«Before the End» es el segundo trabajo de la banda noruega Bohem, un trío de rock a la viaje usanza que hace unas semanas visitaba España para presentar este nuevo trabajo. Un trabajo que continúa la estela de su disco debut, «Nomadsland«, pero en el que su sonido es más directo y menos producido, un disco en el que Bohem suena a Bohem.
En Hipsterian Circus hemos podido hablar con Carlos, bajista de la banda y conexión hispana de la misma. Una conversación que ahora compartimos con vosotros y os aseguramos que no os dejará indiferentes. Porque esto es Bohem, esto es rock:
(Pregunta) – Bohem es un banda de rock compuesta por dos noruegos y un español, quien fue a visitar a una amiga a Noruega y se ha quedado casi dos décadas, la pregunta es inevitable: ¿cómo surge Bohem?
(Respuesta) – Yo comencé a trabajar como músico de sesión nada más llegar a Noruega, de esta forma conocí a André Davidsen (cantante y guitarrista de Bohem) y nos hicimos amigos rápidamente. Fue unos años después que me pidió que le produjera unos temas y así lo hice, pero en este proceso lo que empezó siendo un disco en solitario resultó ser el nacimiento de un trío.
(P.) – En vuestro primer trabajo, «Nomadsland», nos invitabais a Tycoon Town, un universo creado para la ocasión en el que seguíamos del andanzas de varios personajes ¿De dónde nace esa idea de no solo crear una canción o un disco sino un universo al completo?
(R.) – En realidad es pura estrategia. André, que es el letrista, es un tipo feliz y con pocos problemas pero no le parece muy apasionante escribir letras sobre lo bien que se lo pasa en su vida, así que decidimos crear un universo, una historia.
De esta forma hay una fuente insaciable de drama, de situaciones extremas y esto nos da mucho más juego a la hora de dramatizar lanzando a su vez un mensaje más profundo. Sí que es verdad que está lleno de paralelismos con nuestras vidas personales.
(P.) – «Before the End», vuestro nuevo trabajo, es la segunda entrega de lo que será una trilogía musical. Eso implica que a las historias que guarda Tycoon Town aún le queda una nueva entrega ¿Ya habéis pensado en el futuro de sus habitantes? ¿Tenéis ya preparada la conclusión de sus andanzas?
(R.) – Pues ya va tomando forma, en general sabemos en qué dirección va todo, y sinceramente tenemos muchas ganas de finalizar Tycoon Town y renovarnos líricamente. Más no puedo decir porque arruinaría el suspense.
(P.) – Está claro que en este nuevo trabajo os habéis vuelto más crudos, habéis dejado a un lado esa pátina pop para sumergiros más en el rock de corte americano ¿era una evolución prevista desde el principio o ha surgido de manera espontanea y natural?
(R.) – En mi opinión pop es sinónimo de producto, de modas, y a mí lo que me apasiona es el arte, no la atención de las masas, por lo cual era solo natural alcanzar esta metamorfosis, que se hizo más evidente cuando pasé a ser el productor y arreglista de la banda.
(P.) – Acabas de comentar una cosa que me parece realmente interesante: en este segundo trabajo tú eres el productor. En Hipstercian Circus suponemos que esta decisión se debe a la búsqueda de un sonido propio para la banda ¿debe una banda controlar todos los procesos de la producción de sus álbumes para sonar a ellos mismos?
(R.) – ¡Buenísima pregunta! Pues yo creo que sí y no, es decir: sí porque no existe el error, solo el cambio. Y no porque esto es solo factible después de cierto kilometraje, si no hay experiencia como para eso pues se convierte en un hueso muy grande que masticar.
Personalmente pasé como 15 años produciendo mis cosas y experimentando y cometiendo todos los errores por cometer antes de auto-proclamarme productor. Pero sí, en nuestro caso era la única forma de sonar como ya sonaba en mi cabeza.
(P.) – Citáis como principales influencias a Led Zeppelin y a The Beatles, que no están mal, pero si a mí me pidiesen que dijese de donde bebe Bohem me iría más a grupos del corte de Alabama Shakes ¿cómo se consigue mantener el equilibrio entre géneros a priori tan distantes?
(R.) – Sencillo, Led Zeppelin es referencia standard del rock, o así lo vemos Samuel Nimoson Junior (batería) y yo.. a su vez The Beatles son referentes en composición pop, y así lo siente André, de ahí el nombrar estas bandas.
Dicho esto, yo intento e incluso me esfuerzo en no sonar como ellas, ya que para eso ya están ahí sus grandes obras. Alabama Shakes es un grupo que he conocido hace relativamente poco y me encantan, ¡así que me lo tomo bien!
(P.) – Está claro que la música es música en cualquier lugar del grupo pero que la idiosincrasia de las personas es totalmente diferente ¿cuáles son las principales diferencias que encontráis cuando os subís a un escenario en España y en Noruega?
(R.) – Se consume menos alcohol en España (me río por no llorar) pero se es más puntual en Noruega. También por razones obvias el precio de entrada no supone un infarto en Noruega como ocurre aquí jaja
(P.) – Tristemente en España es muy complicado, casi imposible, no solo vivir de la música sino del arte en general y los políticos actuales no hacen más que gravar las artes con impuestos y restricciones ¿cómo es la situación en Noruega?
(R.) – Bastante mejor partiendo de la base de que ser autónomo es GRATIS. España hay un nivelazo, y unos músicos para flipar, pero el gobierno, los empresarios son un cáncer en nuestro país.
(P.) – Habéis pasado una semana en España dándonos a conocer este «Before the End» en pequeñas píldoras pero ¿cuándo os veremos girando por aquí?
(R.) – Tenemos muchas ganas de girar y la esperanza es de poder hacerlo en otoño.
(P.) – ¿Cuáles son vuestros planes de futuro? ¿Que se divisa en vuestro horizonte?
(R.) – En realidad solo es seguir, poder seguir viajado y tocando nuestras canciones, la intención siempre es cada vez ir a más países, tocar para más público, y bueno, personalmente lo que más satisfacción le da a un artista de cualquier disciplina es dar, transmitir emociones fuertes, al fin y al cabo es por estas emociones que nos enamoramos de este arte infinito.
(P.) – Muchas gracias por vuestro tiempo y esperamos veros pronto sobre los escenarios españoles.
(R.) – Muchísimas gracias por hacernos un hueco, ¡amenazamos con volver!