Una fiesta salvaje con Carlos Sadness

Había muchas ganas ya de ver a Carlos Sadness en directo y por fin tuve la oportunidad el pasado sábado, día 30 de mayo, en la sala Stereo de Alicante. Y no debía de ser la única, ya que nos encontramos en una época difícil para algunos, como los estudiantes universitarios, en plenos exámenes, y muchos se enclaustran en sus casas por ello, pero la sala se llenó igualmente.

Carlos salió al escenario con un poncho y una piña con un lazo en la mano (referencia a la canción «Miss Honolulú«) y fue desgranando prácticamente la totalidad de su nuevo disco, «La idea salvaje», empezando por «El gran momento«, una de sus canciones más festivas y pegadizas. Ya se empezaba a apreciar la comunión con el público, que coreaba las letras con pasión (incluso los riffs de guitarra en alguna ocasión, como comentaba el mismo Carlos en Twitter al día siguiente). Mucho tuvo que ver también la actitud del cantante, que rebosaba simpatía y buen rollo, y que bromeaba e interactuaba continuamente con el público, haciéndose muy cercano. Casi parecía más una fiesta entre amigos, en la que existe una gran confianza puesto que todos se conocen.

Hubo muchos momentos de baile durante el concierto, y es que este nuevo disco es mucho más movido que el anterior, de un corte  ligeramente más intimista. Pero también hubo lugar para la calma e introspección, con canciones como «Días impares«, «Astronomía en el Tibidabo» o «Feria de botánica«. Destacaría también las adaptaciones que se hizo de varias canciones al directo, dándoles un giro original. No se olvidó de temas de temas de anteriores discos, al igual que ocurrió con «Feria de botánica«, como «Celeste«, «Hoy es el día» y «Au revoir«, de su anterior disco, «Ciencias celestes«, y «Monteperdido«, de 2014.

Consiguió crear un ambiente único, entre íntimo y animado, según lo que demandara la canción, y que se sintiera siempre la magia entre el público. Esa electricidad de la que habla en una de las canciones de su disco. Y ya se sabe que estas cosas no hay que dejarlas escapar, que son algo que sucede una vez y nunca más.