El esperado álbum debut de Pipiolas, «No hay un Dios«, no solo cumple con las elevadas expectativas, sino que las supera con una propuesta que va más allá de lo meramente musical. Desde sus singles previos hasta la genialidad ecléctica del disco completo, Paula y Adriana despliegan un torrente creativo que abarca lo dramático y lo estético, lo emocional y lo espiritual.
Producido por Vau Boy y con una portada diseñada por Laurel Cala, «No hay un Dios» es un festín sensorial. El vinilo amarillo gatefold sleeve refleja la esencia del dúo. Pipiolas se adentra en un universo que trasciende géneros, fusionando hedonismo punk, épica trascendental, synth-pop sarcástico y más. Ese eclecticismo de Pipiolas se revela en cada pista. Desde el eurodisco de ‘Bailas o qué?‘ hasta la melancolía shoegaze de ‘Canción de amor para ti‘, el álbum es un viaje musical emocionante. La colaboración con Ginebras en ‘Todas las horas‘ destaca la habilidad del dúo fluir entré géneros y estilos, entre la distorsión y el pop.
El cierre explosivo con ‘No hay un Dios‘ sintetiza la esencia de Pipiolas en menos de dos minutos, combinando vocoders, house y glitchcore. Las letras, exhibidas en el desplegable del vinilo, merecen un lugar destacado por su ingenio. Pipiolas no solo entrega un álbum maduro y fresco, sino que establece su propio lenguaje musical.
«No hay un Dios» no solo es un debut, es un manifiesto artístico. Paula y Adriana emergen como gigantes creativas, eternamente jóvenes, siempre Pipiolas ¿Qué sigue para este dúo único? La respuesta, seguramente, será tan fascinante como su música.