El pasado lunes la promotora Live Nation anunciaba que el artista británico Paul McCartney actuaría en el Estadio Vicente Calderón de Madrid el jueves 2 de junio de este mismo año, con motivo de la celebración del 40 aniversario del periódico El País y de la emisora de radio Los 40, ambas pertenecientes al Grupo Prisa.
La venta de las entradas ha empezado hoy viernes 18 de marzo a las 10h, y está a cargo de la empresa Ticketmaster. En cuestión de 3 horas se han agotado prácticamente todas las entradas disponibles en la web de esta compañía, y han surgido como setas bajo un pino centenares de entradas en el marketplace (reventa). Hasta aquí todo normal. La cosa se complica cuando la mayoría de estas entradas se revenden en la web de Seatwave, una empresa dedicada a la reventa legal de entradas perteneciente a Ticketmaster.
Algo idéntico sucedió el pasado martes 8 de marzo, cuando se pusieron a la venta las entradas para el concierto de Bruce Springsteen & The E Street Band para el 21 de mayo en el Estadio Santiago Bernabéu de Madrid. Las entradas se agotaron en 2 horas y el sistema redirigía la página de Ticketmaster hacia Seatwave, donde había las mismas entradas, pero a precios estratosféricos. Los usuarios se sintieron estafados y fueron centenares las denuncias hechas a través de las redes sociales.
El asunto no solamente quedó en manifestaciones anónimas de enfado, sino que FACUA, la organización de Consumidores en Acción, ha denunciado a Ticketmaster ante la Dirección General de Comercio y Consumo de la Comunidad de Madrid y el Área de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas para que se investigue la legalidad del proceso de venta y reventa de las entradas para el concierto de Springsteen; y es que en el proceso de reventa Seatwave cobra una comisión al vendedor y al comprador, pudiendo llegar en total hasta el 30%. Un 30% que va limpio hacia la empresa y por tanto, en última instancia, hacia Ticketmaster. Además, la asociación también denuncia que los rendimientos obtenidos por los particulares en la reventa de entradas escapan de cualquier regulación, también fiscal.
Aunque el pasado martes Ticketmaster emitió un comunicado en el que se justificaba alegando la alta demanda de entradas y la legalidad del marketplace Seatwave, los argumentos son poco convincentes, y muchos usuarios siguen sintiéndose víctimas de un fraude. Con lo ocurrido hoy con las entradas de McCartney el fuego parece que se avivará, y pondrá en relieve una problemática que ocurre cada vez que se da un macroevento musical.
De momento ninguna asociación o particular ha anunciado que se vayan a tomar medidas legales al respecto.
Artículo original de Laura Cánovas para Hipsterian Circus.