diciembre 9, 2024

El Primavera Club 2014 apuesta por el eclecticismo y aprueba con nota.

Después de la Touring Party de 2013, este año la gente del Primavera Sound decidió volver a la fórmula Club, durante tres días consecutivos y en nada más y nada menos que cinco salas en las que pudimos ver a muchas de las bandas que prometen petarlo en los próximos meses.

VIERNES


Los encargados de abrir el festival en La [2] de Apolo fueron el trío madrileño Cómo Vivir En El Campo, con sus potentes guitarras que suenan a surf pop y que arrancaron los primeros coros al público que allí se congregó desde primera hora. Después tocó marcarse un paseo hasta las Ramblas de Barcelona, donde en el Teatre El Latino y ataviado él con disfraz de esqueleto, nos esperaba un Jaakko Eino Kalevi que no acabó de cuajar entre los que allí estábamos, a ratos sonaba demasiado plano y muy desconectado del público mientras daba un buen repaso a su último EP, Dreamzone, que ocupó la mayoría del repertorio de la actuación. Eso no quita que después tuviera mi momento fan y le pidiera junto a mis amigos una foto para el recuerdo. Por último, el británico East India Youth se enfrentó sólo ante el peligro con bajo, teclados y laptop, y salió victorioso gracias a un arsenal buen hacer combinando temas instrumentales con otros de corte más pop, como Looking for Someone, o haciéndonos bailar como clubbers empedernidos al ritmo de Hinterland. A William Doyle le
auguro un futuro brillante en los escenarios y espero poder volver a disfrutarlo en breve.

SÁBADO


En la segunda jornada se notó un aumento en la afluencia de público y ya éramos unos cuantos cuando unos jovencísimos The Saurs tiraron de garage para hacernos bailar desde el primer minuto. Hace un año escaso que asomaron la cabeza por el concurso Bala Perduda (que ganaron y les permitió tocar en el Primavera Sound) y se nota que no han parado. Los chicos tienen actitud y la demuestran a cada tema. A continuación, Karen Koltrane y su lo-fi a caballo con la psicodelia,
repasaron su Plantas de Interior sin plena ni gloria. Pasable. Las chicas de The Coathangers no saben de jet lag y llegaron con las pilas cargadas. Letras gamberras a ritmo de punk frenético que cabeceamos como si no hubiera un mañana. Tocó patearse de nuevo la calle Nou de la Rambla para llegar a Apolo a tiempo de ver los que para mí fue el descubrimiento del sábado, Strand of Oaks. Con su folk rock y una total entrega al público, presentaron su último largo, titulado HEAL, y tocaron temas de sus otros trabajos y EPs. (Momento lágrimita cuando dijo entre canción y canción «You made me a better person tonight»)

DOMINGO


Si el domingo alguien tenía sueño, los chicos de IEPI se encargaron de despertarlo. Los de Banyoles dieron una lección de maestría con su math rock caótico a volúmenes demenciales y se crearon unos cuantos fans entre los que no los conocían. Opatov venían después con todas las ganas (y la juventud) del mundo. Aunque se notaban los nervios y alguna que otra prisa (de repente dijeron «Un momento, que nos hemos saltado un estribillo») en general gustaron y personalmente estaré al tanto de su evolución. A las ocho, unos Muñeco que me tienen flipada desde hace un par de años, hicieron gala de esa psicodelia experimental que tan bien se les da, acompañados de unas proyecciones cósmicas que a alguno lo hicieron viajar por el espacio. El fin de fiesta fue JUNGLE en unTeatre Principal que no se había visto tan lleno en los días anteriores. Los británicos demostraron que por algo eran uno de los nombres que más sonaba para este Primavera Club, convirtiendo la sala en una fiesta funky en la que bailamos cada uno de lostemas como si fuera viernes a primera hora. Los conspiranoicos ya los tenemos apuntados como un must en nuestras quinielas para los festivales de 2015.

Un Primavera Club que no ha defraudado y ha sido fuente de grandes descubrimientos y de volver a disfrutar de grupos que ya conocíamos y echábamos de menos. Ahora a pasar el mono hasta la presentación del Primavera Sound 2015.

 

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