El quinto álbum de Delorentos, titulado «True Surrender», vio la luz el pasado 27 de abril y supone el inicio de una nueva etapa en el sonido de la agrupación irlandesa. Llegamos algo tarde para la reseña pero hablar de estos cuatro dublineses, para la hipstérica que escribe estas líneas, es hablar de casa, y casa son ellos, sus canciones y sus directos y para eso nunca es tarde.
En otoño de 2015, acudieron a un pequeño estudio de grabación del organizador del Sonorama en Aranda del Duero y, rodeados de viñeros, grabaron una gran cantidad de canciones que habían ido componiendo durante las múltiples visitas a nuestro país. En su momento, se sentían cómodos con lo que habían creado. Sin embargo, al volver a su fría Irlanda y re-escuchar las demos que habían grabado en lo que ellos llaman «Vineyard Album», sintieron que eran muy similares a lo que ya habían compuesto con anterioridad y decidieron hacer borrón y cuenta nueva, querían experimentar y dar comienzo a una nueva etapa.

«True Surrender» fue grabado en los estudios Attica de Donegal donde contaron con la colaboración de Tommy McLauglin (Villagers) y Richie Egan (Jape), quienes junto a los miembros de Delorentos trabajaron de manera conjunta para dar forma al ansiado nuevo proyecto del grupo. Ya habían trabajado con productores para editar sus anteriores trabajos, pero en esta ocasión la tarea compositiva se convirtió en una colaboración por ambas partes, sin pedir una segunda opinión más allá de ellos mismos. Esto les proporcionó una gran autonomía para decidir y experimentar con su nuevo sonido dando como resultado al trabajo que podemos escuchar en todas las plataformas musicales y a través de su página web en formato físico.
El disco comienza con la solemne ‘Stormy Weather’ interpretada por Rónan Yourell, donde se pone de manifiesto su lucha interior, la búsqueda de paz y la aceptación final donde la frase: «I see stormy weather coming at me across the great water, it’s a true surrender like I’ve been longing for / I went missing when it mattered» da título al disco. Esta sensación de culpabilidad, duda e incertidumbre se va arrastrando a lo largo del album con canciones como ‘Love Me For Who I Am’ (interpretada por el batería de la banda Ross McCormick) con la frase «When this weight is on your shoulders, I’m your pillar underneath» o en ‘Am I Done?’ donde el vocalista Kieran McGuinness acompañado por poco más que su guitarra acústica, habla de sus miedos al afrontar su nueva etapa como padre, en contraposición a ‘Home Again’ de su anterior trabajo «Night Becomes Light» donde habla de la felicidad que sintió al tener a su primera hija.
Una de las favoritas es ‘Islands’, cuya intro a base de sintentizadores, percusiones, armonías, y la evolución a lo largo del tema donde tímidamente empiezan a aparecer las guitarras, invitan a adentrarse a un ritmo que resulta adictivo y que sin darte cuenta te sumerge en un éxtasis musical que te tendrá tarareando la canción el resto del día sin que apenas te des cuenta.
Por su parte, ‘In Darkness We Feel Our Way’ y ‘In The Moment’, que fueron los singles que sirvieron de antesala para el disco, no hicieron más que presagiar el cambio de dirección que iba a tomar su trayectoria. Y es que «True Surrender» no es un disco fácil ni ligero de escuchar sino que está cargado de solemnidad tanto melódica como lírica, lo que está claro es que gana con las escuchas (parece un cliché, pero es necesario conectar con el mensaje del disco para comprender el por qué) y les hace brillar con luz propia.