Slowly Slowly, pesos pesados del indie-rock australiano, regresan con «Forgiving Spree«, su quinto álbum de estudio. La banda, liderada por Ben Stewart, se propone entregar un disco de rock sólido, sin rellenos, con canciones explosivas hechas para el directo. Si bien este trabajo muestra una evolución hacia un sonido más pulido y accesible, la búsqueda de himnos de estadio a veces diluye la introspección que caracterizaba a trabajos anteriores, dejando una sensación agridulce.
«Forgiving Spree» se aleja del sonido más crudo y confesional de álbumes anteriores como «Race Car Blues«. La banda abraza un sonido más expansivo, con claras influencias del pop-rock de estadio de bandas como The Killers y Bruce Springsteen, sin olvidar guiños al pop de los 80 (‘That’s That‘). La producción, con la colaboración de Courtney Ballard y Suzy Shinn, conocidos por su trabajo con bandas pop-punk y pop-rock, busca un sonido pulido y listo para sonar en grandes recintos. Jonathan Gilmore, habitual de Wolf Alice y The 1975, se encarga de la mezcla, aportando una nitidez y una pegada que refuerzan este enfoque. Si bien este cambio de dirección resulta en canciones más contagiosas y con estribillos pegadizos, como ‘How Are You Mine?‘ o ‘Hurricane‘, también sacrifica parte de la intimidad y la crudeza emocional que definían a Slowly Slowly. La comparación con Gang of Youths, Stand Atlantic y Pale Waves, mencionada en la promoción, resulta acertada en cuanto a la energía y el dinamismo, pero Slowly Slowly carece de la épica y la complejidad compositiva de los primeros o la frescura y la inmediatez de los segundos.
Ben Stewart se centra en temas como el amor, la pérdida, la resiliencia y la autocompasión. El concepto central del álbum, el «perdón» (a los demás y a uno mismo), se presenta como una clave para desbloquear una vida más pacífica. Las letras, si bien siguen siendo personales y reflexivas, buscan una mayor universalidad, intentando conectar con un público más amplio. Sin embargo, esta búsqueda de lo universal a veces diluye la fuerza de las emociones. Si bien hay momentos emotivos, como en ‘Born Free, la intensidad emocional de trabajos anteriores se ve atenuada por la necesidad de crear himnos para cantar en directo. El ingenioso juego de palabras característico de Stewart sigue presente, pero a veces se siente como un recurso estilístico que no termina de conectar con el significado profundo de las canciones. La referencia a ‘Good Will Hunting‘ en ‘Gimme The Wrench‘, aunque interesante conceptualmente, no se traduce en una canción particularmente memorable.
La producción de «Forgiving Spree» busca un impacto inmediato, con ritmos contundentes, estribillos pegadizos y un sonido potente. Si bien este enfoque resulta efectivo en algunos momentos, también resta sutileza y matices a las canciones. Se echa en falta una mayor exploración de texturas sonoras o una dinámica más variada. La producción se centra en crear un sonido listo para la radio y los estadios, pero sacrifica parte de la intimidad y la calidez que caracterizaban a Slowly Slowly.
Slowly Slowly se sitúa en la línea de bandas pop-rock con influencias indie como The Killers, The 1975 o You Me At Six. Sin embargo, a diferencia de algunos de estos artistas, que han logrado crear un sonido propio y distintivo que los ha catapultado al éxito masivo, Slowly Slowly aún se encuentra en una fase de búsqueda de su identidad en este nuevo territorio sonoro. La comparación con bandas australianas como Gang of Youths, Stand Atlantic y Pale Waves resulta útil para entender la energía y el dinamismo que buscan en «Forgiving Spree«, pero Slowly Slowly aún necesita encontrar su propio lugar dentro de este espectro.
«Forgiving Spree» representa un paso hacia adelante en la carrera de Slowly Slowly, buscando un sonido más expansivo y accesible. Si bien el álbum contiene canciones contagiosas y energéticas que seguramente funcionarán bien en directo, la búsqueda de himnos de estadio a veces diluye la introspección y la crudeza emocional que definían a la banda. Slowly Slowly demuestra tener talento para la composición y una gran energía en directo, pero necesita encontrar un equilibrio entre la ambición de llegar a un público más amplio y la necesidad de mantener la autenticidad que los ha caracterizado.