por No os engañamos si os contamos que Viva Suecia es una de esas bandas a las que, desde Hipsterian Circus, hemos seguido muy de cerca en estos últimos años. Os los presentamos cuando descubrimos ‘Bien Por Ti’, o lo que es lo mismo el adelanto de “La Fuerza Mayor”, el resto ya es parte de una historia que conocéis. Una historia hecha a base de trabajo, kilómetros y subirse a cientos de escenario. Un esfuerzo que ahora se ve reconocido por el público que llena hasta la bandera las salas en las que los murcianos recalan.
Tal fue el caso el pasado sábado de Rouge, discoteca convertida en sala de conciertos por una noche, a la que la banda llegaba dentro del ciclo Escenarios Mahou con todo vendido desde días antes. Y sí, había muchas ganas de volver a disfrutar de los murcianos por estas tierras, una plaza que ya han conquistado y en la que juegan sabedores que el triunfo es casi seguro pero a veces las cosas, por un motivo u otro se tuercen.
Si algo nos diferencia por aquí es que nos gusta ser críticos y reconocer tanto las cosas cuando se hacen bien como informar cuando no nos terminan de gustar aunque no nos guste. No nos gusta decir que una de las bandas con mejor directo del panorama indie nacional empezó el concierto de manera “suave” (por no decir a medio gas). Puede ser que esta percepción solo fuese nuestra o que las expectativas con las que llegábamos al concierto eran realmente altas pero durante los primeros temas nos quedamos algo fríos. Justo es también reconocer que poco a poco el concierto se fue calentando y la comunión entre público y banda se hacía cada vez más patente hasta que llegó el punto de inflexión.
‘A Dónde Ir’ es considerado por buena parte de los seguidores de los murcianos uno de sus temas insignia, uno de esos temas que conciertos tras concierto el público se deja la voz, buena muestra de ellos es que cuando se fue la electricidad dentro del escenario y tan solo se escuchaba la batería de Fer los cánticos no cesaron hasta pasar unos segundos, porque no, no era una performance era un problema eléctrico. Así la banda abrazada terminaba la canción a capella uniéndose al público en su canto. Un problema que se dilató durante 20 minutos que se convirtieron en un ir y venir de personas cargadas de cables con cara de no estar pasando un buen momento.
Nos puede gustar más la propuesta de Viva Suecia o menos pero la reanudación dejó clara de qué pasta están hechos los murcianos. El primer motivo fue la ausencia de excusas y/o explicaciones, regresaron, cogieron sus instrumentos, sonrieron y reventaron la sala comenzando el tema en el punto exacto en el que había aparecido el problema. Y el segundo, el que personalmente considero más importante, fue el posterior agradecimiento, un par de temas más tarde, a todos aquellos que se habían puesto a solucionar el problema en el menor tiempo posible. Sí, el reconocimiento público de aquellos que hacen que las bandas suenen y suenen bien sin subirse a un escenario es lo que hace grande a la banda. Todos hubiésemos entendido un tirón de orejas, una queja más o menos velada pero no encontramos con lo contrario: sí, ha habido un problema y sí mucha gente se ha unido para solucionarlo, un agradecimiento lejos de la excusa o la crítica que hace que la banda además de buenas críticas, coseche un gran respeto y prestigio.
Ese problema tuvo una influencia positiva en el desarrollo del concierto. Si antes comentábamos que la banda había comenzado a medio gas, tras la vuelta al escenario descargaron su mejor versión. No hay duda que saben lo que hacen y lo hacen realmente bien. A Viva Suecia le exigimos porque sabemos de lo que son capaces, sabemos que cuando se suben a un escenario son capaces de arrasar y convertir en pequeño a cualquiera de los grandes nombres de un cartel, por eso, sabemos que el concierto en Rouge no fue de sus mejores noches encima de un escenario. Sí, es cierto que buena parte del público allí presente, del que no estaba contando su semana queremos decir, se fue con un buen sabor de boca pero nosotros… nosotros conocemos demasiado bien a Viva Suecia, lo suficiente para decir que no, no fue su noche.
