Tras once días de intensa celebración cinematográfica, el Festival de Cannes tocaba a su fin el pasado domingo 22 de mayo envuelto en un aura de controversia que, como su historia demuestra, se ha convertido en un componente fundamental del mismo. La polémica de este año en concreto no solo ha girado en torno al debate sobre tacones vs. suela plana, sino que también ha acompañado a la polémica elección de ganadores del jurado, dirigido por el australiano George Miller («Mad Max»).
Desde el primer momento, la crítica mostró cierta división. Salvo por casos de respuesta unánime como el del tremendo fracaso de Sean Penn con “The Last Face” o la buena acogida de películas como “Elle” (Paul Verhoeven) o “Toni Erdmann” (Maren Ade), propuestas como la esperada “The Neon Demon” (Nicholas Winding Refn) polarizaban la opinión de los críticos. Estas divisiones son evidentemente visibles en el blog Micropsia, que proporcionaba un sistema de votación paralelo en el que participaban alrededor de 50 críticos de cine españoles.
La sorpresa, sin embargo, llegó con la entrega de premios, en la cual películas ni siquiera consideradas por la crítica asaltaron el pódium, provocando el asombro de una gran parte de los asistentes al festival y la prensa especializada. De este modo, el director británico Ken Loach (El Viento que Agita la Cebada) volvía a ganar la Palma de Oro con su drama social “I, Daniel Blake”, seguido por el canadiense Xavier Dolan (Mommy) que recogía el Gran Premio gracias a “Juste La Fin du Monde”. El Premio del Jurado, considerado como el tercero más prestigioso del festival, era concedido a Andrea Arnold (Fish Tank) por su comedia dramática “American Honey”, que cuenta con Shia Labeouf en su reparto.
Según los rumores, las divisiones también afectaron al jurado de Cannes, lo que explicaría el premio compartido a Mejor Dirección, entregado conjuntamente a Olivier Assayas (Irma Vep) por “Personal Shopper” y Cristian Mungiu (4 meses, 3 semanas, 2 días) por “Bacalaureat”.
En la categoría de Mejor Actriz, Jaclyn Jose era elegida por su papel en “Ma’Rosa”, mientras que en la sección masculina, Shahab Hosseini recogía el premio a Mejor Actor por su papel en la película iraní “The Salesman”, que también se llevaba el premio a Mejor Guión. Por último, el español Juanjo Jiménez era galardonado con la Palma de Oro al Mejor Cortometraje por su corto “Timecode”.
Pese a ser ésta una de las mejores selecciones oficiales con las que el festival ha contado en la última década, la elección del jurado ha sido duramente recibida por la mayor parte de la crítica, tachándola esta última de conservadora e incomprensible. La ganadora “I, Daniel Blake” ha sido ásperamente criticada por su carácter de drama políticamente correcto que, por otra parte, caracteriza ya a un monotemático Ken Loach; una posición acentuada por el hecho de que películas como “Sieranevada” o “Paterson”, el cacareado regreso del legendario Jim Jarmusch, no recibieran ni una mención en la entrega de premios. De entre las múltiples predicciones que se pueden encontrar online, es difícil encontrar una que sitúe a las tres películas ganadoras en el top 10 y al mismo tiempo, páginas web referencia como Filmaffinity, Rotten Tomatoes y Imdb muestran una diferencia de puntuación de las películas ganadoras con respecto a las demás que resulta, como mínimo, llamativa.
Independientemente de la decisión del jurado, es indudable que la 69ª edición del Festival de Cannes pasará a la historia como una de las más memorables del festival, gracias a su amplia e interesante oferta de cine independiente. Con suerte, debates como éste contribuirán a una mejor elección del jurado en años venideros y afortunadamente, no serán los premios, sino el tiempo y el público lo que pondrá a las películas en su lugar, como la historia del cine ha demostrado ya en varias ocasiones.
Artículo escrito por Francisco Palma para Hipsterian Circus
Lo que le pasó a Sean Penn es simplemente un ajuste de cuentas por parte del destino por su mala entraña con su ex Robin Wright. Una vez más esto demuestra que no hay necesidad de hablar mal o buscar venganzas cuando alguien nos hace daño.. Simplemente hay que esperar.. El karma actúa poniendo a cada uno en su lugar.