abril 24, 2024

Ben Howard, pasado, presente y futuro

Ardo en deseos de odiar a Ben Howard y es que soy de esos que necesita reencontrarse con ‘Only Love‘ u ‘Old Pine‘ pero no, parece que esos tiempos nunca regresarán; el londinense ha dejado claro en múltiples ocasiones que los temas de aquel «Every Kingdom» ni le representan en la actualidad, ni tienen sentido ahora mismo. Este podría ser un hándicap que para muchos artistas se convertiría en insalvable (¿Os imagináis a Ferreiro sin tocar Piratas? ¿A LOL sin pasear por su «1999«?) pero Ben Howard, en un concierto marcado por los múltiples problemas de sonido, ha convertido ese lastre en virtud.

Aquellas melodías folk que retrataban la intimidad de paisajes lejanos han dejado paso a los loops, múltiples arreglos  electrónicos y coqueteos con el showgaze posicionando al británico como uno de los artistas más sugerentes en un mundo marcado por modas y pelotazos instantáneos.

Con su próximo trabajo, «Is It?«, el británico continúa esta exploración sonora mantenido, en muchos casos, la esencia que lo ha convertido en este rara avis que compartía por primera vez alguno de los temas de ese inminente álbum. Muestra de ello es, sin duda, ‘Spirit‘ donde Howard sigue avanzando sin olvidar el pasado.

Pero de repente ‘Promise‘, el Palacio de Congresos de Santiago rompía en un aplauso al que proseguía un silencio sepulcral. La emoción, la tensión, las ganas contenidas… Ahogaban las gargantas de los allí presentes convirtiendo a Ben Howard y su guitarra en el punto central alrededor del que cientos de miradas, emociones y pasiones orbitaban.

Nadie pone en duda el camino que ha decidido tomar el británico, es más, aplaudimos su riegos pero también tenemos claro que son temas como ‘Oats In The Water‘ o ‘I Forget Where We Were‘ los que han convertido a Ben Howard en un artista, casi, de culto.

Mención especial merecen Black Sea Dahu. Los suizos llegan a Santiago con la difícil tarea de abrir para Ben Howard y no caen en la pesadez ni en la indiferencia. Y no, en absoluto lo hicieron.

Capitaneados por Janine Cathrein se convirtieron en un fabuloso aperitivo que desde el primer minuto nos atrapó. A diferencia de lo que a priori podíamos suponer, esa combinación entre el pop y el folk de autor transmite una energía que nos acariciaba con una elegancia difícil de alcanzar.

Sin duda, la noche del pasado sábado fue una noche conducida por buenos músicos en un discreto concierto, fruto del poco rodaje del setlist y los problemas técnicos sobre el escenario. 

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