febrero 12, 2025

«Fly Away With Me» de Sangui, un vuelo suave que aterriza en la medianía folk

Sangui, el cantautor madrileño que irrumpió en la escena en 2014, regresa con «Fly Away With Me«, un álbum que, según la promoción, nos sumerge en el folk británico de los 60 y 70, con canciones cargadas de nostalgia, reflexión y una energía transmitida a través de suaves sonidos de guitarra. Sin embargo, lo que encontramos es un vuelo suave que, lamentablemente, aterriza en la medianía del folk contemporáneo, sin ofrecer una propuesta que realmente despegue.

«Fly Away With Me» se presenta como un homenaje al folk británico de los 60 y 70. Se perciben ecos de Nick Drake, Bert Jansch e incluso alguna pincelada de Fairport Convention en los arreglos. Las guitarras acústicas son las protagonistas indiscutibles, con melodías suaves y arpegios delicados. Sin embargo, a pesar de la evidente admiración por estos referentes, Sangui no logra capturar la magia que los hacía únicos. Las canciones, aunque agradables al oído, carecen de la melancolía profunda, la complejidad armónica o la experimentación sonora que caracterizaban a los maestros del folk británico. Se siente como un ejercicio de estilo correcto, pero sin la chispa o la originalidad que se esperaría de una propuesta que busca conectar con un legado tan importante. Los singles previos, ‘Melinda and Bill‘ y ‘Never Been To Scotland‘, aunque mostraban cierta promesa, no logran anticipar un álbum que se siente tan plano en su conjunto.

Sangui se sitúa en la línea de artistas como José González o Nick Mulvey, por su propuesta de folk acústico con toques melancólicos. Sin embargo, a diferencia de estos artistas, que han logrado desarrollar un sonido propio y distintivo, Sangui aún se encuentra en una fase de búsqueda.

El álbum se centra en temas como la nostalgia y la reflexión, como se menciona en la promoción. Las letras, aunque intentan ser introspectivas, se diluyen en la generalidad, sin ofrecer una perspectiva particularmente original o conmovedora. Se habla de viajes, de recuerdos y de sentimientos personales, pero con un lenguaje que carece de imágenes vívidas o metáforas que realmente capturen la atención del oyente. Se percibe una falta de riesgo en la exploración de las emociones, lo que hace que las canciones se sientan planas y previsibles. Se echa en falta una mayor profundidad lírica que conecte con el oyente a un nivel emocional más profundo.

La producción, aunque limpia y profesional, resta calidez a la propuesta. El sonido es demasiado pulido y carece de la imperfección y la crudeza que caracterizaban al folk de los 60 y 70. Las guitarras suenan demasiado limpias y los arreglos, aunque bien ejecutados, se sienten un tanto predecibles. Se echa en falta una mayor experimentación con texturas sonoras que aporten una atmósfera más evocadora o distintiva. La producción se centra en crear un sonido agradable al oído, pero sin lograr transmitir la emoción o la autenticidad que se esperaría de un álbum de folk.

«Fly Away With Me» prometía ser un viaje a través del folk británico, pero se queda en un vuelo corto que no llega a despegar del todo. Sangui demuestra tener talento para la composición y una voz agradable, pero necesita arriesgar más en su propuesta para trascender la medianía y conectar con una verdad más profunda.

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