Llegó una de las mejores noches de este Nocturama, Sr. Chinarro junto a León Benavente y con un aftershow a cargo de Los Quiero.
Y es que otra noche más el calor nos acompañó hasta la madrugada pero teníamos una fecha muy especial en el calendario, Chinarro subió al escenario y nos presentó alrededor de cinco canciones de su nuevo disco que saldrá la luz en octubre. Como era de esperar y pese a lo bueno de los temas (parecían bastante moviditos en directo), nos quedamos todos un poco atontados al no conocer ninguna canción pero no tardó en pasar a su repertorio de clásicos sin que pudiese faltar «Del montón», «Todo acerca del cariño» o «Una llamada a la acción».
Pese a la fama que lo precede y las malas lenguas tengo que decir que vi a un Antonio Luque sereno, en plena forma, y aunque esto ocurra solo 2 semanas después de ver a unos Planetas que estuvieron bastante finos sobre el escenario no creemos que sea ningún síntoma de apocalipsis. Es cierto que Luque ha tenido momentos malos sobre el escenario, pero de ahí a la fama que algunos le atribuyen hay un trecho muy largo y nos ha demostrado muchas veces que sabe como hacerlo en directo mejor que muchos.
Centrándome, un conciertazo en el que realmente todo sonó genial y que abrió una noche que seguiría León Benavente, quienes tras los veinte minutos de rigor para beber algo y charlar entre conciertos subieron al escenario y ya tenia ganas de ver por quinta o sexta vez esta temporada. Se trata de uno de esos grupos que si los conoces en directo te parece que en el Sonorama estuvieron super tranquilos cuando a todo el mundo le parece que tiraron abajo el escenario.
Sé que sus conciertos nunca son tranquilos, pero por mucho que toquen los mismos acordes y las mismas notas no siempre pueden transmitir las misma fuerza, la misma rabia o simplemente no pueden tener la misma energía.
En cuanto al setlist pues poco que decir, no estoy seguro de si se dejaron algún tema en el tintero pero prácticamente tocaron todos sus temas jugando con una gran ventaja, ante tal directo llega un momento en que ya no sabes que estabas cantando hace 10 minutos ni que te queda por cantar, simplemente cantas y saltas. Esta es la ventaja de esos grupos que no tienen relleno en sus discos, no vas a ir al concierto por escuchar solo un par de temas que te vuelven loco y si es así saldrás del concierto enganchado al disco completo.
Como siempre cerraron el concierto con «Ser brigada» pero en esta ocasión acompañados en el escenario de dos críos que lo dieron todo sin parar de botar y bailar hasta el final del concierto. Un concierto que acabó con un teclado en el suelo que Abraham entregadísimo tocaba mientras Luis y Eduardo intentaban romper alguna cuerda y Cesar hacia lo propio con sus baquetas.
Con todos agotados y sudados llegó el momento de beber cerveza fria en un aftershow a cargo de Los Quiero, siempre nos quejamos de los dos euros que vale la cerveza pero todos acabamos siempre con una en la mano. Y entre la cerveza y Los Quiero no podemos quejarnos de fin de noche, mucho calor de nuevo y ducha obligada antes de irse a la cama, pero mereció la pena.
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