En determinados círculos son muchos los que se autodefinen como indie-nazis musicales, con orgullo de ello y sin ningún atisbo de respeto hacia esa música «simplona» que el «vulgo» escucha en su día a día (música de fiesta directamente será mejor dejarlo como tema tabú con ellos). Y bueno… en alguna medida sus motivos tienen para pensar así.
Un símil a priori acertado podría ser el de la comida rápida. Y es que sabes que puede entrar sola pero a la larga te jode la nutrición, te pones como una foca, caes en las drogas duras y te pudres por dentro (me lo dijo un vegano y los veganos como seres superiores que son nunca mienten ni van al baño). Pues la música «comercial» viene a hacerle lo mismo a tu cerebro, lo acostumbra a estructuras y melodías básicas que estimulan siempre del mismo modo y las mismas zonas del cerebro, de modo que este no acepte nuevos esquemas musicales. Y lo más grave, del mismo modo te trunca los posibles descubrimientos propios, limitándote a obtener tu nueva dosis de música de los canales de distribución mainstream, donde la homogeneidad del producto es el credo a seguir. Podría seguir así todo el día criticando a diestro y siniestro o alabando al indie, pero ese no es el leitmotiv de este articulo. En ese sentido, me limitaré a decir que tengo amigos que han caído en la droga dura y otros que han caído en el reggaeton. De la droga se sale pero reeducar el cerebro a nuevos estímulos es más jodido después de la música de discotequeo que de la cocaína y el krokodil.
Después de hacer el imbécil un rato para introducir las listas voy al hilo conductor del artículo un recopilatorio rápido para todos aquellos que quieran darle una oportunidad a esa nueva tendencia acúsitica que es el «indie» en el más amplio de los sentidos. El intento es crear una serie de listas de reproduccion que incluyan temas con los que los oyentes mas amateurs puedan realizar una aproximación a esos sonidos más complejos, sonidos «nuevos» o esos grupos que cuentan con canales de distirbución ajenos a los mass media.
La fiesta
Siempre puedes salir de fiesta con reggaeton o Enrique Igleasias, perrear un rato y todas esas mierdas. Pero aunque tú no te des cuenta, tu cerebro se descompone poco a poco hasta quedar como los sesos de las cabezas de mono que servían en el gran banquete de «Indiana Jones y el templo maldito».
Por regla general, la típica música para fiesta suele ser una amalgama de electrónica, ritmos latinos, pop o toques de rap en algunos casos. El problema suele venir de la mezcla. Si crees que Juan Magan es electrónica, escucha a The Bloody Beetroots: usar efectos digitales en la voz o samples no significa que sea electrónica, solo indica que posiblemente no sea precisamente un virtuoso de ningún instrumento y que su voz necesita demasiados efectos. Además, si necesitas electrónica para pegarte una fiesta es que no has probado un festival con Varry Brava, Primal Scream o Novedades Carminha a las 3 de la madrugada.
El ruido/caña
También muchos han mamado los clásicos del rock and roll, el punk comercial y sonidos que dejaron de ser rompedores allá por los años 90. Está claro que cualquiera que se meta con Guns N’ Roses, Nirvana, Green Day o Dylan se merece un remake de «American History X» en el bordillo más próximo. Forma parte de la base de cualquier buen criterio a la par que una etapa común para muchos en la adolescencia. Sin embargo, refinar el oído para escuchar a León Benavente o a Jack White no es simple cuando vienes de escuchar Eskorbuto, Nirvana y Green Day a diario. Ya que casualmente salió el tema White, más jodido aun será con el adelanto del disco que nos va a presentar próximamente. #jackseolvidósudosis
Low
Siempre hay momentos cortavenas, de bajón, relax (o como te dé la gana llamarlo) y fanáticos de recrearse en esos momentos. En estos temas es cuando más fuerza ganan las letras y la música puede pasar en algunos casos a un segundo plano, limitándose a crear un ambiente perfecto para el discurso del compositor.
Si te emocionas con las letras de Bisbal o Leiva es mejor que te saltes de la lista los temas de Nacho Vegas o Julio de la Rosa. Empieza poco a poco o puedes hundirte en el pozo.
Clásicos
Termino con un hueco para repasar los grupos con más tirón que recordé sobre la marcha, grandes nacionales e internacionales que en unos años serán la próxima hornada de grandes clásicos (los que no lo sean ya). Algo fácil de digerir, con los temas más conocidos y pegadizos de algunos de los grandes grupos de los últimos años y que solemos ver en los festivales.
Si en ninguna lista encuentras nada que te guste posiblemente no tengas salvación ni posibilidad de redimirte del mainstream. De igual modo no te derrumbes, no está todo perdido y quizás con el tiempo la situación cambie si has localizado el problema. Reduce el mainstream hasta dejarlo, vete al festival indie más cercano (lo son la mayoría) y después vuelve a intentarlo con las listas.