido asistir al concierto cómo veía a la banda, si había encontrado demasiadas diferencias con su anterior paso por Galicia en mayo del pasado año. Analizando un poco considero que The Posies suenan mucho más compactos que en aquel momento, que la relación musical entre Auer y Stringfellow se encuentra en un momento álgido sonando, no como hace 30 años porque para empezar yo aún no estaba ahí, como una banda medida al milímetro capaz de dar al espectador lo que desea en cada momento porque sí, Gardel tenía razón, 20 años no es nada y los Posies incluso pueden presumir que una década más tampoco lo es.