por 
Aunque nos resistamos y luchemos por arañar tardes de playa parece que el verano llega a su fin, buena muestra de ello es el abandono de las praderas y terrazas para regresar a la elegancia de los auditorios y teatros para disfrutar de la buena música. Así nos dirigimos al Auditorio del Concello de Vigo para disfrutar del concierto de la norteamericana Angel Olsen, quien llegaba a Galicia por primera vez de la mano de los hiperactivos chicos de SinSal Audio, quien abría este ciclo de conciertos SinSal de Outono.
Media entrada, silencio sepulcral y un escenario cuidadosamente iluminado, estas eran las condiciones con las que Angel Olsen tomaba el escenario de la ciudad olívica pero no lo hacía sola, lo hacía acompañada de su banda. Con esta formación, Angel Olsen se aleja de esa etiqueta indie-folk en la que la artista no se siente cómoda: guitarras eléctrica, bajo y sobre todo una batería que marca el ritmo del concierto convierten esta propuesta en algo completamente diferente a lo que escuchamos cuando nos sentamos en nuestro sofá a escuchar sus trabajos.
Durante una hora asistimos a una cascada de temas con los que repasó su último trabajo en solitario «Burn Your Fire for No Witness» así como temas pertenecientes a sus antiguas maquetas y proyectos. Angel Olsen es correcta, quizás algo fría a la hora de interpretar sus temas pero siempre elegante, aunque es cierto que como espectador sabes que algo falla a pesar de que todo marche bien. Una sensación que se intensifica cuando la banda abandona el escenario y ella se queda sola con su guitarra, es ahí cuando Olsen crea magia, cuando llegan las reminiscencias a PJ Harvey, a la languidez de Nick Cave… es ahora cuando Angel Olsen brilla entre la tenue iluminación. Solo dos canciones, es injusto, es mostrarnos la belleza rota para arrebatárnosla al segundo siguiente.
Ahora comprendéis porqué abandonamos el Auditorio del Concello de Vigo con sensaciones contrapuestas pensando en nuestras expectativas y en lo que nos encontramos pero conscientes que Angel Olsen es capaz de hacer magia si así se lo propone.
