febrero 16, 2025

Yo sobreviví al concierto de McEnroe en Café La Palma

Una de las razones que te hayan podido llevar a pinchar en este artículo es la morbosidad de saber qué pudo pasar en un concierto de McEnroe. Pero no hablamos de un qué musical, si no tal vez un qué en referencia a cualquier otro suceso fuera de lo normal de lo que pueda suceder en un concierto.

Pues bien, esa morbosidad quedará reducida cuando te explique el porqué de ese título. Sobrevivir a un concierto de McEnroe supone sobrevivir a una continua sensación de subibaja de sentimientos. Un concierto de McEnroe es un continuo tocar sensaciones profundas. Y así es cómo voy a intentar plasmarlo, la continua sensibilidad que viví a través de los paisajes que se iban sucediendo en mi cabeza.

El concierto estaba anunciado con el nombre único de Ricardo Lezón, pero días antes del evento se confirmaba que Gonzalo Eizaga también estaría sobre el escenario. Por lo tanto, dos partes de McEnroe volvían a juntarse, y así es cómo se declaraba que el concierto acústico preparado estaría compuesto por canciones de McEnroe y por los nuevos temas en solitario de Ricardo, recogidos en su primer disco en solitario, «Esperanza».

Primero sería Ricardo quien se presentaría sobre el escenario, recordando con cariño que el primer concierto de McEnroe fue en el Café La Palma, y nos brindaría ‘Noche En Noviales’, y tras ésta sería Gonzalo quién entraría en escena, continuando ya ambos con ‘Mundaka’. Ya con ambos sobre el escenario las canciones fluirían, o eso creíamos, ya que en algunas ocasiones el setlist pasó a un segundo plano.

Si tuviéramos que dividir el concierto en dos partes diría que, la primera de ellas estuvo más marcada por las nuevas canciones que Ricardo defiende en esta nueva etapa en solitario. ‘El Momento’ (canción marcada por la búsqueda del acorde de inicio), ‘Ella Baila’‘Arena Y Romero’ ‘Primavera En Praga’ fueron algunas de ellas, siendo éstas últimas bastante acompañadas por el público. Canciones que siguen la línea que Ricardo nos tiene acostumbrados: intimistas, profundas y que llegan casi a herir.

La segunda parte podríamos hablar de unas canciones más enfocadas a la época McEnroe, incluso algunas como ‘Gracia’ ‘Por Fin Los Ciervos’ también fueron tocadas, pertenecientes al álbum «Lluvia Y Truenos» que comparten junto a The New Raemon.

Como he dicho anteriormente, las canciones de Ricardo desprenden amor y melancolía (sí, una canción puede ser de amor y melancólica a la vez). Te atrapan en el ambiente de soledad que tan necesario es que todos tengamos, dentro de nuestro día a día y nuestro relacionarse con las personas. Conocer sentimientos que te aportan la soledad, esto es lo que me transmite ‘La Cara Noroeste’.

 

La canción ‘Un Rayo De Luz’, a parte de ser una exquisitez instrumental, tiene un extra adicional ya que la propia hija de Ricardo colabora en dicha canción. Una experiencia que tiene que llenar de orgullo a un padre.

Tras esta canción vendría un primer bis, y Ricardo se dirigía al público preguntándonos sobre peticiones de canción. Y por petición fueron ‘El Alce’‘La Palma’, haciendo ésta última a la propia calle donde nos encontrábamos. Tras ellas vendría una pequeña pausa que no llegó a ser bis, pero que denotaba que estábamos, ahora sí que sí, ante la última canción: ‘Mi Vietnam’.

Tan necesarios son los conciertos de bailarlo todo como los de dolerse por completo. Los de las primeras filas y los que se prefiere quedarse algo rezagado, entre el público, como queriendo pasar desapercibido, para poder intimar con toda y cada una de las letras. Si quieres experimentar esto, sin lugar a dudas, aprovecha y preséntate ante un concierto de Ricardo Lezón.

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