julio 10, 2025

Budismo en Wallapop, Punk-Pop en tus Auriculares, descubriendo a Eli Rodríguez

En «Nuevas Técnicas de Meditación«, el sexteto catalán Eli Rodríguez no solo debuta con un disco, sino que lanza un manifiesto generacional que captura las paradojas de una sociedad atrapada entre el consumismo desenfrenado y la búsqueda desesperada de sentido. Publicado bajo el sello NEU!, este álbum de 10 pistas es un torbellino de punk-pop y pop-rock gamberro que destila rebeldía juvenil, humor ácido y una melancolía que se cuela como un eco del verano perdido. Con una energía cruda y una producción que privilegia la espontaneidad, la banda —formada por Pol Butinyà (voz), Guillem Lloret (guitarra), Edu Font (guitarra), Berta Ribas (teclado), Jan Coll (bajo) y David Llop (batería)— canaliza las contradicciones del siglo XXI con una frescura que resulta tan adictiva como imperfecta. «Nuevas Técnicas de Meditación» es un retrato vibrante de una generación que compra budismo en Wallapop y taoísmo en AliExpress, pero su ambición por abarcar tantas ideas a veces lo deja al borde de la dispersión. Aun así, este es un debut que brilla por su autenticidad y su descaro.

«Nuevas Técnicas de Meditación« es un collage sónico que fusiona el nervio del punk-pop con la accesibilidad del pop-rock, todo ello salpicado de una actitud irreverente que recuerda los días dorados de la Movida madrileña. Las guitarras afiladas de Guillem Lloret y Edu Font lideran el ataque, respaldadas por los teclados atmosféricos de Berta Ribas y la rítmica sólida de Jan Coll y David Llop. El disco, grabado en sesión para capturar la energía en bruto de la banda y producido por Xebi Salvatella (XEBI SF) y Enric Teruel, tiene un sonido crudo pero pulido, como si los amplificadores estuvieran a punto de reventar pero aún mantuvieran la melodía bajo control. ‘Días Tristes‘ abre con un riff infeccioso y un ritmo galopante que equilibra melancolía y esperanza, mientras que ‘Despegue‘, el focus track, es un himno explosivo que combina estribillos coreables con una urgencia punk que pide ser gritada en un concierto abarrotado.

La estructura del álbum, dividida en cinco canciones “yin” (negativas) y cinco “yang” (positivas), refleja su inspiración en filosofías orientales, aunque la ejecución es más visceral que contemplativa. Canciones como ‘Scusa‘ y ‘Embajador de adidas‘ destilan un espíritu rebelde con ganchos pop que se clavan al instante, mientras que ‘Verano’ ralentiza el ritmo para cerrar con una nostalgia agridulce. Sin embargo, la producción no siempre está a la altura de la ambición: cortes como ‘Novios y novias‘ y ‘Cuando me viniste a ver‘ pierden algo de impacto por arreglos que se sienten genéricos, y la alternancia entre momentos frenéticos y reflexivos puede resultar abrupta. A pesar de estos tropiezos, la energía en bruto y la química de la banda hacen que el disco se sienta vivo, como un directo capturado en el momento exacto.

Las letras de «Nuevas Técnicas de Meditación» son el corazón del álbum, un espejo que refleja las contradicciones de una generación criada en un mundo digital y globalizado, pero que anhela escapar de su vacío. Inspirados por el absurdo de buscar espiritualidad en plataformas como Wallapop o AliExpress, Eli Rodríguez abordan temas como el consumismo, las relaciones efímeras y la fugacidad de la juventud con una mezcla de sarcasmo y sinceridad. ‘Días Tristes‘ establece el tono, transformando la tristeza en una oportunidad para la introspección: “Los días tristes son para quedarse en casa, pero también para encontrarse”. Su contraparte, ‘Felicidad‘, es un recordatorio de que la alegría está en lo cotidiano, en “el café de la mañana o una charla con amigos”.

El amor, en su forma más líquida y moderna, es otro pilar temático. ‘Novios y novias‘ explora las relaciones de usar y tirar con un tono desenfadado pero punzante, mientras que ‘Despegue‘ canaliza la euforia y la ansiedad de un romance naciente. La amistad, por su parte, brilla en ‘Testigos‘, una escena conmovedora donde los amigos advierten a alguien que está cayendo de nuevo en el amor, y en ‘Este finde‘, que captura la nostalgia de las noches compartidas. ‘Verano‘ cierra el disco con una meditación sobre la juventud que se escapa, su melodía suave contrastando con la urgencia del resto del álbum. Sin embargo, algunas letras, como las de ‘Scusa‘, caen en clichés punk que no siempre igualan la profundidad de los momentos más inspirados, y la ironía constante puede agotar a quienes busquen mayor vulnerabilidad.

Eli Rodríguez se sitúan en la intersección del punk-pop contemporáneo y la herencia de la Movida, con un sonido que bebe de Carolina Durante, Alcalá Norte y Aiko el grupo, pero también de los pioneros como Los Nikis o Alaska y Dinarama. Como Carolina Durante, Eli Rodríguez combinan ganchos pop con una actitud desafiante, pero su enfoque es menos crudo y más melódico, con un toque de ironía que recuerda a Los Punsetes en su mejor momento. Frente a la introspección oscura de Alcalá Norte, «Nuevas Técnicas de Meditación» es más luminoso y accesible, aunque comparte su habilidad para capturar el zeitgeist generacional. En el panorama internacional, el disco evoca la energía desenfadada de bandas como The Beths o Charly Bliss, con estribillos que podrían llenar un estadio, pero el arraigo de Eli Rodríguez en la cultura catalana y su guiño a filosofías orientales les da un sabor único. Eli Rodríguez equilibran rebeldía y reflexión, con un humor que conecta con la tradición satírica de la Movida pero se siente completamente actual.

La mayor fortaleza de «Nuevas Técnicas de Meditación» es su capacidad para destilar el espíritu de una generación en 10 pistas vibrantes. Canciones como ‘Días tristes‘ o ‘Felicidad‘ son himnos instantáneos, con melodías que se pegan al cerebro y letras que resuenan por su honestidad. La energía en bruto de la banda, capturada en la grabación en sesión, da al disco una frescura que lo hace sentir como un directo en tu sala de estar. La estructura yin-yang es un acierto conceptual, añadiendo profundidad a un género que a menudo se queda en la superficie, y los guiños a filosofías orientales elevan el discurso sin caer en la pretensión.

Sin embargo, el álbum no está exento de fallos. La alternancia entre canciones yin y yang, aunque ambiciosa, resulta a veces desarticulada, con transiciones que rompen el flujo del disco. Cortes como ‘Scusa‘ y ‘Novios y novias‘ suenan menos inspirados, con arreglos y letras que no siempre están a la altura de los momentos más potentes. Además, la ironía constante puede agotar a oyentes que busquen una conexión emocional más directa, y la producción, aunque efectiva, podría beneficiarse de una mayor variedad para diferenciar las pistas. Un enfoque más pulido o un par de canciones menos habrían dado al disco una mayor cohesión.

Escuchar «Nuevas Técnicas de Meditación« es como montarse en una montaña rusa emocional, con subidas frenéticas y bajadas melancólicas que reflejan el caos de ser joven en 2025. La voz de Pol Butinyà, con su mezcla de descaro y vulnerabilidad, es el hilo conductor, capaz de pasar de la rabia punk a la ternura en un instante. El disco captura la sensación de estar atrapado en un mundo que te vende espiritualidad barata mientras te cobra por respirar, pero también encuentra esperanza en las pequeñas cosas: una noche con amigos, un amor fugaz, un día triste que te enseña a seguir adelante.

Como debut, «Nuevas Técnicas de Meditación« es una declaración de intenciones que consolida el sonido que Eli Rodríguez han estado desarrollando desde su demo «Ni siquiera» y sencillos como ‘Cuando me viniste a ver‘. Si aquellos primeros trabajos eran esbozos de su potencial, este álbum es una explosión de ideas que combina la inmediatez del punk-pop con una ambición conceptual que los distingue de sus contemporáneos. La banda, formada en Banyoles y ahora afincada en Barcelona, aprovecha su juventud y su conexión con la escena indie catalana para crear un disco que es tanto un retrato de su momento como un puente hacia el futuro. Futuros trabajos podrían explorar aún más la introspección o pulir la producción, pero por ahora, «Nuevas Técnicas de Meditación» es un debut que establece a Eli Rodríguez como una voz fresca y relevante.

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