La noche comenzó con Berlina, grupo creado entre Madrid y Ávila, y su propuesta musical donde todo se centra alrededor del sonido sobre la voz y las letras. Tras su comienzo en 2007, todo este tiempo les ha servido para ir creciendo y presentarse ante el público con una madurez y identidad musical que hacen de sus conciertos una experiencia única.
Ellos mismos se definen como un grupo que se mueve entre la psicodelia, el ambient y sobre todo una raíces claras en el shoegaze de los años 90. Anoche pudimos disfrutar todo esto gracias a las texturas sonoras, armonías y ambientes que nos envolvieron entre guitarras, sintetizadores, voces etéreas y mucha experimentación. Berlina es un grupo evocador y difícil de describir pero que merece mucho la pena vivir en directo.
Escuchar a Automatics suponía algo especial, ya que, poder volver a ver a uno de los grupos cumbres del indie de los años 90, no ocurre habitualmente. Los linarenses presentaron en octubre de este año, su primer disco tras su separación en 2001 y pudimos ver que tras todo este tiempo su sonido retiene la esencia de la banda. Sus características personales constan de guitarras distorsionadas, melodías pop de influencia británica y solidez estableciendo un claro mensaje. Automatics ha vuelto al panorama pop-rock independiente.
Por último el momento más intenso de la noche en el escenario: los gallegos Triángulo de Amor Bizarro. Isa Cea al bajo y la voz; Rodrigo Caamaño a la guitarra y voz; Zippo al sintetizador y segunda guitarra, y, por último, Rafa Mallo a la batería. Con la sala casi llena, el grupo formado en A Coruña comenzó el concierto como lo terminó, con una auténtica tormenta eléctrica. Con un trabajo excelente a la batería disfrutamos de un repertorio bien seleccionado de sus tres discos y temas del nuevo álbum que podremos disfrutar a partir del 29 de enero.
Indie rock, noise rock, shoegaze, post punk…son algunas de las definiciones de un grupo que se escapa a todas ellas y ha creado un directo descarnado, distorsionado, ruidoso, visceral y sobre todo propio.
Un triple concierto cargado de sonidos propios y bien escogidos de cada grupo en un cierre especial con motivo del 15 aniversario del famoso local de música independiente de la capital: Ocho y Medio. Un ciclo de conciertos que comenzó en Octubre y que ha cerrado este Diciembre con el directo de tres grupazos que pusieron patas arriba la pista de baile.
¡Muchas felicidades Ocho y Medio Club! Por muchos más llenos de buena música…
Texto: Ramón Díaz Rivera
Fotografía: Ripple Snapshot