Dreambeach cierra su nueva edición, en la que estuvimos presentes, con una asistencia total de 155.000 personas, una gran cifra para un festival que apunta a una expansión internacional en crecimiento.
El Jueves llegamos al festival con ganas de ver esa producción espectacular de escenarios que habíamos visto en fotos, y vaya que si lo era. Dreambeach nunca decepciona en materia de producción y una vez más nos volvió a impresionar con su espectacular montaje tanto en el Mainstage como en la Dreams Tent, aunque el Open Air San Miguel tampoco se quedaría atrás.
En cuanto las actuaciones del Jueves, a primera hora el protagonista sería el rap en el escenario principal, donde pudimos presenciar la potencia de Mala Rodríguez, con una actuación que no nos decepcionaría en absoluto igual que en la pasada edición, o la maestría de Kase.O con temas de su último disco y grandes clásicos ya de la historia del hip-hop español, acompañado de R de Rumba, su incondicional compañero.
Tras el rap, la electrónica se apoderaría del escenario principal. El primero en abrir fuego fue uno de nuestros favoritos: Don Diablo. El dj y productor holandés dispararía temazo tras temazo, producciones propias y remixes de clásicos conocidos, pero de una manera respetuosa. Sonaron en su sesión Gorillaz, The Killers o M83, mientras que por otro lado pudimos escuchar temazos suyos como Chemicals, Save a little love, Anytime o Momentum. Aunque su sesión fue muy parecida a la de Tomorrowland 2018, fue de las que más pudimos disfrutar de este escenario principal.
Axwell ^ Ingrosso venían con retraso, así que Timmy Trumpet tomó su puesto en los horarios, momento que aprovechamos para pasarnos por la Dreams Tent, donde en ese momento se encontraba un B2B de Exium y Reeko. El ambiente en la carpa era espectacular, y la producción una vez más nos dejo boquiabiertos. Tras esta inclusión en la Dreams Tent, llego el momento de ver a los grandes cabezas de la noche: Axwell ^ Ingrosso.
Una sesión un tanto agridulce, con temas de Sweedish House Mafia, pero a la misma vez una sesión que nos dio una sensación de ser algo plana y de aburrir. No defraudaron pero tampoco superaron a Don Diablo. Después de esta sesión la noche llegó a su fin, y nos preparamos para un segundo asalto.
La segunda jornada de Dreambeach estuvo cargada de sets en la Dreams Tent que nos interesaba, tanto era así, que dejamos de lado el Main Stage para centrarnos en este escenario.
La tarde empezó con unos The Martinez Brothers que no estuvieron nada mal. Los estadounidenses una vez más congregaron a un buen número de amantes de la electrónica en la Dreams Tent y golpearon a golpe de tech house y house a cada uno de los presentes. Una sesión muy dinámica y bastante acertada para comenzar la jornada.
La noche continuó con Loco Dice, que nunca defrauda y ya es la cuarta vez que lo podíamos ver. Sus sesiones no decepcionan a nadie, y esta vez no fue menos.
Nos escapamos a ver al cabeza de cartel de la jornada en el Main Stage, que era el joven Martin Garrix. No es santo de mi devoción, ni después de esa noche lo será, me pareció uno más entre el montón con una sesión regulera y con más gritos del propio dj que del público.
A Martin Garrix le siguieron las hermanas australianas Nervo, que ya son unas incondicionales de Dreambeach. Su sesión fue animada y bailonga, aunque con unos cuantos destrozos de remixes por en medio, no están mal si lo que pides es fiesta y poca música, sin ser las peores del festival, y sin negar que lo pasáramos bien en su set.
Al terminar las Nervo, fuimos corriendo a posicionarnos para el set de Maceo Plex, que para nosotros fue el mejor del festival junto a Amelie Lens en la Dreams Tent. Sus ritmos, sus cambios de velocidad casi imperceptibles y su estilo, nos dejaron embobados durante más de una hora con uno de los mejores set que se pueda recordar. Simplemente maravilloso.
Amelie Lens cerraba nuestra noche con un estilazo inconfundible y coronándose como la reina del techno y la reina del Dreambeach. Estamos seguros de que llegará a ser de las más grandes de la escena mundial del techno.
La última jornada de Dreambeach para nosotros era la más floja de manera general, aunque había unos cuantos platos fuertes que no queríamos dejar sin probar. Hardwell fue uno de esos platos fuertes en el mainstage. Un set muy emotivo, bien ejecutado y seguramente uno de los mejores del Main Stage, además de ser el más multitudinario con castillo de fuego artificiales incluído. Al final de su set se anuncio la expansión de Dreambeach a Latinoamérica, por lo que habrá Dreambeach 2019 en Chile, exactamente en Enero.
Uno de los momentos más deplorables que he podido vivir en estos cuatro años que llevo asistiendo al festival, es el del set de Brian Cross. Un set más propio de discoteca de pueblo que de gran festival, no entiendo como pudo tener ese horario tan bueno en un escenario que se le quedaba grande. Si sumamos eso a su intrusión constante en temas de políticas de Cataluña, creo que su set sobraba.
Espantados de Brian Cross pudimos ver a Tale Of Us en la Dreams Tent con un set que cumplía, pero nada más. No fue el gran set de este escenario, ni de lejos.
A diferencia de KSHMR, con un set cuidado, sobre todo en visuales, que conforme avanzaba su set iban contando una historia. De los mejores set del festival y una grata sorpresa, sobre todo como ya hemos dicho, por sus visuales que te introducían en una historia.
Para terminar la noche (al menos para nosotros), llegó el turno de Vini Vici en el Main Stage. Si a esto lo llaman trance, apaga y vámonos. Un set comercial, plano, homogéneo, nada que ver con otras actuaciones del dúo israelí. Un final un tanto amargo para un festival que ha estado a la altura, aunque para nuestro gusto, con unos escalones por debajo de sus anteriores ediciones respecto a las actuaciones.
Esperamos con ansias noticias de Dreambeach 2019 tanto para Villaricos como para Chile. Y quién sabe, si quizás podamos escaparnos al otro lado del charco…