Cuando hablamos del Rock español es inevitable que uno de los primeros nombres que nos vienen a la cabeza es el de Enrique Bunbury. El ex-vocalista de “héroes del silencio” vuelve a los escenarios tras cuatro años desde su último disco “Palosanto”, para regalarnos su nuevo trabajo de estudio, “Expectativas”. Este pasado domingo 10 de diciembre tuvimos la suerte de disfrutar en FIBES Sevilla, de un concierto que forma parte de la gira de presentación de este nuevo álbum a la que llamada “Ex-tour 17-18”.
Un par de cosas quedaron claras en este concierto para regocijo de sus fans, Bunbury; a sus 50 años y alrededor de una veintena de discos a sus espaldas, sigue manteniendo un nivel de auto exigencia musical envidiable. Poco tiene que demostrar el Zaragozano, más que la experiencia de llenar FIBES con más de 9.000 personas cantando al ritmo que él marcaba.
Así, ataviado con su icónico traje blanco y gafas oscuras, a Bunbury le bastó plantarse en el escenario para desatar el entusiasmo en sus miles de fans. Un escenario con una luminotecnia medida al detalle que realzó el ambiente perfecto para cada canción. Empieza el concierto arropado por su banda, “los santos inocentes” con un puñado de las canciones más icónicas de su nuevo disco, entre ellas «La ceremonia de la confusión», «La actitud correcta», «Cuna de Caín» y «Parecemos tontos». En estas primera canciones se demuestra lo atractivo que el público encuentra el nuevo trabajo del maño, que cantaba al unísono cada una de sus nuevas canciones…
Aunque, claro está, para todos aquellos que fueron al concierto esperando escuchar viejos himnos del pasado, también tuvieron su esperada recompensa, ya que, como bien dijo el propio artista en la presentación del concierto, haríamos un recorrido por canciones de ayer y hoy. Así canciones como «El mar no cesa», «Héroe de leyenda», «Mar adentro» y «Maldito duende» llenaron el corazón de los más nostálgicos de mano de estos cuatro pilares de “Héroes del silencio”. En la última canción citada, alcanzamos el clímax del concierto, cuando Bunbury baja del escenario y camina entre en público que inmediatamente empieza a arroparlo, poniendo el broche de oro para despedir el concierto de forma gloriosa.
Pero, no crean que todo estaba dicho, pues Enrique y su banda regresan al escenario para interpretar los bises, nada menos que canciones como «Que tengas suertecita»; «El extranjero», «Infinito», «Sí» (con un inicio que nos transportó al más puro estilo jazz gracias al saxo de Santi del Campo) y, para terminar el coreadísimo hit «Lady Blue», que hizo que más de una pareja se pusiera tierna entre el público. Último intento para irse, este más serio, que se hizo de rogar entre coros de “Enrique, Enrique” por parte del respetable, para cerrar el concierto con una elegante pieza de su último trabajo «La constante».
Una noche llena de color y buena música en la que Bunbury dejó claro que es mucho más que un showman vestido de blanco que hace poses arriesgadas encima de un escenario. Como el mismo aseguró a mitad del concierto, no le gusta opinar públicamente sobre temas de actualidad, “si quieres saber lo que realmente piensa un músico, escucha sus canciones” asegura Enrique, y visto su nuevo trabajo podemos asegurar que le quedan bastantes cosas por decir y muchas expectativas, alcanzadas y superadas.