La Maravillosa Orquesta del Alcohol se encuentra encarando el final de la gira ‘La Primavera del Invierno’ con la que han estado presentando su último álbum (de mismo nombre) desde hace año y medio. Después de los conciertos en la Joy Eslava los días 20, 21 y 22 de octubre, todos ellos con sold out, la banda se retirará temporalmente de los escenarios. La noche prometía ser especial, y no defraudó.
Antes del esperado concierto era el turno de Moonshine Wagon, unos teloneros de lujo. Este trío originario de Vitoria-Gasteiz presentó varios de sus temas, todos ellos de estilo folk americano de raíces. Con un contrabajo, una guitarra y un violín consiguieron mover a todo el público con ‘The Boy Who Wouldn’t Hoe Corn‘ o ‘Moonshine In Your Life‘, ambos de su primer disco «Folk you!» (2015), o con ‘Where The Fuck Are My Friends’, tema inédito de su próximo disco. ¡Importante no perderles la vista!
El telón se levantó puntual a las 22:30h tras el cambio de escenario. La sala Salamandra (Barcelona), llena hasta los topes, rugió en cuanto empezaron a salir los miembros de la banda. ‘Nubes negras‘ fue la encargada de abrir la actuación, y el rugido se convirtió en un coro que recitaba la letra a todo pulmón. Siguieron ‘Miles Davis‘, ‘Amanecederos‘ y ‘Disolutos‘, siguiendo el orden de su segundo álbum «La Primavera del Invierno«. Los saltos, bailes y movimientos de pie y cabeza de los más tímidos eran imparables ya, y se consolidaron con ‘Suelo gris‘.
La noche tuvo tres momentos muy sentidos. El primero de ellos fue con ‘Amoxicilina‘, por la emotividad de su letra, el sentimiento del saxo y el coro de una simple vocal que consiguió erizar el vello a todos. ‘Johnny Cash‘, ‘PRMVR‘ y ‘Catedrales‘ siguieron arrancando bailes y cantos, y llegaron las dos canciones con más fuerza: ‘Los Lobos‘ y ‘Flores del mal‘, esta segunda con un final de ritmos latinos maravilloso. Esta versión especial la grabaron en directo en Cal Pau recientemente y puedes verla en YouTube.
Igual que con ‘Nubes negras‘ y ‘Miles Davis‘, David Ruíz empezó en solitario ‘La cuerda floja‘ a guitarra y armónica, para que posteriormente se le uniera toda la banda con ‘1932‘, una de las canciones icono de la banda. Siguieron otras dos grandes del conjunto burgalés: ‘¿Quién nos va a salvar?‘, a lo que Ruíz respondió un emocionado vosotros, y ‘Vasos vacíos‘, donde también hubo respuesta cuando la letra habla de últimas veces: ¡Ni de coña!.
El segundo momento sentido de la noche vino cuando se quedaron solos en el escenario David Ruíz a la guitarra y Joselito Maravillas al acordeón. Interpretaron ‘Ojalá‘, una canción original de Silvio Rodríguez que han versionado de forma magistral. La voz rasgada y el llanto del acordeón dan la esencia emotiva necesaria para transformar una canción bonita en una canción preciosa. También la grabaron en Cal Pau, así que podéis recuperarla aquí.
‘Nueva Orleans‘, en una versión un tanto diferente a la del disco, siguió emocionándonos y nos permitió apreciar la calidad instrumental de la banda. Cabe destacar a Álvar de Pablo en el saxo en esta pieza concreta. ¡Qué pasión!
La primera despedida fue con un animadísimo ‘Nómadas‘ y su característica mandolina a cargo de Adán Ruíz Román, no sin antes agradecer al público, personal de la sala y técnicos por hacerles el trabajo fácil, y expresar la gran emoción que sintieron al llenar la sala y oír todos los coros.
El bis llevó al tercer momento sentido de la noche: ‘Hay un fuego‘, una canción delicada, profunda y armónica que emociona a todo aquel que la escucha. El fin del concierto llegó algo más animado con ‘Gasoline‘, con un público y una banda que dejaron en esta canción la última brizna de energía y pasión.
Un total de 20 temas que nos emocionaron, dejaron afónicos y nos recordaron que bailar y tomar fotos no es compatible. ¡Ojalá vuelvan pronto a los escenarios!