En el transcurso de este par de semanas os he ido hablando en estos Sonidos Hipstéricos de st. alex, el grupo comandado por Pablo Luque basado en Madrid que intenta abrirse un hueco en la escena con unos sonidos que él mismo tilda de post-folk-rock, en un ejercicio en el que busca liberarse de toda etiqueta creando una nueva de libre interpretación.
Realmente, si nos paramos a analizar lo que quiere decir con ese calificativo y teniendo “Fingers Crossed/Square One” delante, el sonido de este primer álbum (o dos primeros EPs, dependiendo de la forma en la que lo consideremos) cabe en esta descripción. Fijaos, ‘Fingers Crossed’ abre el álbum en una nota enérgica, un tema donde las guitarras eléctricas y acústica se conjugan en una melodía que tiene algo del rock americano de principios de los 2000 o incluso del Dunedin pero con algo más de punch: hay vena romántica y ninguna pretensión, simplemente las ganas de hacer un tema animado. Y el objetivo se cumple, sin duda. Mención especial merece ese solo de eléctrica del final que eleva este corte.
Centrándome en algo que he dicho anteriormente, uno se puede fijar fácilmente en que este álbum está poblado por melodías rockeras de hace unos diez años. Lejos de querer denostar esto, quiero dejar patente que es una apuesta interesante en un mundo que ha traído a la palestra los sonidos de los 80 o se permite experimentar con las nuevas tendencias. st. alex ataca un nicho musical que se había dejado algo olvidado. ‘Deep In The Woods’ continúa con una vena algo oscura por el peso de la eléctrica, algo más ruidosa que eclipsa el resto de instrumentación. De ‘Individuals’ podemos hablar del gran potencial que tiene este corte: un punteo divertido de acústica marca la melodía principal que acaba derivando en un estribillo que bien podría pertenecer a grupos como The Fray. Pero hay un problema presente: falta madurez.
Es algo que uno puede percibir en esta primera mitad del álbum (o primer EP): los temas no terminan de romper del todo. Es algo en lo que st. alex debe de seguir trabajando. Echo de menos una mayor diferenciación de las partes o unos arreglos de batería más potentes para no caer en melodías demasiado planas. ‘Where Is Your Gun’ es un buen resquicio de luz, una muestra de las estructuras que mejor sientan a este grupo. Aquí encontramos guitarras potentes marcando unos ritmos pausados y potentes que calan con mayor profundidad que lo encontrado anteriormente.
Lo que encontramos a continuación, “Square One”, es el EP producido por el tándem Martí Perarnau/Ramiro Nieto. Y realmente, esto se nota. Uno percibe ya desde el primer momento, ‘In My Mind’, de la mano de estos dos productores. Encontramos melodías más elaboradas, estructuras diferenciadas y, por último, una instrumentación más plena. Este primer tema empieza con esa vena folk acústica para ir aumentando en intensidad con la instrumentación. La sigue ‘No Turning Back’ que continúa explorando la intensidad de la que puede hacer gala st. alex con guitarras sucias, cambios de intensidad con subidas y bajadas a lo largo del corte. Pero desde luego el tema con mayúsculas de este trabajo es ‘Winter Lion’, que juega con la oscuridad, el protagonismo de la guitarra y las atmósferas sutiles que subyacen en las capas internas de la melodías y borbotean para acabar explotando hacia el final en una crecida instrumental potente, ruidosa que roza con la psicodelia. Por último, nos recuerda que después de la tormenta viene la calma, y es ahí cuando entra ‘Something Good’, un cierre acústico e íntimo que contrasta al completo con el tema anterior pero que sirve para recordarnos que en st. alex prima esa vena más romántica y tranquila.
Este es un grupo que aún se encuentra forjando su sonido. De hecho, hasta hace poco estaba forjando su formación. En estos temas, st. alex eran únicamente Pablo Luque, esto es, guitarra y voz. Esto se puede notar por un mayor protagonismo y desarrollo de estos pasajes instrumentales. En la primera mitad del trabajo las baterías suenan algo vagas, pero esto ocurre porque en el momento no tenía batería propio. Ahora que st. alex es una formación de guitarra, bajo y batería estoy seguro que terminarán de explotar el potencial que uno se encuentra con mucho agrado en estos temas.