Habitualmente los museos son contenedores de arte inerte: esculturas, cuadros, exposiciones… pero en ocasiones los museos se llenan de vida tal y como ocurrió el pasado sábado en el Museo do Mar de Vigo donde Nicolás Pastoriza presentaba su nuevo trabajo, «PyME«. Un trabajo que veía la luz el pasado 23 de marzo, pero del que aún no habíamos tenido oportunidad de disfrutar del directo. En este nuevo álbum, Pastoriza pasea, una vez más, entre el costumbrismo y lo bizarro para crear canciones únicas e irrepetibles.
Para quienes el nombre de Nicolás Pastoriza os resulte ajeno, os podemos contar que estamos hablando de una de las referencias del pop galego, componente de formaciones como La Marabunta, una banda que contaba con la presencia de Pablo Novoa actual director de la banda del programa de TV Late Motiv, o Ectoplasma. Un músico al que le gusta colaborar con otros compañeros del gremio y que bien podría ser también amigo de Mulder & Scully. Un compositor capaz de narrar historias de amor a través de abducciones y de visitas alienígenas, composiciones que no dejan indiferente al oyente y con las que éste, desde la primera escucha, amará o detestará al músico.
Y sí, nosotros pertenecemos a ese primer grupo que considera a Nicolás Pastoriza como un artesano del pop. Es un artista capaz de acercarse al día a día con una perspectiva fuera de lo común en la que lo paranormal, las películas de Serie B y los monstruos (imaginarios y reales) tienen mucho que decir. Así que no podíamos rechazar la invitación de descubrir «PyME«, el último LP vigués, en directo. Y, como todo lo que rodea a Nicolás Pastoriza, la cita distaba mucho de ser usual, el concierto se celebraría en Museo do Mar de Vigo. Se trata de un lugar privilegiado donde, además de música, podríamos disfrutard del espectacular atardecer en la Ría de Vigo, no lo olvidéis. El primer sencillo de este «PyME» respondía al nombre de ‘Ovnis entre Cíes y Nigrán‘. ¿Vendría algún ovni a por nosotros?
Como Jimmy Cooper vistiendo sus mejores galas en Quadrophenia, Nicolás Pastoriza hacía suyo el coqueto escenario del Museo do Mar entre calor y aplausos. Lo hacía acompañado de Sergio Martínez Puga a la batería, Marcos Rivera a la guitarra y Brais Iriarte al bajo. Esa es la formación titular de este «PyME«, un trabajo que poco a poco se fue desgranando ante el centenar de invitados que hacían pequeño el espacio acotado para el concierto.
Críticas, sonrisas, anécdotas, un móvil olvidado en el WC (por favor, si aún no lo han recogido que sepan que está en la cafetería del museo) y mucha música. Los estores que cubrían los ventanales se elevan mientras en el escenario comienza a sonar ‘Ovnis entre Cíes y Nigrán‘, que enlaza con ‘Mujer de Centro Derecha‘ y ‘Ripley Dice‘… Debo reconocer que, cuando escuché está última, me dejó algo frío pero el sábado, no sé si por la situación y contexto o porque realmente en vivo gana mucho, fue uno de los temas que más me gustó de este «PyME«.
Aplausos y vuelta al escenario. Como no podía ser de otra manera, un fin de fiesta al ritmo de ‘Anochece en el Berbés’, esa versión del ‘Waterloo Sunset‘ de The Kinks en la que se nos narra cómo Susana y Emilio comparten partidas a la Game Boy y algún pitillo furtivo. Broche de oro a un concierto en el que los temas del nuevo trabajo de Nicolás Pastoriza se hicieron grandes y vivos, creciendo y llenando de vida un museo plagado de antiguos motores, fotografía y a veces, pocas veces, bonitos sonidos.