La segunda edición de Costa Feira arrancó a lo grande con la actuación de los icónicos Black Eyed Peas. La noche del pasado miércoles, Sanxenxo se convirtió en una auténtica pista de baile gracias al carisma y la energía de Will.i.am y compañía. Sin embargo, la velada no estuvo exenta de altibajos que nos llevan a plantearnos algunas preguntas sobre la banda.
Antes de que los norteamericanos saltaran al escenario, los catalanes Malmö 040 deleitaron al público con su sonido fresco y enérgico. La joven banda demostró tener un gran potencial y una conexión especial con el público, dejando entrever que estamos ante una de las promesas más interesantes de la escena musical nacional.
La actuación de Black Eyed Peas no comenzó bien, de hecho, no comenzaba. Todos entendemos un pequeño retraso, ese momento para crear expectación, nerviosismo y ansia pero cuando se acerca a la hora de retraso lo que se crea es mal humor y enfado, un enfado que el miércoles terminó en silbidos.
Sin embargo, una vez sobre el escenario, Black Eyed Peas logró contagiar su energía al público, especialmente en los momentos más clásicos de su repertorio. Temas como ‘I Gotta Feeling‘ y ‘Boom Boom Pow‘ provocaron una euforia colectiva que transportó a los presentes a una época dorada del pop.
No obstante, la ausencia de Fergie se hizo notar en algunos momentos. La nueva formación, aunque sólida, carece de la versatilidad vocal y la presencia escénica de la cantante. A pesar de ello, Will.i.am, Taboo y Apl.de.Ap, acompañados en esta nueva etapa por J. Rey Soul, demostraron que siguen siendo capaces de crear un espectáculo visual y sonoro que hace las delicias de sus seguidores.
La actuación de Black Eyed Peas fue un viaje a través de su extensa discografía, combinando éxitos indiscutibles con temas más recientes que, si bien no tienen tanto tirón, sí consiguen ponernos a bailar. Si bien la nostalgia es un elemento clave en la conexión con el público, la banda también mostró su interés por evolucionar y adaptarse a los nuevos tiempos.
Taboo, con su carisma y cercanía, jugó un papel fundamental en conectar con el público, aprovechando sus raíces latinas y llegando al público desde el primer momento. Por su parte, Will.i.am, a pesar de algunos momentos de desconexión, demostró ser un showman nato capaz de encender al público con un simple chasquido de dedos. Los norteamericanos demostraron que siguen siendo una fuerza a tener en cuenta en la industria musical, aunque su sonido y su imagen hayan evolucionado con el paso de los años.
El concierto de Black Eyed Peas fue el pistoletazo de salida de una edición de Costa Feira que promete ser inolvidable. Con un cartel de artistas para todos los gustos, el festival se consolida como uno de los eventos musicales más importantes del verano en Galicia.