febrero 12, 2025

«Capricornio» de Sharif, nostalgia zodiacal pero sin la fuerza de antaño

Sharif regresa con «Capricornio«, un álbum que, según sus propias palabras, responde a una nostalgia, a un hogar, y se identifica con las características básicas de su signo zodiacal: tenacidad, rigor, humildad creativa y lealtad. Sin embargo, más allá de la justificación astrológica, lo que encontramos es un disco irregular, con momentos de brillantez lírica diluidos en una producción que, si bien es competente, no termina de elevar el conjunto.

Sharif, con más de 15 años de trayectoria, se ha labrado un nombre en el panorama del rap español gracias a sus letras y poesía cruda. En «Capricornio«, el artista busca un sonido renovado, con la ayuda de Gordo del Funk en la producción. Se percibe una intención de conectar con el presente, incorporando elementos de la música urbana actual. Sin embargo, este barniz de modernidad no siempre funciona. Si bien hay temas donde la fusión fluye de manera natural, en otros se siente forzada, como un intento de subirse a una ola que no le pertenece del todo. El sonido, en general, se mantiene dentro de los parámetros del rap que Sharif ha practicado a lo largo de su carrera, con bases rítmicas sólidas y melodías melancólicas. Pero la experimentación, la búsqueda de nuevos territorios sonoros, es quizás demasiado tímida, dejando la sensación de que se ha apostado por lo seguro.

La lírica de Sharif sigue siendo uno de sus mayores atractivos. En «Capricornio» encontramos versos cargados de sensibilidad, que abordan temas como el amor, el dolor, el miedo y la superación, como se menciona en la promoción del disco. Hay momentos de verdadera poesía, donde las palabras fluyen con naturalidad y conectan con el oyente a un nivel emocional profundo. Sin embargo, también hay una cierta reiteración de temas recurrentes en la obra de Sharif, lo que resta frescura al conjunto. Se aprecias esa falta de riesgo en la exploración de nuevas temáticas, lo que hace que algunas canciones se sientan como una repetición de fórmulas ya conocidas. La decisión del artista de no explicar sus canciones, dejando que cada oyente las interprete a su manera, si bien es válida, en este caso juega en su contra, ya que la falta de un hilo conductor claro en el álbum hace que la experiencia se sienta dispersa.

Las colaboraciones son un punto fuerte en la discografía de Sharif, y «Capricornio» no es la excepción. Contar con artistas como Kaze, Swan Fyahbwoy, Sho Hai, Kyr4, Reality, El Kanka y Ms Ambar aporta diversidad al álbum y ofrece momentos interesantes. Sin embargo, al igual que con la producción, las colaboraciones no terminan de cohesionar el conjunto. Cada tema se siente como una postal independiente, sin una conexión clara con el resto del álbum. Si bien hay colaboraciones que brillan con luz propia, como la que realiza con Sho Hai, en general, la presencia de tantos artistas invitados no logra elevar el nivel del disco en su totalidad.

«Capricornio» es un disco que mira al presente, pero que se encuentra anclado en el pasado. Sharif se debate entre la nostalgia de sus trabajos anteriores y la búsqueda de nuevos caminos, pero no termina de encontrar un equilibrio. Hay destellos de brillantez lírica, momentos donde la poesía fluye con fuerza, pero se pierden en una producción que no arriesga y en una reiteración de temas recurrentes. Por ellos pensamos que «Capricornio» es un disco irregular que no termina de cumplir las expectativas.

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