Hace menos de una semana Amaro Ferreiro lanzaba al mercado su segundo trabajo en solitario: «Biólogo«, un disco que os presentábamos el mismo día de su estreno. Veinticuatro horas más tarde, el menor de los Ferreiro, se sentaba con nosotros un par de horas antes de subir al escenario vigués de El Ensanche para hablar de «Biólogo«, de «La Ciudad de la Agujas» o de su afición por tropezar:
(Pregunta) – Hemos leído que el título de este trabajo viene de cuando de pequeño querías ser biólogo, así que pensamos que es el momento de preguntar: ¿qué queda de aquel niño que quería ser biólogo en el hombre que ahora es músico?
(Respuesta) – Pues creo que queda mucho porque en el fondo aquel chaval que quería ser biólogo era un chaval con bastante imaginación: siempre me ha gustado imaginarme en situaciones no propias de mi edad, y supongo que no he cambiado mucho, aunque haya cambiado mucho en otros aspectos por las experiencias que me ha dado la vida, pero sigo siendo ese niño con un mundo interior bastante rico.
El tema de biólogo se debe a que mi madre me había hecho unas tarjetas como la que hemos recreado ahora para la portada del disco y es que sigue sonando muy bien «Amaro Ferreiro. Biólogo». Es una buena presentación.
(P.) – Pero no deja de resultar llamativo que un niño quiera ser biólogo y no futbolista, astronauta o policía.
(R.) – Sí, bueno, yo creo que me gustaban los animales, la naturaleza… y alguien me dijo esa palabra y pensaba que los biólogos estaban todo el día rodeados de animales, de tigres, de leones… después con el tiempo me enteré que los biólogos pasaban mucho tiempo metidos en los laboratorios.
(P.) – «Biólogo» es tu segundo trabajo en solitario, un trabajo que llega casi una década más tarde de aquel «La Ciudad de las Agujas» ¿no son muchos diez años?
(R.) – Pues sí, la verdad es que sí. En algún momento parecía una eternidad aunque también es cierto que en estos diez años no he estado metido en mi casa. He trabajado mucho con Iván y durante estos diez años siempre he tenido la voluntad de hacer este trabajo. Ahora que lo he terminado no parece que el tiempo haya sido tanto, ahora parece que todo tiene más sentido.
(P.) – Conociendo tu faceta de compositor tenemos claro qué canciones no faltarían ¿qué faltaba entonces?
(R.) – Faltaba por una parte la confianza en mí mismo; por otra parte faltaba la gente necesaria para poder llevar esto a cabo, faltaba Pablo Novoa para darle forma a todo y después faltaba el tiempo para hacerlo. Todas estas cosas unidas, también unido a que este último año y medio con Iván apenas hemos trabajado porque hemos parado para poder hacer con calma su nuevo disco, entonces se alineó todo para que este fuera el momento perfecto para «Biólogo«.
(P.) – Y ya que hemos hablado de tu anterior trabajo («La Ciudad de las Agujas«) ¿qué ha cambiado en tu música en este tiempo?
(R.) – Pues espero haber aprendido a tocar un poco mejor, también a cantar un poco mejor y espero que haya aprendido algo de este extraño arte de la composición (y que también lo haga un poco mejor que en aquella época).
Yo creo que «La Ciudad de las Agujas» fue una especie de trabajo hecho con mucha voluntad y mucha ilusión pero a veces me faltaban muchas armas que ahora creo tener mejor afiladas.
(P.) – Aunque «Biólogo» salió al mercado ayer ya has tenido la posibilidad de presentarlo en vivo (en Fotomatón o más recientemente en el SantiAutor). ¿Cómo lo está acogiendo el público?
(R.) – Pues la verdad es que muy bien. El primer concierto que hicimos en Fotomatón la gente acudió sin haber oído si quiera una canción y escucharon atentamente. Creo que lo disfrutaron, nosotros lo disfrutamos mucho.
El jueves pasado en el SantiAutor más o menos lo mismo, el disco aún no estaba disponible y la gente que se acercó lo hizo con ganas de escuchar y creo que todos se fueron con buen sabor de boca.
(P.) – Una de las canciones que más me ha llamado la atención de este «Biólogo» ha sido ‘Madam Mim‘, aquella bruja del universo Disney que cambiaba de forma. ¿Cómo ha surgido este tema?
(R.) – ‘Madam Mim’ puede ser la canción más antigua de todo el repertorio que hay en «Biólogo» y la hice hace más de veinte años. Es una de las primeras canciones que debí hacer.
Yo era muy fan de Walt Disney y de sus películas y las he visto miles de veces; esta de «Merlín, El Encantador» muchas veces y no sé, creo que fue un intento de ver más allá de lo que hay en la propia película. Parece que entre Mim y Merlín hay una historia de amor subyacente y supongo que cuando la hice traté de meter a alguien cercano a mí en el papel de Mim y había cierto rencor a la hora de escribirla. Pero ahora, recuperándola como de memoria (creo que la he recuperado casi entera, quizás una frase haya quedado atrás) para incluirla en este trabajo me gustó mucho y todo ese rencor que había lo quité porque en el fondo, ahora, me siento mucho más identificado yo mismo con Madam Mim que aquella persona.
(P.) – Sigamos diseccionando un poquito más este trabajo y hablemos ahora de ‘Enfermedad Estéreo‘. En la redacción de Hipsterian Circus se ha gestado una ardua polémica: parte de la redacción opina que esta canción habla de una enfermedad física mientras que la otra opina que habla de los distintos y cambiantes estados anímicos que sufrimos las personas. ¿Con qué grupo me debo aliar para que me paguen el café el resto de la semana?
(R.) – (Risas) Vamos a ver, yo creo que primero es una canción que trata de hablar sobre a lo que me dedico. La música es algo que hay que hacer pero es algo que puedes hacer con gente: con cuanta más gente colabores todo es mucho más divertido, pero hay veces en las que uno está solo en casa, con la guitarra, intentando sacar algo… y habla un poco de eso, de esa enfermedad que tengo de estar siempre buscando algo sobre lo que escribir o algo sobre lo que contar. En ese aspecto es una canción que habla de cómo se hacen las canciones, una metacanción.
Por otra parte, cuando habla del plomo y del corcho es un consejo que me dio mi cuñado un día que me dijo que en la vida hay dos tipos de personas: hay personas que son como un plomo y te llevan al fondo y hay personas que son un corcho y hacen que te mantengas a flote. También hay un poco de eso de eso incluido en la canción.
Si es una enfermedad física o no… si es una enfermedad física no está catalogada como tal, pero sin duda también habla de algo muy profundo, algo desde que era un adolescente y empecé a escuchar música: a veces me hacen más compañía las canciones que estoy escuchando en ese momento que la propia humanidad. Así que es un poco de esa enfermedad que tenemos algunos con las canciones pop.
(P.) – Dice Josef Ajram, broker, deportista y coach, que todas las personas tienen un don o son expertas en algo. Tú te defines como experto en tropezar e incluso has compuesto un tema titulado ‘Experto en Tropezar‘. ¿Sólo aprendemos de nuestros tropiezos?
(R.) – El fracaso en esta sociedad en la que estamos está muy mal visto, yo creo que se aprende mucho más de un fracaso que de una victoria.
(P.) – ¿Y no es triste pensar que sólo aprendemos fracasando?
(R.) – La condición humana. Somos el único animal que tropieza todo el rato contra la misma piedra y no nos damos cuenta que ese no es el camino.
Trataba de hablar de tropezar como un valor. A través de esos golpes debemos aprender y tratar de llegar a otros sitios. Creo que todos somos expertos en tropezar aunque algunos no lo quieran reconocer.
(P.) – ‘Consummatumm Est‘ es un tema compuesto como banda sonora para «Versos, Canciones y Trocitos de Carne», la trilogía de César P. Gellida. ¿Cómo surge esta oportunidad de combinar música y literatura?
(R.) – Cuando surgió la oportunidad de colaborar con César primero íbamos a hacer una canción para esta banda sonora, pero cuando estuvimos con César en casa de mi hermano empezamos a hablar. Así surgió la idea de en vez de hacer una canción hacer tres, una por cada libro.
Teníamos la primera que había hecho Iván, que era ‘Memento Mori’, un tema acabado entre ellos dos. Después estaba ‘Dies Irae’ que la hicimos un poco entre los tres y casi no daba tiempo a más, César se iba en unas horas pero yo tenía estos acordes, esta melodía y si la primera habla un poco como del asesino, la segunda, ‘Dies Irae’, habla de Lopategui, así que nos faltaba una para Ramiro Sancho que es como el policía que va tras el asesino. Con esa premisa hicimos este tema con el «hay que joder» que es como la frase que usa Ramiro Sancho todo el rato y así montamos la canción.
Es cierto que la introdujimos en esa banda sonora pero yo era consciente que quería hacer mi propia versión. Aunque encaja con esa persecución de Ramiro Sancho tras el asesino, creo que también cuenta algo de mí mismo. Esa persecución de algo que no sabes muy bien lo que es pero lo persigues y vas en esa dirección todo el rato.
(P.) – Debo confesar que se trata de uno de mis temas favoritos del disco. Creo que suena diferente al resto del trabajo.
(R.) – Puede ser. En el disco hay canciones de muchas épocas, no es un disco que haya compuesto por ejemplo en el último año. Hay canciones de muchas épocas de estos diez años e incluso anteriores y esta es de las últimas junto con ‘Enfermedad Estéreo’, ‘Experto en Tropezar’ o ‘Biólogo’ que son las últimas.
Me gusta que se vea una evolución, una búsqueda, una nueva manera de hacer canciones.
(P.) – Una de tus facetas más conocidas es la de compositor. ¿Cómo ha sido el proceso de composición de «Biólogo«? ¿Es diferente cuando escribes temas para ti que cuando lo haces para otros músicos?
(R.) – La composición de «Biólogo» no ha tenido muchos cambios a la hora de como he compuesto hasta ahora; lo que sí he añadido a la composición es la certeza de que esas canciones las tienes que interpretar tú y así buscar la manera para llevarlas a cabo. Creo que la composición ahora es más cómo realizarlas para que yo las pueda tocar, las pueda cantar.
¿Diferencias? No hay muchas pero sí que se ha creado ahora al hacer el disco. A partir de ahora sí que habrá una meditación sobre «esto será una canción que yo necesito hacer sobre esto» y «vamos a hacer una canción sobre otra cosa». Creo que habrá un cambio.
(P.) – Para el concierto de esta noche en El Ensanche en Vigo compartirás escenario con Nicolás Pastoriza, que también presenta su nuevo trabajo «Luna de Kubrik«, y estarás acompañado por Mata Toro y Fiz Novoa. ¿Será esta la banda que te acompañe en los conciertos de «Biólogo«? ¿Cómo será el directo de este trabajo?
(R.) – El disco está construido para poder ser tocado tanto en solitario con mi guitarra y mi voz o para hacerlo en trío que será la mayoría de las ocasiones pero hay opción a que sea un cuarteto si en alguna ocasión puede venir Pablo Novoa. Creo que en PortAmérica vendrá Novoa a acompañarnos así que seremos cuarteto.
Cuando el escenario lo permita y las circunstancias también, seremos cuarteto, y normalmente trío. Aunque no descarto, en situaciones especiales, ir yo solo.
(P.) – Ahora con el buen tiempo comienza la temporada de festivales y conciertos al aire libre. ¿Qué planes tienes para estos meses? Sabemos que por ejemplo en PortAmérica estás confirmado.
(R.) – Tocarlo donde me dejen, tocar lo máximo posible este verano y después a partir de mayo grabar el disco nuevo de Iván, que tengo muchas ganas, y disfrutar del verano.
(P.) – Pues muchas gracias, no te molestamos mucho más, mucha suerte en el concierto de esta noche y con «Biólogo«.
(R.) – Muchas gracias a vosotros.
Amaro Ferreiro estará presentando «Biólogo» este jueves, día 5 de mayo, en formato acústico en la Sala Fizz de Barcelona dentro del ciclo Muzzica Fest.