Izaro, la artista vasca, nos presenta su quinto álbum, «cerodenero«, un golpe de genialidad que fusiona pop y electrónica en una creación madura y lúcida. Este álbum no solo refleja una mirada contemporánea hacia la música, sino que también se presenta como un lienzo térmico en blanco, un viaje interior personal que proyecta una visión hacia el futuro.
Izaro ha forjado su camino como creadora de joyas musicales, explorando diversas perspectivas sin prejuicios. Su capacidad para transmitir emociones, ya sea amor, rabia o reflexiones sobre la sociedad actual, se refleja en la intensidad y la vida propia de sus canciones. Este disco, «cerodenero«, se erige como un ejercicio de alquimia pop y electrónica, donde cada canción es una obra de arte única.
Después de sumergirse en este álbum, se percibe la desbordante creatividad de Izaro. Si no fuera cantante, se intuye que sería una pintora, arquitecta, panadera o astronauta, construyendo mundos imaginarios mientras trabaja en su día a día. Este enfoque se traduce en una caligrafía propia en el arte del disco, donde, junto a Laura Lexark, Chroma Estudioa y la codirección artística con Claudia Chocarro, han creado una tipografía exclusiva, destacando la singularidad de su proceso creativo.
Izaro, omnipresente en todo el proceso del disco, se revela como compositora, productora artística (junto a Eñaut Gaztañaga de Gaztain Estudios), y directora de arte para videoclips y documentales. Su multifacética presencia define no solo su habilidad musical sino también su capacidad para contar historias.
El álbum se abre con ‘zero‘, una intro inquietante y atemporal que establece la tonalidad de este viaje musical. ‘iparraldera‘ da la bienvenida a la expedición con toques de folk-pop, iluminado por la voz única de Izaro, transmitiendo una sensación hogareña.
El cambio se hace evidente con ‘edzzddh‘ (ez dakit zenbat denbora daramadan hemen), una canción que desata la rabia y la intensidad, marcando un punto de inflexión en la búsqueda de paz personal de Izaro. ‘aguacero‘ destaca como uno de los temas más hermosos del álbum, capturando la atención con metáforas evocadoras.
‘X eta besteak‘, con su base electrónica y tensión vocal, fue un adelanto que mostró a Izaro en un papel más total como artista, incorporando coreografías y bailes. ‘campamento base‘ continúa esta nueva era artística, liberando miedos y odios con un exorcismo que recurre a metáforas de juegos de infancia.
El álbum se desarrolla como un viaje de montaña, culminando en ‘el mundo no es un buen lugar‘, donde Izaro observa un mundo herido que necesita cuidados urgentes. Sin embargo, la alegría persiste con ‘limoindo‘, un tema pop con congas que fusiona letras de discos anteriores, construyendo un collage sonoro de su pasado. Mientas ‘udara,udara‘ presenta una Izaro relajada que parece volar en parapente sobre una melodía llena de aire, destacando su voz impactante y serena.
‘las llaves de tu casa‘ aporta la raíz latina característica de Izaro, jugando con metáforas fascinantes. El álbum culmina con ‘todas las horas que quedan‘, un cierre emocional donde la voz, el piano, el coro Akelarre y la Orquesta Sinfónica de Bratislava tejen un tapiz sonoro conmovedor.
Con «cerodenero«, Izaro invita a sumergirse en un viaje musical único, donde la alquimia entre el pop y la electrónica se fusiona con narrativas profundas y una ejecución magistral. Este álbum promete consolidar aún más la posición de Izaro como una de las artistas más destacadas y singulares de la escena musical actual.