Estamos acostumbrados a ver a Amaro Ferreiro acompañando a su hermano, justo detrás, en la sombra, discreto, por ello para muchos supone toda una sorpresa escuchar su voz y aun más que “Biólogo” sea su segundo disco, al menos a mi, su primer álbum “La Ciudad de las Agujas” me pasó totalmente desapercibido.
«Biólogo» no es solo el nombre del segundo trabajo en solitario de Amaro Ferreiro, es además la profesión con la que soñaba de niño y el título de la canción que abre el disco. Es una reflexión sobre el paso del tiempo, además de una declaración de intenciones en forma de nana.
Amaro se ha propuesto contarnos historias en primera persona e ir desnudando su alma canción a canción, con la seguridad de quien se ve capaz de hacer un ejercicio de autoanálisis y mostrarlo al mundo, sin miedo ni pudor.
Una vez que ha dejado claras sus intenciones Amaro, abandona por un momento el Yo para introducirnos en la historia de una pareja, en ese temazo que es ‘Trueno y Relámpago’, el adelanto del que ya hablamos aquí.
El tercer corte, ‘Madam Mim’ está basada en el personaje de la película de Disney “La Espada en la Piedra” una bruja con la capacidad de cambiar de forma. A través de este personaje Amaro nos habla de la capacidad de adaptación al entorno y la necesidad de evolucionar para sobrevivir en el mundo, todo ello arropado por el bajo de Marta Toro y el hammond de Pablo Novoa que te envuelven.
La ‘Lógica del limite’ tiene un aire balcánico o cabaretero que nos podría recordar, salvando las distancias, a Le-punk o al Bunbury de “El Pequeño Cabaret Ambulante”, supongo que el hecho de que hable de límites y fronteras también ayuda, aunque en este caso se trate más de limites personales que geográficos. Quizás este sonido se deba a influencias pasadas del productor del disco, Pablo Novoa, si tenemos en cuenta que formo parte de Mastretta.
Y como quien no quiere la cosa y sin que se vea como un cambio brusco, Amaro pasa en ‘Al Desaparecer’ de los Balcanes a los sintes de Martí Peranau (Mucho). Sintes que vuelven a cobrar protagonismo en canciones como ‘Música de Contrabando’ y ‘Uña y Carne’ que aportan al disco la dosis justa de pop electrónico para que se adapte a la corriente imperante en el panorama musical actual, sin resultar demasiado para los oídos menos adaptados a estos sonidos.
El principio de ‘Enfermedad Estéreo’ resulta desgarrador, al igual que otros de los cortes del disco pasa de la intimidad de la guitarra acústica a la explosión de la banda. Tiene subidas y bajadas de intensidad en consonancia con la propia letra de la canción en la que va de lo más profundo a lo más elevado. “A veces bajo al fondo y cojo impulso con los pies desde lo más profundo tratando de alcanzar tu piel y nunca me acostumbraré, el plomo que se hunde” o ”A veces voy tan alto que dejo atrás el techo”
Amaro sigue desnudándose ante nosotros, se reconoce ‘Experto en tropezar’ entendiendo el tropiezo como algo inherente a la evolución personal. Y una vez más estamos ante una canción que empieza suave para acabar arrastrandonos en una vorágine de teclados.
En ‘Eterno Boomerang’ nos habla de enfrentarse al pudor, de lanzarse y no quedarse con las ganas, superar la vergüenza para que no te impida hacer lo que realmente quieres, quizás hable de enfrentarse al hecho de dar la cara, de sacar disco como Amaro Ferreiro. El disco cierra con ‘Consummatum Est’ y ‘Vacaciones’ una joya de 1:47 que no necesita más.
Me atrevería a decir que “Biólogo” es un acto de valentía absoluta por parte de Amaro. No solo por unas letras en las que se abre en canal, sino porque lo pone bajo el foco de atención que hasta ahora había estado destinado a su hermano Iván. Esta vez se invierten los roles y es Iván el que participa en el disco de su hermano, ayudandole en la composiciónde tres de las doce canciones que forman el disco (‘Experto en Tropezar’, ‘Al Desaparecer’ o ‘Uña y Carne’). Al fin y al cabo da igual que nombre vaya delante del Ferreiro, el apellido en si ya es sinónimo de talento desbordante y letras que acaban convertidas en himnos generacionales